Los hilos de la existencia

Airala, autor y director de la obra.

Adrián Airala prepara “La Jauría de las Damas” para la Comedia de la UNL.

Ellas son así: entes omnipresentes, damas tempestuosas en medio de la tempestad. Y fue el actor y dramaturgo santafesino Adrián Airala quien les dio encarnadura física en La Jauría de las Damas, obra seleccionada para convertirse en la Comedia UNL 2017 que se estrenará en noviembre, en la apertura del Argentino de Artes Escénicas y se presentará durante el 2018.

El texto, en su origen, fue el resultado de un taller de dramaturgia dictado por el maestro Mauricio Kartun e Ignacio Apolo, que el ganador tomó en Buenos Aires: “Primero fue el nombre y después la obra. Le hice varias correcciones y cuando decidí que el texto estaba a punto caramelo, tomé impulso para presentarme a la convocatoria de Trayectorías de la UNL. Luego me citaron frente al jurado para defenderlo y fue una grata sorpresa recibir la noticia del resultado”.

El grupo ya comenzó con los ensayos y, tal como dispone la nueva modalidad de Trayectorías, tendrá un acompañamiento especial de los jurados a modo de tutorías mensuales integradas por Jorge Ricci, Roberto Schneider, Norma Cabrera, Luciano Delprato, Analía Batistela y Marilyn García durante el proceso de gestación de la obra. Airala será el encargado de coordinar un gran equipo de trabajo que contará con las interpretaciones de las reconocidas actrices Susana Formichelli, Marisa Ramírez, Najla Raydan y Adriana Rodríguez como las damas protagonistas de esta historia.

Un trabajo en construcción

Para el ganador, su texto no es un eslabón cerrado, ni su palabra la última: “es un proceso en construcción. El texto si bien no está cerrado, es la partitura inicial, está en función del producto encarnado. En escena, somos todos seres humanos detrás de un mismo concepto y un objetivo. Estamos todos abiertos a las ocurrencias de las actrices, a la respuesta que da el estímulo de la luz, la escenografía, las propuestas de la entrenadora corporal. En el estado de adrenalina que tienen los ensayos cualquier cosa pueden surgir”.

Según Airala, la clave es el trabajo interdisciplinario. Es por eso que la mirada de cada miembro del equipo es fundamental. En el caso del grupo técnico cada uno viene con un plus “hay artistas plásticos realizando vestuarios y escenografías, realizadores visuales encargados del diseño de las luces, músicos con efectos sonoros, hay mucho talento puesto en juego”. Fernanda Aquere será la encargada del vestuario, escenografía y producción, Ponchi Insaurralde del diseño de iluminación, Ariel Gaspoz en luces, Martín Margüello de la banda de sonido y Paz Hernández Melville a cargo del entrenamiento corporal. “Lo propio que tiene el trabajo interdisciplinario es que necesariamente obliga a cada uno de los responsables de cada área a tomar no solo del texto sino de la visión directa de cada ensayo. Lo que ocurre en el trabajo corporal es fundamental, es el otro texto tan importante como el discurso oral, el desafío es que hay un contrapunto entre la racionalidad del discurso y la animalidad de lo corporal: ahí esta la interdisciplinariedad”.

Y desde esta concepción abarcativa que cruza disciplinas, en La Jauría de las Damas convivirán diversos géneros discursivos, tal como afirma su creador: “El lenguaje del cómic y el cine estarán presentes en la obra a modo de capas, o lo que llamo ‘impregnación’. Por ejemplo en el caso del cómic escenográficamente se comunicará a través de la iluminación seguramente. Y en el aso del cine se recurrirán a varios clichés del género”.

Lo estético no es solo lo bello

Airala en La Jauría de las Damas se esforzará por destacar que el no está de acuerdo con cierta idea común del teatro que sostiene que si un texto o el concepto tienen sus virtudes, se puede dejar de lado la puesta estética: “No comulgo demasiado con la idea que sostiene que si un texto teatral encierra algún valor en sí habilita a la prescindencia de lo estético, comulgo con la idea quizás pragmática que sostiene que un buen producto contenido en un buen envoltorio eleva la excelencia subjetiva del producto. Si bien podes recibir un texto que te interesa, si a eso le agregás que viene en un marco que te predispone, la presencia de una buena luz, sonidos, de un vestuario y escenografía acordes a la propuesta, ya estas recibiendo todo un conjunto de estímulos y por ende de significaciones. Por eso me interesa lo estético tanto como el contenido. La idea no es asimilar estética con belleza porque se trata de viaductos de provocación sensorial, es decir, la imagen es una predisposición anímica”.

Damas, poder e historia

—¿Como son estas Damas, que tienen en común?

—Podríamos decir que estas cuatro damas tiene en común ‘la especie’. Tiene una pertenencia a una especie no humana, pero tampoco divina. Pertenecen a una especie épica, metafórica pero a su vez tienen rasgos personalísimos. En el manejo titiritero de la existencia que les toca a cada una tienen especialidades, tienen misiones a cumplir. De alguna manera se distribuyen los hilos de la existencia pero en ese encuentro surge la conflictividad.

Según el autor, la obra se mueve permanentemente en las variaciones del poder, así el texto trabaja con un contrapunto entre la confesión de un poder gigantesco junto la vulnerabilidad: “El poder absoluto de cada una no les garantiza no tener grandes zonas de vulnerabilidad. No importa con que tipo o género de personajes (hombres, jóvenes, trans) construyamos la obra, sino que solo importa que terminemos hablando de los asuntos humanos, terriblemente humanos: el poder, la vulnerabilidad, el conflicto, los padeceres, virtudes, culpas, amores, traiciones, estrategias, crímenes, melancolías y miedos, entre muchos otros que los que transfiero al discurso de las Damas”.

—Afirmaste en la presentación del proyecto que el texto de la obra es una metáfora que navega en aguas psicológicas y políticas...

—En la obra aparecerán personajes y hechos históricos. Se ven pequeños homenajes a personajes de la historia o de la escritura, como Roberto Arlt o Leonardo Favio que significaron mucho para mí. Habrá fechas y hechos históricos puntales, porque ellas (las Damas) siempre estuvieron en todas partes, no hay nada donde ellas no hubieran metido las garras. Por ejemplo estuvieron la ex Penitenciaria Nacional (actual parque Las Heras de Buenos Aires) donde, entre muchos, fusilaron al poeta y anarquista Severino Di Giovanni. Estuvieron en la formación de la Marvel Comic, en la Disney Company, en las dictaduras del 60, en todos lados estuvieron. Hay un recorrido histórico desde un posicionamiento político. Lo político es lo que me permite trasladarlas a ellas al campo de lo social y lo psicológico es lo que me permite mostrar los trasfondos de estas metáforas, la interioridad de los personajes.

El nombre

Como lo demuestra gran parte de la literatura existente sobre el oficio de escritura el título de una obra surge generalmente una vez finalizado el texto. Para Airala, sin embargo, se dio a la inversa, primero surgió el nombre La Jauría de las Damas y luego la obra: “Construí este nombre a partir de la seducción de dos fuentes inconexas entre sí, por un lado dos palabras del cuento Muchacha Punk de Rodolfo Fogwill, allí donde dice ‘temía tanto un encuentro con el aire helado que me obligaron a resistir a la feroz jauría de ganas de fumar’; me impactan las palabras feroz y jauría, y que Fogwill le otorgue tal fisonomía a las ganas de fumar no fue algo que yo estuviese en condiciones de ignorar. La otra fuente es la obra Terapia Ocupacional (2004) de la serie Placebo de la artista visual Fernanda Aquere. La imagen presenta cuatro siluetas de trama de hierro, en apariencia femeninas, tejiéndose entre sí mientras se mantienen erguidas sobre un cable suspendido en un cielo o un vacío de tempestad. Las palabras feroz y jauría y aquella imagen construyeron el nombre, las preguntas que le hice al nombre tejieron los conceptos con los que inicié el texto”.

 

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