El 2019 va perfilándose como el segundo año con mayor fuga de capitales desde 2003. Sólo en mayo se fueron 2496 millones de dólares. Si las primarias tienen un costo estimado de 4 mil millones de pesos, con los dólares que perdió el país en marzo se hubieran pagado 27 elecciones primarias nacionales.
La timba financiera acelera su vertiginosa sangría de dólares. El combo Cambiemos para especuladores, golondrinas y buitres le está dejando a la economía varios récords negativos. Después de levantar el control de cambios (eso que llamaban "cepo") y de quitar los encajes al ingreso de capitales, el país se volvió una fiesta de dólares entrando para luego hacer bicicletas varias y después huir. En 2018 ese jueguito le explotó en la cara al gobierno. El FMI le salvó las papas, pero la dinámica no cambió ni un poquito. Detrás del año pasado, 2019 será el segundo peor año en lo que refiere a fuga de capitales.
Sólo en mayo se fueron del país 2496 millones de dólares en concepto de formación de activos externos del sector privado no financiero. Ese es el nombre técnico de la fuga de capitales, el monto equivale a 107.346 millones de pesos (dándole al dólar un valor de 43 pesos). En lo que va del año, 9532 millones dólares se perdieron por esa canaleta. Pero además, el dato saliente es que se disparó la salida de capitales especulativos (se llaman "inversiones de portfolio"), saltando de 138 millones en abril a 858 millones en mayo. Los timberos se están yendo en manada.
Cabe destacar que, mientras tanto, el Banco Central liquida dólares prestados para sostener el valor del peso y que una eventual devaluación no le eche más nafta a la inflación. Otro método que utiliza el Central es la tasa interés, que vuela por las nubes. Las famosas Leliqs son el jugoso invento que sustituyó a las Lebacs, transformando la bicicleta financiera en una Kawasaki. Vale hacer la precisión: el frenesí de las Leliqs arrancó el año pasado –después de que se desarmó la bola de Lebacs con una bruta devaluación– y ya alcanza en términos nominales al del pico de las Lebacs (una burbuja que demoró más de dos años en armarse). Es más: en Leliqs está circulando el equivalente al 40% de las reservas y al 82% de todo el dinero circulante en la economía.
Esa es la verdadera razón por la cual el gobierno soñó con levantar las elecciones primarias, no el ahorro de los cuatro mil millones de pesos que supuestamente se utilizan para pagar el operativo electoral. Agosto está demasiado cerca y octubre demasiado lejos. Un muy mal resultado para el oficialismo puede ser letal para la estabilidad del Chernobyl financiero, que está a la vuelta de la esquina.