Hoy: No hay paraíso sin pelota o la Revolución Futbolivariana
–Nunca imaginé este momento, y mire que soy una persona de frondosa fantasía. Pero nunca pensé que iba a ver momentos pre-revolucionarios en el país.
–¿A qué se refiere? Vea, no le entiendo muy bien.
–La pregunta, en medio de una revolución, puede parecer inocente; sin embargo es muy oportuna. Los revolucionarios debemos estar constantemente examinando, discutiendo la ideología revolucionaria y adecuándola al paso de los tiempos. La revolución es un proceso en constante avance; las condiciones cambian, las metas varían, el objeto estratégico se aclara y, sobre todo, las exigencias se hacen más complejas... y además se pueden aceptar transferencias bancarias.
–Pero ¿de qué habla? Otra vez... ¡otra vez le pintó el deliro místico!
–Le hablo del fulbo: la ausencia del mismo es lo único que podría desatar una verdadera revolución: la Revolución Futbolivariana. Su desarrollo ha pasado por varias etapas caracterizadas por confrontaciones entre los que, desde adentro y desde afuera del proceso, se oponen al desarrollo pleno de la Revolución Futbolivariana, y los que pugnan por dar pasos firmes hacia las conquistas de metas cada vez más revolucionarias. Con el fútbol se come, se cura y se educa.
–Me parece algo exagerado su planteo. Desmedido, como siempre. ¿En qué se basa para hacer estas conjeturas?
–El fútbol en la Argentina es el deporte más multitudinario. Es lo verdaderamente nacional y popular. Nueve de cada diez habitantes declaran ser hinchas de algún equipo de fútbol. La pelota no se mancha, pero debe ser televisada. En la Argentina pueden robarte el corazón, cagarte a tiros en Morón, pero al fútbol no se lo toca, y mucho menos a la tele.
–Entonces, ¿usted considera cabalmente que es una medida revolucionaria? ¿Grondona sería Fidel? ¿El Mac Guevara de la época sería Ernesto Cher Quis Bialo? ¿Lerche ocuparía el lugar de Camilo Cienfuegos? Déjese de joder: ¡esto tiene tanto de revolucionario como Biolcatti de sensibilidad social!
–Mire, las condiciones objetivas para la Revolución Futbolivariana están maduras en todo el país, corresponde a las fuerzas locales crear las condiciones espirituales. Fútbol para todos, fútbol para el pueblo.
–Ahá... ¿Y con el Venus piensan hacer lo mismo?
Publicado en Pausa #43