Ampliar y mejorar el sistema de desagües aparece como una de las principales materias pendientes de la ciudad.
Las precipitaciones de octubre y de noviembre fueron motivo de nerviosismo en los santafesinos. Casas del oeste y zonas que desconocían el fenómeno se anegaron, generando disgusto, angustia y pérdidas en los más afectados.
Al momento de escuchar las posibles soluciones no recibieron ninguna tranquilidad porque, según el intendente Mario Barletta, para que la ciudad no se inunde más “hacen falta 1.000 millones de pesos”. No sólo las casas se vieron complicadas sino también el tránsito de vehículos; el agua cubrió las calles y trasladarse en cualquier vehículo resultaba perjudicial para propios y extraños.
Una de las declaraciones del intendente, refutada por los vecinos, fue: “en términos generales, el sistema funcionó sobre todo en las estaciones de bombeos y reservorios”. El mandatario dividió la cuestión en dos: “Hay un proyecto del Instituto Nacional del Agua (INA), que demandaría 1.000 millones de pesos. A este proyecto hay que pensarlo en un mediano y largo plazo porque es muy costoso. El otro problema es circunstancial, y tiene que ver con la basura que hace que algunos barrios se aneguen en una lluvia y otros no”.
En una visita a los concejales, el secretario de Obras Públicas, Roberto Porta dijo: “se destinaron 157 millones de pesos en dos años de gestión”. También incluyó a las obras gestionadas con la subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, como la continuidad de los desagües Lavaisse y Entre Ríos y la ampliación de alcantarillas, esto es el trasvase de reservorios y las estaciones de bombeo”.
El intendente anunció también que la ayuda nacional estaría en camino, ya que confirmó la Nación enviará fondos para la culminación de los desagües Lavaisse y Entre Ríos, y la concreción del desagüe Llerena –desde General Paz hasta la Laguna Setúbal–, obras a las que les falta el 30% de ejecución. Se trata de 7 millones de pesos y una promesa de girar más de 20 millones para avanzar en otra serie de obras.
“Una vez concluidos, las obras aliviarían en gran medida los anegamientos por lluvias en barrios del oeste y del norte de la ciudad. Por un lado, sanearían integralmente toda la cuenca Entre Ríos, sobre todo en San Lorenzo, Chalet y Arenales. En tanto, la conclusión del desagüe en la cuenca Lavaisse disminuiría la acumulación de agua en Aristóbulo del Valle, Facundo Zuviría y Lavaisse”, afirmó un parte oficial.
También Porta habló de la ampliación de las alcantarillas sobre la avenida Circunvalación: “la administración anterior proyectó los desagües troncales para conducir un volumen importante de agua desde el centro de la ciudad hasta los reservorios; no tuvo en cuenta que la circunvalación hacía un dique. Por lo tanto, aunque estén los desagües troncales, si no hay un trasvaso de agua a través de la Circunvalación, no sirve de nada”.