El 18 de junio a la madrugada Diego Bonefoi, de 15 años, fue asesinado por un policía de la Comisaría 28, cercana al barrio Boris Furman, una zona de abandono de Bariloche. El suceso devino en reclamos de amigos, familiares y pobladores del barrio, que repetidamente ya habían denunciado abusos policiales. Las fuerzas represivas repelieron la movilización con ferocidad, asesinando a otro menor, Nicolás Carrasco (16) y a Sergio Cárdenas, de 29 años.
La reacción, por la tarde, llegó al Centro Cívico de la ciudad (los barrios pobres, como en cualquier lado, se encuentran segregados; en este caso, el “Alto” contra el rico “Bajo”) y se expresó sobre la arteria comercial principal, calle Mitre, con destrozos y saqueos. Casi al mismo tiempo, comenzaron a organizarse a través de Facebook grupos de barilochenses en defensa del accionar de la policía. Esto es: de las ejecuciones sumarias. Dos marchas organizaron, con amplia cobertura y apoyo de los medios impresos locales.
El obispo, su opción por los pobres. El intendente, la gendarmería y las presiones del poder real de la ciudad. Los organismos de Derechos Humanos. Un juez cuestionado por sus anteriores fallos, distantes del gusto de una población selecta que, entre otras delicadezas, amparó, cubrió, hizo ciudadano ejemplar y, finalmente, defendió al genocida nazi Erich Priebke.
Y los silencios, exposiciones, planteos y obscenidades de la información que circula por Internet: te invitamos a pasear por esta selección de links (pasa con el mouse y hacé click sobre ellos), una puerta de entrada al tema...
Video: la conferencia de prensa de la Multisectorial Contra la Represión, en Bariloche
Video: un recorrido, vía Google Earth, por el tejido urbano de Bariloche