Uno de los fundadores de Carta Abierta, el sociólogo Carlos Girotti, pasó por Santa Fe para presentar la “filial” local del movimiento de intelectuales que integra; en una charla realizada en el cineauditorio de ATE, ante unos 200 militantes la mayoría kirchneristas y el resto afines, dejó algunas definiciones que permiten vislumbrar por dónde pasará el discurso político de la campaña para 2011. No se jugó por un nombre –obviamente, mencionó a Cristina y a Néstor– y plantó una bandera electoral: “Una victoria, pero no a cualquier precio, sino una victoria que garantice que no habrá retrocesos”.
Según Girotti, las conquistas del oficialismo y, en especial, el rumbo fijado tras las elecciones del 28 de junio del año pasado –destacó que el gobierno haya reasumido el timón y enumeró la ley de medios, la asignación universal por hijo, el rol de la Argentina en el plano internacional y la ley de matrimonio igualitario como los hechos más importantes– deben ser resguardados y sostenidos. “Ni a cualquier precio, ni con cualquiera”, apuntó el sociólogo. Y refrescó que en una asamblea de Carta Abierta le reprochó en la cara “al Flaco” (por Néstor Kirchner) el armado con Rico en San Miguel.
“Tenemos que construir una victoria, pero no cualquier victoria. Hay que lograr que se garantice que no va a haber retrocesos. Una victoria en clave de poder propio”, dijo Girotti, y agregó: “Tenemos la posibilidad histórica de construir una nueva hegemonía en la sociedad”, en la que “la correlación de fuerzas” entre las clases populares y los sectores más poderosos se empareje o al menos vaya en ese rumbo.
Definido como “independiente” no kirchnerista y con raíces en la militancia de izquierda de los 70, Girotti destacó que Carta Abierta es una corriente plural de pensamiento que supera las “individualidades” intelectuales en que se reflejan: Scalabrini Ortiz, Jauretche, Cooke y Walsh.
Para el sociólogo, el grupo no es –como dijeron algunos medios nacionales tras su conformación– una “usina K” sino “un espacio plural” en el que conviven kirchneristas, no kirchneristas, socialistas, comunistas, anarquistas, peronistas de viejas y nuevas escuelas e independientes, en donde “lo original es el consenso”.
En la charla refirió variadas anécdotas de los dos años de trabajo de Carta Abierta, que emergió en medio del conflicto entre el gobierno nacional y las entidades rurales por la resolución 125. Girotti recordó que se juntaron para defender un gobierno democrático que, juzgaron, estaba “amenazado”. Otro de los fundadores, Nicolás Casullo –que falleció poco después–, fue el que definió ese momento histórico del gobierno de Cristina: “Clima destituyente”.
Desde entonces, se reúnen en asamblea, cada 15 días, en la Biblioteca Nacional, cuyo director –Horacio González– también es miembro fundador. El mecanismo impone la búsqueda de consensos en lugar de la votación por una u otra moción. Ese aspecto, destacó Girotti, es una de las originalidades del grupo. El otro: se trata de un espacio que surgió y se mantiene “sin pedir nada a cambio”. El objetivo: defender el gobierno desde una posición de independencia.
Girotti –investigador del Conicet, sociólogo y miembro fundador de Carta Abierta en Buenos Aires– remarcó el hecho de que Néstor Kirchner haya sido designado presidente de la Unasur y llamó al público presente a acompañar al gobierno nacional. “Ahora, vamos por todo”, arengó, luego de hilvanar la sanción de la ley de matrimonio igualitario con otras proclamas, como la ley de aborto y la derogación del artículo que obliga al Estado a sostener a la Iglesia católica.
Publicado en Pausa #59, conseguila en el kiosco