¡SOMOS MALAS, PODEMOS SER PEORES!
(fragmento de la nota de Ana Fiol publicada en Pausa #65)
"La Marcha del Encuentro y la lucha para legalizar y universalizar el derecho de abortar sin morir: 30 cuadras compactas de feministas tocando tambores, voceando consignas políticas, repartiendo volantes y escribiendo todas las paredes transformaron a su paso la ciudad y a sí mismas. Una formidable demostración de fuerza y de desafío a la normalización patriarcal de los atributos de las mujeres y de la femineidad. Ruidosas, agresivas, insumisas, desobedientes, irrespetuosas, fuertes, reclamando a los gritos por una sexualidad libre de embarazos no deseados y por la soberanía, el derecho individual al propio cuerpo y a las decisiones que lo involucran. La Marcha es un único momento y lugar en el que nos reunimos como mujeres para rebelarnos de tanto “destino social de servidumbre”, como nos enseñara hace 60 años Simone de Beauvoir."