Por Ezequiel NievaLa campaña se nacionalizó. El 24 de julio la provincia renovará sus autoridades en medio de la seguidilla electoral que comenzará el 10 de julio en la ciudad de Buenos Aires, seguirá el 7 de agosto en Córdoba y una semana más tarde, el 14 de agosto, con las primarias nacionales. El proceso concluirá el 23 de octubre, cuando se realicen las elecciones generales para presidente y diputados nacionales. El lanzamiento del gobernador Hermes Binner como candidato a la Casa Rosada y los gestos de apoyo de Cristina Fernández de Kirchner hacia el candidato del Frente Santa Fe para Todos (PJ), Agustín Rossi, no hacen más que confirmar que en la provincia se juega mucho más que cinco categorías electorales. Lo que no significa, claro está, que el resultado del 24 de julio se traslade en forma automática al escenario nacional. De momento, hay más preguntas que certezas. ¿Una derrota de Rossi afectaría la apuesta del kirchnerismo en la Nación? La experiencia de 2007 indica que no. La presencia de la presidenta en la campaña local, ¿aumentará las chances electorales del PJ, como sucedió en otras provincias? ¿Habrá “voto cruzado”: socialismo en Santa Fe, kirchnerismo en la Nación? La inclusión de Omar Perotti en la lista de diputados nacionales, ¿favorecerá a Rossi? Entre una y otra elección hay tres meses; ¿cómo se moverán los votos del rafaelino? La fractura del Frente Progresista a nivel nacional, ¿incidirá en la provincia? ¿Y la candidatura nacional de Binner? Todas preguntas con más de una respuesta. Rossi predijo que de aquí al 24 de julio no sólo se debatirá el modelo de provincia que los santafesinos quieren: también el modelo de país. Bonfatti opina todo lo contrario: una elección no influye sobre la otra. ¿Pueden tener razón los dos a la vez?
Unidos contra el PJ En las últimas dos semanas hubo una catarata de novedades. El miércoles 8 el Frente Progresista lanzó su campaña para las generales provinciales. Binner en primera fila, junto a dirigentes de todas las fuerzas de la coalición; todos coincidieron en que un triunfo del PJ significaría “volver al pasado” y remarcaron que la unidad en la provincia está asegurada más allá de la ruptura, a nivel nacional, del socialismo con la UCR. El acto fue presidido por los candidatos a gobernador y vice –Antonio Bonfatti y Jorge Henn–, quienes prometieron darle continuidad a la gestión de Binner. “La gente no quiere mirar para atrás; los santafesinos no quieren detener este proceso de cambio”, dijo Henn. Bonfatti se sumó a los cuestionamientos sobre los 24 años de gestiones justicialistas: “El Estado ausente que heredamos lo hemos transformado en un Estado presente y con políticas en todas las áreas. Es un Estado democrático, participativo, cercano a la gente”. Los radicales “orgánicos” dieron el presente. La autoridad provincial del partido, y candidato a senador por La Capital, Hugo Marcucci, añadió: “Veo gente preocupada porque el pasado puede volver, pero tenemos que decirles claramente que el 24 de julio gana el Frente Progresista porque los santafesinos ya decidieron que en esta provincia no vuelvan más las rejas a Casa de Gobierno”, dijo en alusión al vallado que separó la Plaza de Mayo de la Casa Gris en las gestiones de Carlos Reutemann y de Jorge Obeid. La vicegobernadora Griselda Tessio –segunda en la lista de diputados provinciales– le tiró con munición gruesa al kirchnerismo como parte del PJ: “Se presentan como ‘el cambio’ y el ‘progresismo’ pero durante los 24 años de gobiernos de ese partido nunca se avanzó en temas que son centrales, como la paritaria docente, el medio boleto estudiantil, la reforma judicial, la creación de los comités mixtos de salud y seguridad laboral, entre otras acciones transformadoras”.
¿Quién gobierna? Un día después, Agustín Rossi devolvió las gentilezas con un fuerte cuestionamiento hacia Binner y Bonfatti: “Si los santafesinos me eligen a mí, saben quién va a ser el gobernador: voy a ser yo. Si lo eligen a Bonfatti, no saben si va a gobernar Bonfatti o Binner. Eso es muy peligroso”; una respuesta a Bonfatti, quien había dicho que la provincia no necesita como gobernador a “un delegado de la Casa Rosada”. Rossi también opinó sobre los chispazos internos en el Frente Progresista, motivados por la ruptura a nivel nacional: “Siempre que en un frente político hay diferencias internas, no es el mejor clima para desarrollar un proceso electoral. Si esas diferencias tendrán algún significado electoral, uno no lo puede saber. Nosotros estamos preocupados en lo que nos toca hacer a nosotros”. –¿Cómo afecta a la campaña local la candidatura de Binner? –Habrá que verlo –contestó Rossi–. Seguramente, tendrá su efecto en la elección provincial, sobre todo porque tenemos una elección cuya última etapa coincide con la primera etapa de la campaña nacional. No sólo habrá que hablar de la provincia que queremos sino también del país que queremos. Eso será parte del debate político en la provincia, que va a ser mucho más rico, más integral; no discutir asépticamente lo que queremos en la provincia sino también qué modelo de país queremos para que la provincia se desarrolle y se potencie. Sobre las intenciones de la candidatura de Binner, el diputado nacional del Frente para la Victoria se desligó: “No sé cuáles habrán sido las motivaciones del gobernador; no corresponde que yo haga esa evaluación”. En cambio, elogió a la presidenta por no apurarse en anunciar su candidatura, habida cuenta los sucesivos cambios de escenarios en el arco opositor. Sobre la participación de Cristina en la campaña santafesina, Rossi fue optimista: “Esperamos, sobre todo, que venga cuando ya sea candidata, después de haberse lanzado formalmente. Va a ser inevitable, la elección presidencial comienza cuando la provincial llega a su etapa final. Esa superposición se va a dar en el debate político de la provincia; la presencia de la presidenta potencia las posibilidades de nuestro espacio. Santa Fe no es una isla”.
El modelo socialista El sábado 11, en Buenos Aires, Binner lanzó su candidatura presidencial. Dos días más tarde hizo declaraciones en Santa Fe y planteó el eje de su propuesta: “Cambiar la forma de gobernar el país, pasar del centralismo a una auténtica posición federalista donde se tenga en cuenta a las provincias y podamos construir desde el interior la base fundamental de la pirámide, de lo que significa llegar al puerto de Buenos Aires”. –Con la UCR por un lado y el socialismo por otro, ¿no se dispersan las chances de la oposición? –Nosotros creemos en lo que decimos y lo estamos llevando adelante en la provincia. Lo que hemos dicho en la campaña electoral está en el programa de gobierno. No tiene por qué haber confusiones. –¿Qué piensa de quienes opinan que su candidatura es funcional al kirchnerismo? –Es funcional a lo que nosotros pensamos. Tenemos la absoluta libertad de hacerlo. No hay vínculos con el kirchnerismo más allá de la exigencia por los derechos que le corresponden a la provincia, que necesitamos que se cumplan. Así, Binner se defendió de las críticas de la UCR por su lanzamiento nacional. La hipótesis de los radicales sostiene que el socialista le restará votos a Ricardo Alfonsín y beneficiará, indirectamente, al kirchnerismo. Por lo demás, el gobernador remarcó que su único vínculo con la Casa Rosada es el reclamo –presentado ante la Corte– por los fondos detraídos a la provincia para financiar a la Anses.
Cristina abre la puerta El lunes 13 la presidenta se terminó de meter en la campaña provincial. Recibió en su despacho a Rossi, a María Eugenia Bielsa –cabeza de la lista de diputados del PJ– y al intendente de Rafaela Omar Perotti, quien se ubicó segundo en la interna para gobernador y, ahora, encabezará la lista de diputados nacionales. Tras la foto de Cristina con los tres candidatos, las primeras lecturas aludieron al intento de retener el voto justicialista no kirchnerista expresado en la figura del rafaelino. La distancia entre una y otra elección –tres meses– dificulta cualquier vaticinio. En el obeidismo, sector que alentó la precandidatura a gobernador de Perotti, interpretaron que con su gesto la presidenta intenta mostrar a un PJ amplio, con reutemistas y obeidistas incluidos: las antípodas del kirchnerismo fuera del PJ que, dos años atrás, quedó en tercer lugar en las elecciones de senadores y diputados nacionales. “Esta invitación de la presidenta, esta apertura, nos deja absolutamente conformes porque ella da el primer paso para esta integración”, señaló la diputada obeidista Silvina Frana, candidata a senadora por La Capital. –¿Eso puede ayudar al PJ desde el punto de vista electoral? –Creo que va a ayudar y sería bueno que se reconozca el gesto de la presidenta, porque en algún sector de la población ella quedó encapsulada en la discusión con el campo y creo que este gesto muestra una apertura concreta. Desde la vereda de enfrente, Bonfatti negó que el apoyo de Cristina a Rossi incida en el electorado y dijo que tampoco lo hará el lanzamiento de Binner como candidato a presidente. “Ni Cristina en la provincia ni Binner en la Nación modifican nada”, opinó el actual ministro de Gobierno. “Cuando la gente vota, sabe lo que vota. Cuando va a elegir un intendente o un presidente de comuna, está mirando quién dirigirá los destinos de su pueblo o de su ciudad. En la provincia es exactamente igual. Y cuando se vote en octubre por la presidencia de la Nación, se votará otra cosa”, apreció el candidato del Frente Progresista.
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