En el final de un año agitado, decidimos repasar los episodios más salientes y así surgió el anuario que ocupa buena parte de esta edición, en el que pretendimos reflejar con rigor los temas que dominaron la agenda durante 2011 y otros que, pese a su importancia, no ocuparon el centro del debate público.
La renovación y la continuidad fueron la marca del cuádruple turno electoral del año que culmina. Y mientras el país vivió una verdadera fiebre reeleccionista, hecho del que se desprende una estabilidad política y económica impensada apenas diez años atrás, el mundo se agitó al ritmo de la crisis financiera y de la caída de las economías basadas en la especulación.
Dos imágenes que contrastan y que son el símbolo de una época cuyas características centrales están aún en construcción.
En el plano doméstico, la agenda de los movimientos que luchan por la diversidad sexual se comenzó a colar entre las prioridades legislativas y oficiales. Junto a un apretado resumen de ese trabajo, publicamos también lo más saliente que dejó 2011 en materia de política, economía, cine, música y deportes.
Con esta edición nos despedimos hasta el año próximo. Marzo de 2012 será el momento del reencuentro y el punto de partida de una nueva etapa de crecimiento.
Editorial de Pausa #88, miércoles 7 de diciembre de 2011