Música hecha en Santa Fe

Repasamos los discos del rock santafesino modelo 2011. Y reflexionamos
sobre el estado del panorama musical local, que continúa dando batalla.
Por Juan Almará
Hace tiempo que los gurúes de las nuevas tecnologías
anuncian la muerte del disco  a mano del
nuevo soporte digital. Pero son muchas las bandas que desoyen ese mandato y se
animan a seguir diseñando tapas y booklets, maquinando el orden de las
canciones y pensando sus productos en términos más integrales.  El 2011 ha sido fructífero en cuanto a
álbumes publicados en nuestra ciudad. Algunos editaron su primer hijo y otros
sumaron un nuevo eslabón. Hay para todos los gustos: rock, fusión, tecno-pop,
grunge, funk, hip-hop, punk, metal, reggae… Algunos llegaron al álbum y otros
terminaron en EP. En todos los casos estamos en presencia de un buen número de
producciones de calidad. Aún falta una industria cultural desarrollada que las
vincule e integre, permitiendo un reconocimiento masivo y una dinámica de
trabajo superadora. Atenta a estas demandas, se mueven instituciones como el
SURock, que pergeñan estrategias como los Clubes de Música en Vivo o los
convenios con la Unión de Músicos Independientes (UMI) para la fabricación de
CDs. O reconocimientos como los Poquet Awards, que premian lo mejor de la
escena local.
Pausa reseñó varias de las novedades discográficas de 2011.
Vamos a repasar algunas de ellas.
Rock y fuego
Si bien pertenece a finales del 2010, Te llena de rock! de
Astro Bonzo, recorrió su camino este año. Definiendo un estilo que se esboza en
su trabajo anterior (Astro Bonzo, 2007) 
los bonzos avanzan en la creación de su propio universo. Sumando baladas
spinettianas y rocanrol más clásico a su efectiva base setentista, este segundo
opus toma la forma de un cóctel explosivo. El onírico “Amanecer en Urano”, el
pesado “Blues del resentido”  la calmada
“Tibio manantial” fluyen a través del concepto del rock como llave de puertas a
universos paralelos.
Debutantes  
Dos grupos dieron a conocer su disco inaugural: Gol de
Chancho e Infusión Kamachui.
Los primeros sacaron Estado de Emergencia, editado
con el apoyo de la mutual Jerárquicos Salud y la Cervecería Santa Fe, por haber
ganado en febrero el concurso “Música en el Río” gracias al voto del público.
Con influencias locales e internacionales actuales (La Cruda y Foo Fighters),
van del power primitivo a los temas midtempo más pensados, siempre dejando
huellas que adquieren una forma cada vez más personal y definitiva.
Los Kamachui patearon el tablero con un disco doble
conceptual. En este año pudimos escuchar la primera parte: Equinoccio I. Más
maduros y seguros que en su disco anterior, (Don Gregorio Sessions, 2007)
relatan el devenir de un personaje que debe atravesar el pasaje que separa la
muerte de la esperanza. Dispuestos a hundirse en la búsqueda, sus canciones
mezclan lo acústico y lo eléctrico, folclore, metal y rock con toques jazzeros.
Una apuesta original y bien lograda.
Espíritus inquietos   
Los que también se jugaron por la indagación de texturas
musicales son los RIO. El trío tecno-pop, que cuenta con los ex Psycho
Sebastián Cúneo y Carlos Passeggi, presentó Curvando el tiempo, sucesor de Con
los pies en el agua (2008).
En un estilo definido, corren por toda la cancha,
jugando un poco en cada puesto.  En el
costado más conservador del género están “Tres minutos” y “Amazonas” con
efectos de teclado como caballitos de batalla. Pero “Curvando el tiempo” (el
tema) y “Cae la noche” rompen con creatividad el molde synthpop. Las guitarras
acústicas aportan otros paisajes: vidalas, melodías elaboradas y letras de
vuelo poético. 
La misma senda ecléctica es transitada por Chino Mansutti y
Lleva, su debut como solista. El ex cantante de Farah convirtió sus
experiencias de vida más recientes en un abanico de diez canciones
camaleónicas. Pop, valses, aires folclóricos, hip-hop y una canción de cuna se
funden en un viaje con boleto de ida. Acompañan los Refutadores de Leyendas,
banda que no le escapa al desafío y se anima a todos los géneros e
instrumentos. Sobresalen “Alessandria” (nostálgicas descripciones de recuerdos
italianos) y “Va a pasar” (tema que llegó a la segunda etapa del concurso
nacional YPF Destino Rock).
Y además…    
El 2011 también fue el año de Eclipsando de Los Cohibas. Con
el funk como disparador, incorporan rap, soul y rock a su propuesta. Otra grata
sorpresa fue la incursión en solitario de Emiliano Delfino, (también cantante
de Cohiba y otrora integrante de Única Actitud): Delfinoflow lo muestra tirando
rimas y flotando sobre los scratch con toda la actitud de un MC que sabe lo que
hace.
Por su parte, los Particulares Rockin’ Orquesta inyectan una
buena dosis de rocanrol con el disco que lleva el nombre de la banda. Otra
aparición en soledad fue Sin aditivos ni conservantes, de la ex Levitar, Mili
de Pro. Allí profundiza su costado más pop. Para finalizar, no podemos dejar de
mencionar que con el EP Experimentonegro Rodrigo González recuperó lo mejor del
espíritu crudo y demostró que aún tiene mucho para dar.
Estas son sólo muestras de unos 365 días más que
productivos. Esperemos que los próximos doblen la apuesta y colmen las
expectativas de los públicos locales.
Publicada en Pausa #88, miércoles 7 de diciembre de 2011

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