En la edición 91 del periódico Pausa, dos columnistas se ocupan de dos temas de actualidad: el aumento de la yerba mate y el proyecto de despenalización de la tenencia de drogas para consumo personal. Pasen y lean...
Jardinería anti narcos
Por Licenciado Ramiro
En estas últimas semanas se ha puesto (otra vez) en discusión en los medios de comunicación, y a partir de un proyecto presentado por el senador “copado” Aníbal Fernández, la despenalización de la tenencia de drogas para consumo personal. Como siempre, aparecen opiniones de las más variadas y radicales. Por lo general, se le da pantalla al neurólogo que asegura que drogarse provoca un desprendimiento de cerebro que reemplaza al moco y sale por la nariz y al mismo tiempo se lo llama a Andy Chango -completamente drogado- para que defienda el consumo (aunque en verdad lo usen para ejemplificar y adoctrinar sobre cómo queda uno cuando se zarpa). Como sea, podemos escuchar argumentos con mayor o menor validez, o directamente ridículos, ya sea para defender la despenalización o no.
Mientras tanto, hará una semana hubi títulos pomposos sobre cómo en el interior de la provincia la policía secuestró 1 kilo y medio de marihuana y apresó 6 personas que la transportaban no me acuerdo dónde. La noticia fue presentada como un gran golpe al tráfico de estupefacientes… un gran golpe del que los narcos ni se dieron por enterados.
Tal vez el titular contente a la sociedad bien; señores y señoras que claman por seguridad y que ven en estos operativos cómo la policía realmente trabaja para el bien de la comunidad; que el Estado se hace cargo de la lucha contra la droga… En verdad, no es casual que cuando se propone la despenalización del consumo personal agarren a un perejil con un kilo de falopa y vaya en cana. Por otro lado, pensé: “¿Qué habrán hecho los narcos cuando supieron de esto? Lo de siempre: seguir produciendo y buscar 6 nuevos pibes que pongan la cara, muchas veces por necesidad, y se encarguen de hacerles ganar guita.”
Ante eso, y tomando como ejemplo el caso de la marihuana, me pregunté: ¿qué harán los narcos si se despenaliza la tenencia para consumo personal y entonces quienes tengan ganas de fumarse un porro lo empiecen a plantar, cultivar, preparar y consumir todo en un mismo circuito productivo casero y artesanal? Créame, señor, señora, se preocuparían: perderían ventas y clientes, no podrían emplear intermediarios, se reducirían sus ganancias a costa del laburo insano de otros y de, le doy una mínima tregua, el cerebro de los consumidores, ya que vaya a saberse con qué mezclan esos prensados de yuyo que venden.
No pretendo hacer apologías (ya le diré porqué), sino afirmar que tener una planta de marihuana en el patio de casa atenta mucho más contra el narcotráfico que un operativo en el cual se secuestra droga en escasa cantidad. Diferente sería que se intervengan las “cocinas” donde se produce, más fáciles de encontrar para Mauro Viale que para el gobernador de Buenos Aires. ¿Por qué que despenalizar la tenencia atenta contra el narcotráfico? Matemática pura: el tipo que planta lo que fuma no necesita comprarle a otro y tampoco alcanza su producción como para volverse un vendedor. Además, se quedaría sin faso.
Ya sé. Ahora usted me va a decir: “¡Ah, pero entonces todos se van a plantar su propia droga! ¡Y en ese estado me van a salir a matar por un par de zapatillas!” ¿Usted nunca plantó una Santa Rita? ¿No le costó que creciera y floreciera? Bueno, no es fácil cultivar marihuana y procesarla para poder fumarla. A mí de solo pensar en el trabajo de regarla, iluminarla, pasarla a tierra, cortar, procesar y después encima tener que armar el cigarrillo, ya me da fiaca… Prefiero ir a tomarme una cerveza con mis amigos. No es tan fácil… y si lo fuera, no dejaría de generarle un daño al narco. Ah, y el que se toma ese trabajo sin dudas lo hace por placer y no para ir a robarle a usted.
Así y todo, también quiero decir que yo prefiero menos drogas, sedantes y alcohol. Más aún, prefiero un mundo donde pasarla bien (ni hablar de ser feliz) no requiera de drogas, sedantes y alcohol. Sin embargo, también prefiero que no se criminalice al que elige hacerlo (por el motivo que sea: recreación, curiosidad, necesidad). Pongámosle el nombre que queramos… de seguro no es el que consume en el living de su casa. Antes de criminalizar, yo me preguntaría porqué alguien necesita empastillarse para pasarla bien; qué hay mal en el mundo que hace que uno necesite de paleativos narcotizantes para poder sobrevivir o vivir bien. Antes que criminalizar, preferiría cambiar las condiciones que hacen a este mundo un mundo en el que es preferible estar dormido.
Y para finalizar, en estos renglones les mando un mensaje a papá, mamá y suegra: quédense tranquilos que no cultivo marihuana en casa… todavía.
El conflicto de la arbórea neotropical
Por Adrián Brecha
El mate es un ritual para la mayoría de los habitantes de la Argentina e Islas del Atlántico sur. Forma parte de nuestra rutina y posee tantas tradiciones como cebadores. De acuerdo a cómo se sirve el mate en una rueda podemos decir:
Frío: desprecio
Lavado: desgano
Hervido: envidia
Cebado por la bombilla: odio
Servirlo al de la izquierda: falta de respeto
Con ruda: matecito “para el amor”
Bombilla tapada: enamorado
Con espuma: aprecio
Con cedrón: daño del corazón
Primer mate: mate para el tonto. Siempre al primer mate lo toma el cebador
Amargo: Lealtad y franqueza
Hay quienes lo toman dulce, con cascarita de naranja, con café, frío o caliente. También hay herejes que le ponen edulcorante o yerba saborizada. Es por eso que el nuevo precio de la yerba provoca tanto a los sectores más progresistas como a los más conservadores. Es posible que ante este nuevo conflicto Víctor Hugo y Fontevechia participen de una gran mateada de protesta frente al Congreso de la Nación.
El mate cocido, bebida de los sectores populares que en 2003 y bajo el nombre de Nativa no pudo ser gasificada por Coca Cola, es en estos días símbolo de estatus. Hasta le diría que desayunar diariamente esta infusión podría considerarse ostentoso.
El desabastecimiento de primeras marcas en las góndolas puede tener efectos inesperados si se suma a la faltante de ansiolíticos importados. Con lo cual es posible que Moreno pertenezca a la logia de los Illuminatis y quiera desestabilizar al gobierno desde adentro. También existe la posibilidad de que los nuevos precios sean parte de una medida para mejorar la tasa de natalidad en la Argentina.
La frase de un viejo poema de Ubeda Chavez: “yerba mate misionera sustento del poriajú” quedó desactualizada y es posible que Mauricio adquiera los derechos de Todos Tus Muertos, para utilizar la frase de la canción “Mate” en su próxima campaña, interpretada por Miranda:
Mate! Cultura popular
llega hasta tu casa y no salgas a votar
faséalo! menéalo! Rockéalo!
Si bien todavía no podemos precisar cuál será el impacto que provocará en el ser argentino la disminución del consumo de yerba mate o qué cambios de conductas puede llegar a producir, hay quienes especulan que detrás de todo esto está Aníbal Fernández, el tío bigote, y su proyecto de despenalización que busca priorizar los derechos humanos de segunda generación: primero atender la salud del consumidor y después atacar el narcotráfico. En los pasillos del Congreso algunos aseguran que esta propuesta implica también un modelo de sustitución de hojas, ya que es más fácil cultivar Cannabis Sativa en una maceta que Ilex Paraguariensis (yerba mate), con lo cual se privilegiaría el autoabastecimiento evitando así a los grandes molinos e intermediarios.
También es cierto que ya se creó un pequeño mercado negro de yerba lavada secada al sol o bien cortada con otros yuyos de dudoso origen.
Todo es posible y, aunque parezca raro, dos paquetes de medio kilo salen más barato que uno de un kilo.
Publicadas en Pausa #91, miércoles 11 de abril de 2012