Por Licenciado Ramiro
¿Quién no ha sido víctima y victimario alguna vez de la excusa que titula la columna? Por eso, y porque la mayoría de las veces fui el destinatario de esa frasecilla, quiero denunciar las estrategias utilizadas para llevar a cabo la peor de las tareas: dejar a una persona… O bien, las que utilizaron para dejarme. Y denunciar las mentiras que ocultan estas excusas, aportando respuestas para aquellos y aquellas que padezcan mi mismo destino.
Quiero comenzar diciendo que es obvio que ese “soy yo” es mentira, porque si fueras vos sola, andá a un psicólogo y santo remedio… Pero, en lugar de pedir turno para hacer terapia en un consultorio, a los pocos días de abandonarnos se “analizan” en algún antro bailable. Ergo, “no soy yo, sos vos”.
Sin embargo, es factible encontrarse con algunas variantes ingeniosas que dejan sin efecto las respuestas anteriores. Presten atención, porque he aquí lo que podemos responder al ser abandonados, no para que se arrepientan, sino para que se hagan cargo de lo que están ocultándonos.
Aclaro que lo entrecomillado aparece en género femenino porque reproduzco lo que yo he escuchado, pero este breve manual de respuestas puede ser utilizado tanto por varones como mujeres.
1. “Quiero estar sola”: Ok, si querés te compro una isla y hacés la gran Robinson Crusoe, porque es la única chance de que estés sola. Es físicamente imposible estar sola o solo. Pero ante la lógica podrían argumentarnos…
2. “No, tonto… No quiero estar con nadie en pareja; ¿entendés ahora?” Primero: ¿estás con alguien más además que conmigo? Supongamos que sí: espero que los demás sufran mi misma suerte. Supongamos que no… Entonces, ¿por qué no sos clara? “No quiero estar con nadie”, significa “No quiero estar con vos”, sin vueltas. Así ahorramos sospechas, dudas, angustias, incertidumbres, culpas, e inclusive la bajeza de los ruegos.
3. “Estoy confundida, no sé lo que me pasa”. Volvemos al comienzo: andá al psicólogo o, en el peor de los casos, dejá que te compre un libro de Claudio María Domínguez, pero no me hago responsable de los efectos colaterales.
Aquí me permito una digresión: los boliches o pubs son espacios donde la música aturde, las luces y los flashes hacen que uno pierda el sentido de la ubicación, se venden bebidas alcohólicas que perturban la sensibilidad y la capacidad de reflexión; la gente empuja, pisa, grita… ¡El último lugar al que tenés que ir cuando cortaste con tu novio es de joda al boliche, si no querés seguir confundida o si no sabés lo que te pasa!
4. “Necesito un tiempo”. ¿Tiempo para qué? ¿Para encontrar respuesta al estar confundida? Acá se me ocurren dos posibilidades. La primera: levantate más temprano o no duermas la siesta… eso te va a dar más tiempo. La otra: comprate un reloj. Sinceramente, jamás me enteré de que por una separación, las agujas del reloj hayan dejado de girar.
5. La excusa que se lleva todos los laureles, la excusa que está al tope del ranking de excusas insólitas es: “No estoy a tu altura” o “Te merecés alguien mejor que yo”. A ver… en primer lugar, dejame decidir a mí cuánto mido o con quién merezco o no merezco estar; y si de muy última tengo ganas de engañarme a mí mismo, ¡problema mío, no tuyo! Si no tengo autoestima y quiero estar con alguien inferior a mí, capaz lo hago para sentirme superior o porque realmente creo que estamos a la misma altura… Si tanto sabés con quién y con quién no debo estar, hacete consultora amorosa y te llenás de plata; pero no me digas lo que tengo que hacer. ¿Acaso no estabas confundida? Si estás confundida, será porque no sabés lo que vos querés o merecés… entonces menos vas a saber lo que yo necesito o quiero.
Lo que sigue es una especie de Bonus Track. Casi como un chiste de mal gusto me han llegado a decir: “Vos tenés muchas virtudes y a las mujeres eso no nos gusta”. Si fuera una tira de Condorito, este párrafo terminaría con un “Plop!” o un “Exijo una explicación”. Pero no lo es. Pregunto: ¿vos te enamorás de los defectuosos? Supongamos que sí. Una vez que te enamorás de un defecto, pasa a ser una virtud. Nadie se enamora de lo que no le gusta; y si le gusta es porque lo considera al menos atractivo.
Ah, pero el motivo al que le adjudicaron lo anterior fue que “a nosotras nos gusta renegar”… Y digo, de onda, ya que te gusta renegar: ¿por qué no te comprás un Cubo Mágico y tratás de armarlo? Total vos querías tiempo, ¿no? Bueno, el tiempo que te ahorrás estando sola lo podés ocupar con eso… Te hace renegar como loco ¡y encima es tan divertido!
Publicado en PAUSA #94, a la venta en los kioscos de SF
Si se me permite: el problema no es el chancho, sino el que le da de comer.
Esta buenísima la nota, me reí mucho xq es verdad y entiendo el punto de vista. Ahora, tambien es cierto que a veces esas excusas tontas son mas suaves que decir "no te quiero", siempre duele y da culpa saber que vas a lastimar a otra persona y mas si sabes que no lo merece, no hay un manual de "como terminar relaciones sin lastimar al otro" y eso lo hace un poco dificil. La otra campana tambien existe...pienso, no?
Concuerdo mucho! Es un deber para el que está tomando la decisión definitoria, el hacerse cargo de eso y dejarse de huevadas. Cómo no leí esta nota antes, eh?