Amistad, adrenalina y cultura tribal de la tabla con rueditas, que se multiplica en Santa Fe.
Por Gastón Chansard
Ya no son ese pequeño grupo de pibes que se juntaban en alguna plaza, hoy son cientos y cientos de chicos que salen a las calles a disfrutar del skate, un fenómeno urbano que se multiplica en el país, una actividad que trasciende lo meramente deportivo y muestra su propia cultura casi como un desprendimiento del arte que se desplaza en cuatro rueditas.
Indumentaria, música, medio de transporte, palabras y herramientas de comunicación visual que hacen foco en uno y mil movimientos son algunos de los componentes fundamentales para entender al skate como algo más que un deporte.
Y, como tribu urbana que son, los skaters tienen características aventureras, disfrutan de salir a patear la calle, celebran sus nuevos trucos, buscan nuevos lugares, andan en grupo, integran a los chicos nuevos, expresan un gran deseo de hacer crecer esta actividad, tienen un espíritu solidario y disfrutan mucho de los valores de la amistad.
Acá y en todas partes
Santa Fe y la vecina Santo Tomé no están ajenas a la ola de skaters que invaden Argentina. La plaza 25 de Mayo es y fue el lugar que los chicos eligieron para hacer de las suyas. “Es la cuna del skate santafesino, desde los comienzos me iba para el sur y siempre me encontraba con alguien, hasta que los cyber desembarcaron con sus juegos y fueron el furor. Ahí quedamos solos con dos amigos y cada tanto aparecían algunos, andaban un tiempo y desaparecían, lo mismo pasó con los comercios, de tres o cuatro tiendas que vendían skates pasó a quedar uno solo, pero hace unos cinco o seis años atrás volvió a crecer lentamente y desde hace tres se masificó”, aseguró Nicolás Miract, que con sus 24 años de edad es el máximo referente de esta actividad en nuestra región.
La primera explicación de Nicolás para entender esta invasión de skaters pasa por la comunicación, “la televisión, Internet y el marketing en general adoptó el skate como algo ´cool´, y te meten skate en la cabeza todo el tiempo”; pero además destacó que los pibes “descubren un deporte muy libre, donde no tenés horarios, no tenés una meta a cumplir, no ganás ni perdés, no dependes de que haya otro u otros para practicarlo, no necesitas un club, no tenés que pagar ninguna cuota, solamente el skate y unas zapatillas preferentemente cómodas. Cualquiera puede andar, sin distinción de clases sociales ni de edades”. También aseguró que es un deporte “muy técnico, donde se debe practicar una y mil veces lo mismo hasta que salga. La base de andar en skate es la confianza”.
“Cuando veía algún chico que se acercaba a andar yo iba e intentaba sumarlo, esa era la única manera de que este deporte progresara”, dijo Nicolás. Recuerda que “los motivaba para que sumen entusiasmo y no abandonen”. Miract no se quedó en la plaza ni en la pista de chapa del Parque Sur, se abocó a la “docencia” de esta actividad desde hace tres años: “El tema de empezar a enseñar también colaboró en esta expansión, pero también fue muy importante la tarea de Juanjo (dueño del local más importante del skate en Santa Fe) a la hora de traer pibes de afuera para hacer demos y eventos, con eso se enganchaban muchos más”.
Miract dio clases en San Justo, en el verano también lo hizo en una playa santafesina y actualmente también viaja a la ciudad de Barrancas, da clases en el “Cool skatepark” de nuestra ciudad (Padilla 1590), y en el nuevo skatepark de Santo Tomé.
[Foto: Emiliano Santa Cruz]
Cultura skater
Parte de la cultura pasa por una manera de vestir, y en ese punto se detiene Nicolás y recuerda que en los 90 se usaban los pantalones muy anchos, “no hace mucho tiempo los usaba, hasta que me insistieron para que me ponga los chupines, pero primero pasé por un clásico y me resultó más cómodo y después un chupín que me pareció comodísimo. En mi caso no cambié por moda, pero sí esta claro que en los skaters la identidad estética es un rasgo distintivo”. La zapatilla es, luego del skate, el otro elemento importante para salir a andar. Grandes, cómodas y con una buena amortiguación para alivianar los golpes en los talones son las principales características de un calzado skater. Las zapatillas se pueden conseguir a partir de los $450, mientras que el skate para un principiante ronda los $400.
La moda skater también abarca remeras, camisas, gorras, bermudas, camisas, buzos y canguritos. Sobre este aspecto comercial del deporte, el crecimiento en la ciudad fue tan importante que en la actualidad hay casi diez locales que se dedican a la venta del rubro.
Por sus orígenes californianos y por lo joven del deporte, a medida que uno se va sumergiendo en el mundo del skate las palabras inglesas comienzan a dominar la escena del vocabulario: ollie, nollie, flatground, flip tricks, stall, trucks, street, croocked grind, backside lipslide... Es ahí donde conviene detenerse (como le pasó a quien escribe) para preguntar: “¿Nicolás de qué estas hablando cuando decís que Santa Fe no tiene muchos spots?”. “Nosotros le decimos spot a los espacios para patinar, que pueden ser una escalera, una baranda, una rampa, un borde, un cajón. Sería nuestro escenario”.
A la hora de hablar de música, más allá de que se diversificó en los últimos años debido a lo masivo de su práctica, el mundo skater viajaba de la mano del punk rock, el hardcore y más tarde el rap. En nuestro país fue Masacre la banda que enarboló la bandera del skate argento. Por estos días se volvió una actividad “cool” (según Nicolás) y no es sorpresivo encontrar videos de skate con canciones electrónicas. En su momento fue un movimiento minoritario de culto, donde muchos los veían como los chicos malos que andaban en pandillas con tablas y escuchaban ese “sucio” punk rock. “Esa imagen bajó de Estados Unidos, porque también era una realidad de allá, pero acá nada que ver. Es más, yo me encargaba de mostrar otra imagen del deporte, hasta llegué a echar chicos que fumaban en la plaza”.
Hoy la música quedó en un segundo plano, el arte de la fotografía, el dibujo y el mundo audiovisual ganaron un espacio significativo y es frecuente observar cámaras en un grupo de skaters: “El skate es igual de libre que el arte en general, es una forma de expresión, sólo la creatividad propia es el límite, al igual que la música o el dibujo”. Además agregó que “muchos buscamos un trabajo relacionado con esto que nos gusta tanto y luego encontramos una salida laboral”.
Sponsors importantes, revistas y programas de televisión hacen posible que muchos skaters de Buenos Aires, Mar del Plata y también de Córdoba puedan vivir del skate. Con respecto a Santa Fe, Nicolás manifestó que está patrocinado por un negocio local que se dedica al rubro y tiene un ingreso económico con las clases que dicta: “Se puede llegar a vivir del skate, pero es muy sacrificado”.
Siguiendo en el plano de las artes, allá por 1986 el cine norteamericano estrenó una película que es un ícono para empaparse de skate: Thrashin. Otra film recomendable es Lords of dogtown (2005).
Ciudades sobre ruedas
Buenos Aires y Mar del Plata son la meca del skate argento, mientras que en un escalón más abajo se ubica Córdoba y luego Rosario. “Existe una sana rivalidad entre Buenos Aires y Mar del Plata, pero el porteño tiene un estilo y el marplatense otro”, destacó Nicolás. Capital Federal llegó a reunir el año pasado a 10 mil skaters en el encuentro que organizó la marca de zapatillas Emerica, que además de vender miles de sus productos en el mundo, tienen a los mejores representantes del skateboarding (así se llama el deporte en EEUU, en Argentina se lo limitó a skate) y según las declaraciones de algunos jóvenes que concurrieron, “los Emerica son como los Rolling Stones del skate”.
Terreno ganado
Santo Tomé desde febrero de este año ya tiene skatepark y el próximo sábado 30 de marzo tendrá su primer torneo con especialistas de Buenos Aires. Mientras que Santa Fe en menos de dos meses también tendrá el suyo en pleno Candioti Sur. A través del presupuesto participativo, los vecinos del barrio votaron el proyecto que impulsó Nicolás Miract para construir la pista de skate en Santa Fe. Poco menos de un millón de pesos fueron destinados por el municipio para la obra que está pronta a inaugurarse en Rosalía del Castro entre Marcial Candioti y Necochea. “Cuando se termine ahí sí que va a explotar este deporte”, aseguró.