Una demanda con cinco años de historia: la educación superior para los barrios que más lejos están del centro. Piden que el compromiso del gobierno se exprese por escrito.
La comunidad educativa del norte de la ciudad aguarda una definición oficial sobre la apertura de aulas radiales de nivel terciario. En las últimas reuniones que mantuvieron con funcionarios del Ministerio de Educación se confirmó el lugar: la escuela Yapeyú. La decisión política está tomada, aseguraron desde la cartera educativa. Pero los promotores de la iniciativa quieren un compromiso por escrito antes de las elecciones, para asegurarse de que no sea sólo una promesa de campaña.
La apertura de carreras terciarias o cursos de capacitación permitirá a más de cien mil vecinos de 20 barrios del noroeste acceder a la educación superior. Por ello, el grupo de cooperadores, docentes y alumnos que trabajan en la campaña “Quiero el terciario en la zona norte” llevaron la propuesta al Ministerio de Educación –donde lograron una primera respuesta después del cambio de ministra, a fines del año pasado– y también al ámbito legislativo, donde se tendrán que definir los últimos detalles de la iniciativa, como la creación de cargos y horas cátedra.
El objetivo es que se dicten carreras como Enfermería y Profesorado de nivel Inicial y Primario, que aparecen entre las más demandadas. Los responsables de la campaña parten de un dato: de los 29 institutos terciarios que funcionan en la ciudad, sólo dos –el Almirante Brown y el San Roque– están ubicados al norte del bulevar. Una definición positiva beneficiará a vecinos de 20 barrios: Yapeyú, San Agustín I y II, Loyola, Estanislao López, 20 de Junio, Juventud del Norte, Las Lomas, Los Troncos, Acería, Las Flores, Sarmiento, Las Ranitas, La Tablada, Eva Perón, El Abasto, Bobbio, Monseñor Zaspe, Cabaña Leiva y Recreo Sur, que tienen pocas chances de cursar carreras de nivel superior, en parte, por las grandes distancias con los centros educativos.
Reclamo de larga data
La movida empezó en 2008. Ese año se ingresó un primer proyecto al Ministerio de Educación, que fue rechazado por cuestiones formales en 2010. Entonces, la comunidad educativa se organizó para darle fuerza al reclamo y elaboró una nueva iniciativa. En 2012 hubo una manifestación en la Legislatura y se produjeron los primeros encuentros con miembros de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, que comprometieron su apoyo.
En diciembre, tras la designación de Claudia Balagué al frente del Ministerio en reemplazo de Letizia Mengarelli, hicieron los primeros contactos directos con funcionarios de la provincia. Ya en 2013 se sucedieron las reuniones mientras la comunidad educativa llevaba el reclamo a las calles. Hubo una volanteada, en marzo, en Gorriti y Blas Parera y el mismo mes se realizó un festival artístico. Semana a semana se suceden las asambleas en la que los vecinos discuten sobre los pasos a seguir.
En paralelo, se realizaron dos reuniones con funcionarios. La primera, en el Ministerio de Educación, de la que participaron el secretario de Enseñanza Privada Germán Falo y el secretario de Innovación Educativa y Relaciones Institucionales de la provincia Oscar Di Paolo. Luego esos funcionarios, acompañados por la nueva secretaria Educación Superior, Irene López, visitaron la escuela Yapeyú y confirmaron ante docentes, directivos y cooperadores que la decisión de abrir aulas radiales ya está tomada y que la intención es comenzar los primeros cursos en 2014.
Antes, la comunidad educativa deberá realizar un nuevo relevamiento –entre los adultos que concurren al Eempa que funciona en la escuela Yapeyú y los estudiantes de quinto año de los establecimientos secundarios de la zona– para detectar cuáles son las carreras con mayor demanda. En 2012 hicieron un primer relevamiento: Enfermería, Profesorado y cursos de capacitación en oficios aparecen como prioridades.
Para los docentes de la escuela Yapeyú, es importante que la apertura de carreras sea en las condiciones adecuadas. En el barrio hay severos problemas, como la violencia doméstica y las adicciones, que alejan a los jóvenes del sistema educativo. La única intervención del Estado, fuera de la escuela, es el centro de salud, que cuenta con pocos recursos y no está en condiciones de afrontar demandas complejas.
Ante ese escenario, la profesora Eliana Dreher –una de las impulsoras de la iniciativa– opinó que son necesarios equipos socioeducativos que acompañen el proceso y ayuden ante las dificultades que puedan presentar los estudiantes. “El objetivo es que terminen lo que empezaron; si no hay demanda, nos dijeron que pueden cerrar las aulas”, alertó la docente.
En las cámaras
Mientras la comunidad educativa del norte avanza en las gestiones ante el Ejecutivo, la Legislatura se hizo eco del reclamo. La diputada Patricia Gazcué presentó un proyecto de comunicación el 19 de abril en el que solicita que “el Poder Ejecutivo, a través del organismo que corresponda, evalúe la posibilidad de poner en funcionamiento aulas radiales terciarias de los Institutos N° 8 Almirante Brown, N° 12 Gastón Gori, N° 27 César S. Vázquez, N° 32 General José de San Martín, N° 46 Domingo Silva y de la Escuela Superior de Enfermería Rosa Carmen All”.
En el proyecto también se plantea la necesidad de que “el Ejecutivo evalúe destinar los medios imprescindibles y las horas cátedra necesarias para que los docentes de esos institutos se desempeñen en las aulas radiales terciarias, como así también crear un cargo administrativo para llevar a cabo las tareas correspondientes”.
Entre sus fundamentos, la diputada sostiene: “Tenemos que garantizar a nuestra población el acceso a la educación y, en ese sentido, el distrito noroeste de la ciudad de Santa Fe evidencia, desde hace algunos años, la necesidad de creación de aulas radiales terciarias porque el número de estudiantes secundarios que desean superarse y buscar para su futuro una estabilidad laboral y económica más digna ha crecido considerablemente”.
“Debido a la realidad social y económica de las personas que habitan los barrios del noroeste y al hecho de que los centros de formación terciaria o de capacitación laboral se encuentran casi exclusivamente en la zona céntrica, resulta prácticamente imposible para ellos ejercer el derecho a la educación: por un lado, porque no pueden afrontar los gastos de traslado; por otro lado, por la inseguridad que no les permite reingresar al barrio a altas horas de la noche”, agregó la legisladora.
“Casi el 90% de pobres y desocupados habita en el cordón oeste de la ciudad de Santa Fe, la mayoría en situación de pobreza estructural. Los más afectados son los niños que se ven obligados a enfrentar responsabilidades de adultos, como conseguir el alimento y cuidar a sus hermanos pequeños, lo cual trae aparejado graves consecuencias a su desarrollo, generando repercusiones negativas para su futuro. Tenemos que ofrecerles alternativas para responder al trabajo digno y estable”, continuó Gazcué.
“Al respecto, solicitamos aulas radiales terciarias que faciliten el acceso a la educación de nivel superior. Se ha propuesto la escuela N° 265 Yapeyú que funciona en horario diurno hasta las 18 y que por la noche se encuentra completamente ociosa. Además, cuenta con aulas, laboratorio, biblioteca, cocina, comedor, aula de informática y sanitarios, favoreciéndola aún más su construcción relativamente nueva y que llegan hasta allí dos líneas de colectivos que permiten un mayor acceso desde zonas más periféricas”, fundamentó la diputada.
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