La nueva economía, al recinto

Un colectivo que representa a numerosos actores de la
economía social impulsa una ley que les permita contar con herramientas
financieras y organizativas adecuadas.
Vivir de una economía distinta al estándar capitalista es
posible, siempre y cuando los convencidos cuenten con las herramientas
suficientes que garanticen su subsistencia en el sistema. Con una búsqueda
orientada en ese sentido, los miembros del Foro de la Economía Social y
Solidaria, que nuclea a una veintena de organizaciones y microemprendedores de
la provincia, presentaron a fines de 2013 un anteproyecto de ley en la Cámara de Diputados. El
objetivo es claro: sancionar una norma que los contenga, en lo posible antes
que finalice 2014.
El 11 de junio, representantes del Foro de la Economía Social y
Solidaria coparon el hall de la
Legislatura con una actividad que reunió a las tres mesas
provinciales que funcionan en la actualidad, cuyos nodos se ubican en
Reconquista, Santa Fe y Rosario, para ahondar en los acuerdos básicos de la
futura legislación.
En diálogo con Pausa, Mariano Pautasso, Celeste Varela
–Cooperativa Teko–, Marcela Tallone –al frente de un emprendimiento familiar de
telar–, Cristian Galarza –de la Asociación Civil Emparejando Oportunidades– e
Inés Robledo –de Cooperativa Tramas–, coincidieron en que la jornada “fue muy
enriquecedora para todos porque intercambiamos experiencias y modos de vida”.
En primer lugar, Marcela Tallone contó que “este proyecto se
viene gestando desde hace tres años, cuando empezamos a juntarnos para ver qué
posibilidades había de tener una ley para poder sistematizar nuestro trabajo.
Nos reuníamos una vez por mes con los nodos Rosario y Reconquista y luego cada
15 días para construir los acuerdos básicos. Ésta es una iniciativa popular que
nace desde abajo”.
Generar política pública
El anteproyecto redactado por el Foro de la Economía Social y
Solidaria deja en claro el concepto desde el cual trabajan. “Buscamos romper
con el modelo del mercado capitalista para plantear un sistema económico con
otros valores y una lógica diferente. Es ambicioso, por eso queremos sentar las
bases con un proyecto de ley. No queremos que la economía se siga concentrando
en los mismos sectores de siempre. Y queremos ver cuáles son las prácticas
reales de un sistema económico y solidario, porque en los 90 se abrieron muchas
cooperativas y mutuales que tenían ese rótulo legal pero en realidad
funcionaban como empresas capitalistas. Nuestro interés es generar la política
pública y no quedarnos en el discurso”, apuntó Cristian Galarza.
“A diferencia de otras leyes sancionadas en nuestros país,
hablamos de un sistema económico, social, cultural, político y ambiental.
También definimos cuáles son los sujetos de derecho: por un lado están los
sujetos emprendedores que pueden estar asociados entre ellos para poder hablar
de un colectivo, y por el otro se ubican las organizaciones promotoras, una
suerte de acompañantes de estos sujetos emprendedores”, explicitó Celeste
Varela.
Los legisladores se encontraron con un Palacio diferente, repleto de las
producciones de diversas cooperativas y emprendimientos sociales.
Otra particularidad del texto es la definición de las
prácticas, que se entienden como asociativas y solidarias, abarcando aspectos
como la equidad de género y el cuidado del medio ambiente. “La virtud es que
tratamos el proyecto de ley desde la horizontalidad en la gestión del
emprendimiento, y esa participación democrática se traduce en el órgano de
aplicación, que es de naturaleza asamblearia, con participación abierta, y que
funciona en cada territorio: actualmente hay tres y queremos extenderlos hacia
Venado Tuerto y Rafaela. También se plantea la creación de un consejo que
representaría a las mesas de diálogo y el directorio de un instituto que
funcionaría de manera autárquica. Otra de las herramientas fundamentales que
proponemos es un registro provincial donde podamos definir qué son las
prácticas de economía social y solidaria”.
“Vemos a este proyecto como una herramienta más. Existen
otras propuestas. La reforma de la
Ley de Concursos y Quiebras beneficia a las fábricas
recuperadas; pero esto tiene que avanzar en escala nacional para terminar de
articular las leyes. Incluso hay que discutir a nivel constitucional qué
entendemos por función social de la propiedad. Además, no tenemos una
herramienta tributaria idónea: a algunos les queda chico el monotributo social
y otros no pueden acceder al modo convencional, para lo cual hay que plantear
algo que sea representativo del colectivo”, agregó Celeste.
“Estamos generando un tránsito nuevo, donde hay herramientas
administrativas y legislativas que tienen que ver con un sistema formal
direccionado al empleo y a la empresa. Entonces, cuando evolucionamos, nos
encontramos con un vacío porque planteamos un trabajo que tiene que ver con la
cooperación y el trabajo autogestivo”, aportó Cristian Galarza.
Debate que crece
Consultados por lo que dejó la jornada del 11 de junio,
Mariano Pautasso analizó que “el encuentro fue muy positivo porque el foro se
está visibilizando y se está reconociendo un espacio colectivo. Presentar
productos de la economía social y solidaria en la Legislatura fue una
cuestión simbólica muy importante para nosotros. Hubo 40 compañeros de
Reconquista, Rosario y Santa Fe que llenaron el hall de la Legislatura. También
contamos con la presencia de miembros de la fábrica recuperada Naranpol, que
tienen una capacidad de organización importante. El debate fue muy rico: comentamos
nuestras problemáticas, definimos temas concretos, charlamos sobre los
problemas que tenemos en cuanto a la comercialización, para acceder a las
maquinarias y herramientas o insumos para trabajar, cuestiones tributarias, de
financiamiento. De la realidad que nos toca vivir, encontramos que tenemos
muchas problemáticas comunes y buscamos posibles soluciones juntos”.
“Somos un colectivo que va tomando fuerza, lo vieron los
legisladores y la sociedad, eso nos da energía para seguir creciendo y sumando
a más emprendedores, queremos que se acerquen a conocer este proceso. Más allá
de que la ley aún no exista, estamos probando cómo funcionan estas mesas de
diálogo porque pretendemos ser inclusivos desde las prácticas concretas”,
agregó.
Los miembros de la Cooperativa Teko
determinaron que “está todo en construcción, por ahora tenemos el compromiso de
un montón de actores que queremos vivir y hacer economía de esta manera. Nos
reunimos con los gobiernos municipal, provincial y nacional, acá no tenemos
banderas partidarias. Solamente queremos que exista realmente la economía
social y solidaria, que no sea un discurso sino una práctica que podamos
sostener, porque actualmente nos está costando mucho. En definitiva, queremos
vivir de la economía social y solidaria, que no sea una economía de pobres para
pobres”.
Un colectivo en la mira
Hay tres proyectos similares al presentado por el Foro de la Economía Social y
Solidaria dando vueltas por las comisiones de ambas cámaras legislativas de la
provincia. Dos de ellos entraron por Senadores, de la mano de Alcides Calvo y
Miguel Lifschitz, que en líneas generales apuntan a fortalecer el sistema
cooperativo y mutualista, y que se suman a otro presentado por el diputado
Eduardo Toniolli.
Mariano Pautasso señaló que “la búsqueda de consensos para
llegar a estos acuerdos nos llevó dos años. Ese proceso terminó el año pasado
con una presentación en la
Cámara de Diputados. La primera firma fue de un legislador
vinculado al oficialismo, quien nos convocó al diálogo en un primer momento,
pero aprovechamos esa invitación generando una instancia posteriormente
autónoma y nos acercamos a todos los bloques para que firmaran el
anteproyecto”.
Acerca del proyecto de Toniolli, Pautasso comentó que “es
similar al nuestro aunque se ubica en lo que entendemos como economía popular,
que surge de situaciones de vulnerabilidad social. Nosotros queremos que la ley
sea más inclusiva. Si entendemos a la economía social y solidaria como una
posibilidad real, se va superando y los emprendimientos necesitan nuevas
herramientas y estrategias para poder ir creciendo y teniendo productos
competitivos. Cuando superamos la etapa de la economía popular, tenemos un
abanico más amplio. Pensamos en comunidades campesinas, originarias, fábricas
recuperadas, cooperativas y mutuales, es decir que agrandamos el marco de
actores que forman parte de este sistema porque nos definimos por el tipo de
práctica que llevamos adelante”. En este sentido, agregó que “quedamos en
juntarnos para analizar la posibilidad de aunar los proyectos porque agilizaría
mucho los tiempos. Esperamos que esto tenga un pronto tratamiento, el objetivo
es que antes de fin de año sea tratado por la Cámara de Diputados”.
“Está bueno tener cuatro proyectos dando vueltas porque se
hace visible la importancia de la temática, pero también tenemos que ir
diferenciándonos. El nuestro tiene la particularidad de la región, está cargado
de las realidades territoriales: hemos visto la diferencia que hay entre los
nodos y tratamos de aunar todas las experiencias”, sentenció Cristian Galarza.
Publicada en Pausa #136, miércoles 25 de junio de 2014

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