Cambio de timón en el puerto local

Jaqueado por las acusaciones, Marcelo Vorobiof renunció; lo
reemplaza Sebastián Fumis.
La renuncia de Marcelo Vorobiof a la presidencia del Ente
Administrador del Puerto de Santa Fe, el 19 agosto, no calmó las aguas del
debate político por la gestión de los bienes públicos: lo agitó aún más. En el
oficialismo se sintió el cimbronazo: el gobernador Antonio Bonfatti, que había
ratificado a Vorobiof en su cargo al asumir, se sacó el fardo de encima y
recordó que la designación del –ahora ex– funcionario fue a propuesta de la UCR.
Vorobiof está acusado de adjudicar licitaciones a empresas fantasmas de sus familiares.
El mandatario provincial declaró: “Me enteré de la renuncia
por el diario. En su oportunidad, a Marcelo Vorobiof lo propuso el (ex)
intendente (Mario) Barletta y las fuerzas vivas de la ciudad. A nosotros nos
pareció un buen nombre para llevar adelante la licitación del puerto y por eso
lo convalidamos. Ahora hay una denuncia judicial y es tarea de la Justicia”.
En el radicalismo minimizaron el asunto; incluso Barletta
dijo, en defensa de Vorobiof, que la causa judicial no es seria y que las
acusaciones contra el ex administrador son “habladurías”. Una semana después de
la salida de Vorobiof, el lunes 25, el gobernador firmó el decreto 2.815 para
designar a Sebastián Fumis como representante de la provincia ante el Consejo
Directivo del Ente Administrador del Puerto de Santa Fe.
Fumis es contador público nacional y hasta su llegada al
puerto se desempeñaba como subsecretario de Industria y Comercio de la Municipalidad,
número dos del secretario de la Producción Pablo Tabares, gestor del proyecto de
cocheras semisoterradas en el Parque Alberdi. La designación de Fumis cuenta
con el acuerdo del intendente José Corral.
En la
Justicia
Vorobiof se fue del ente jaqueado por las causas judiciales.
Con buena llegada al radicalismo de la ciudad, fue designado por Hermes Binner
en 2010. La investigación judicial en su contra por administración infiel y
contrataciones irregulares, entre otros cargos, lo había puesto en la mira de
la oposición, que se esfuerza desde 2007 por encontrar algún caso de corrupción
que eche por tierra el discurso de calidad institucional y transparencia que
pregona el Frente Progresista.
Más allá de su salida de la función pública, la Justicia lo sigue
investigando por la presunta comisión de siete delitos. Las dos primeras veces
que el juez Jorge Pegassano lo citó a indagatoria (viernes 15 y viernes 22 de agosto)
Vorobiof logró, a través de su abogado Roberto Busser, postergar su declaración. En el medio, presentó su renuncia, que Bonfatti aceptó
rápidamente. (*)
Primera reunión entre el ministro de Aguas y Servicios Públicos, Antonio Ciancio, y el nuevo administrador del puerto, Sebastián Fumis (en la foto, a la derecha).
Hay dos informes de la titular de la Sindicatura General
de la provincia, Carina Aragona (uno del 4 de junio de 2012 y otro del 25 de
junio de 2013) que el fiscal Jorge Andrés incorporó como pruebas en la causa.
“El gobierno no realizó ninguna auditoria”, desmintió Bonfatti. “No corresponde
porque, al ser un ente público no estatal, no corresponde la intervención del
Tribunal de Cuentas ni de la Sindicatura General de la provincia”. Antes las
repreguntas, el gobernador se limitó a responder: “En la Argentina prima la
inocencia hasta que no se demuestre lo contrario”.
El poder inmobiliario
Vorobiof se fue del puerto, pero en sus cuatro años de
gestión puso en marcha una serie de negociaciones que favorecieron al poder
inmobiliario concentrado: entre ellas, la construcción del fastuoso complejo
Puerto Amarras y la reurbanización de los terrenos hasta hace poco abandonados.
El uso de las tierras públicas del puerto por parte de
privados, en condiciones ventajosas, no es una excepción sino un modo de
gestionar la ciudad. Las cocheras en Parque Alberdi y Plaza San Martín, los
desalojos de vecinos del noreste de la ciudad –barriadas humildes ubicadas,
como el puerto, en un sitio privilegiado por su contacto con la laguna–, el
intento de desalojo del Centro Cultural El Birri, la “política de
relocalización” dirigida a los habitantes de la Vuelta del Paraguayo: hay
una línea que conecta los hechos y define un estilo.
No obstante, no fue el llamado “master plan” que ejecutó
Vorobiof lo que lo puso en la picota. El “master plan” que comenzó a ejecutar
el justicialismo y que se aceleró con el cambio político de 2007 –de hecho,
recién en 2008 se inauguraron el casino, el hotel y el shopping– nunca se puso
en debate, salvo en espacios con poca incidencia en la política real como los
que estudiaron y rechazaron el proyecto de traslado del puerto. No fue ese
proyecto el que le costó el puesto a Vorobiof, sino la forma en que manejó los
negocios que tuvo a su cargo –pequeños en comparación a la millonaria inversión
que demandará el nuevo puerto– mientras dirigió el ente.
La actuación de la Justicia comenzó a partir de una denuncia
presentada por Victoria Lascurain, ex gerenta administrativa y financiera del
ente. La mujer declaró que recibió amenazas telefónicas por varios meses desde
un número desconocido: “Esa denuncia cayó en la Oficina NN porque yo no
tenía a quién denunciar. Entonces la Oficina NN hace una investigación y de esa
actuación surge que ése número de teléfono llamaba solamente a dos números: al
mío y al de Marcelo Vorobiof”.
Lascurain dio precisiones sobre la conformación de Rumbo Portuario, una empresa fantasma que fue allanada por la Justicia y cuyo
administrador era Sergio Vázquez, yerno de Vorobiof. La firma nació a fines de
2011 y dejó de funcionar a mediados de 2012. En esos seis meses le facturó
cerca de dos millones de pesos al puerto a través de distintas obras que le
fueron adjudicadas por Vorobiof. (**)

(*) La tercera es la vencida: finalmente, el viernes 29 de agosto Vorobiof se presentó a declarar ante el juez Pegassano.
(**) El lunes 1º de septiembre el juez Pegassano procesó a Vorobiof por los cargos de peculado y negociación incompatible con la función pública.

En Pausa #140, miércoles 27 de agosto de 2014. Pedí tu
ejemplar en estos kioscos.

Dejar respuesta

Por favor, ¡ingresa tu comentario!
Por favor, ingresa tu nombre aquí