“Internados”: una muestra de fotos con el ojo en la vida
hospitalaria.
hospitalaria.
Faltando exactamente dos meses para su aniversario 104, el
hospital José Bernardo Iturraspe se recibió de escenario para la práctica
fotográfica: es que el sábado 8 se inauguró la muestra Internados, que consta
de una serie de momentos capturados en procura de acercar el ojo a las
escrituras místicas de las paredes, las emociones contrastadas, sus espacios de
encuentro que son motivo organizador de relaciones interpersonales de lo más
ondulantes.
hospital José Bernardo Iturraspe se recibió de escenario para la práctica
fotográfica: es que el sábado 8 se inauguró la muestra Internados, que consta
de una serie de momentos capturados en procura de acercar el ojo a las
escrituras místicas de las paredes, las emociones contrastadas, sus espacios de
encuentro que son motivo organizador de relaciones interpersonales de lo más
ondulantes.
Ludmila Magno, Lucas Castro y Sebastián Alarcón son los autores
de este ensayo que fue promovido desde el mismo hospital como un agregado a los
festejos por el centenario cumplido en 2011, además de funcionar como
testimonio previo a lo que será su traslado al nuevo edificio que se está
construyendo en Blas Parera entre Gorriti y Berutti.
de este ensayo que fue promovido desde el mismo hospital como un agregado a los
festejos por el centenario cumplido en 2011, además de funcionar como
testimonio previo a lo que será su traslado al nuevo edificio que se está
construyendo en Blas Parera entre Gorriti y Berutti.
Con un antecedente de calibre similar en el Vera Candioti al
hombro, Alarcón explica que una de las primeras decisiones que tomaron, entre
la intermitencia (siempre tan evitable como necesaria) del registro, que tomó
casi 2 años, “fue adoptar el formato en blanco y negro por cuestiones de que, a
lo que es la fotografía, trabajamos en lugares poco iluminados y a la hora de
editar las luces y las sombras se facilita para homogeneizar los momentos y
poder enfocar mejor las acciones, las personas, el paso de las personas“.
Resultaron más que suficientes los contrastes entre la densidad de la sala de
atención oncológica y la algarabía de maternidad como para que la intervención
de colores dilataran todavía más esa integración progresiva del ojo a los distintos ambientes, que
también necesitó que los retratados se acostumbren a la presencia de la cámara:
“comprender la dinámica de los lugares para amalgamar la vista y ganar así en
precisión requirió incluso que visitemos el hospital varias veces sin sacar una
sola foto. Pero gracias a eso llegamos a una instancia en la que desplegábamos
los trípodes y ya ni nos notaban”, agregó Castro para Pausa. No obstante, los
mismos fotógrafos necesitaron de su tiempo para sintonizar su sensibilidad de
modo tal de poder formar un criterio especial para saber cuándo sí y cuándo no
disparar el lente ante otra persona que aguarda por recomponer su salud así
como para ajustar el perfil de las escenas que se comienzan a editar desde que
se coloca el ojo en la mirilla de la cámara.
hombro, Alarcón explica que una de las primeras decisiones que tomaron, entre
la intermitencia (siempre tan evitable como necesaria) del registro, que tomó
casi 2 años, “fue adoptar el formato en blanco y negro por cuestiones de que, a
lo que es la fotografía, trabajamos en lugares poco iluminados y a la hora de
editar las luces y las sombras se facilita para homogeneizar los momentos y
poder enfocar mejor las acciones, las personas, el paso de las personas“.
Resultaron más que suficientes los contrastes entre la densidad de la sala de
atención oncológica y la algarabía de maternidad como para que la intervención
de colores dilataran todavía más esa integración progresiva del ojo a los distintos ambientes, que
también necesitó que los retratados se acostumbren a la presencia de la cámara:
“comprender la dinámica de los lugares para amalgamar la vista y ganar así en
precisión requirió incluso que visitemos el hospital varias veces sin sacar una
sola foto. Pero gracias a eso llegamos a una instancia en la que desplegábamos
los trípodes y ya ni nos notaban”, agregó Castro para Pausa. No obstante, los
mismos fotógrafos necesitaron de su tiempo para sintonizar su sensibilidad de
modo tal de poder formar un criterio especial para saber cuándo sí y cuándo no
disparar el lente ante otra persona que aguarda por recomponer su salud así
como para ajustar el perfil de las escenas que se comienzan a editar desde que
se coloca el ojo en la mirilla de la cámara.
Ruptura y crisis
Así como el proceso de producción del trío requirió su
tiempo de desarrollo, las tomas realizadas en formato digital y analógico dan
cuenta del transcurrir histórico de un edificio que acabó obsoleto. Módulos
subdividiendo oficinas dentro de otras oficinas, la oscilación entre las
fachadas arquitectónicas que hablan de épocas y la indisposición de terrenos
aledaños para expandir las instalaciones por arrebatos inmobiliarios son
algunas de las variables que se cruzaron en la muestra, que hasta fin de mes
estará en exhibición en La
Redonda. Con total libertad en cuanto a plazos de trabajo y,
sobre todo, en lo que tuvo que ver con el enfoque del proyecto, se descartó la
perspectiva documental para orientarse hacia un lenguaje artístico que sea
representativo de las peculiaridades del espacio. Un rastro de colillas de
cigarrillos bajando escaleras, plegarias y horas de entrada y de salida del
quirófano apuntadas en las paredes configuran un espacio regulado por el tedio burocrático,
traccionado a emociones: “todo lo que sucede ahí adentro suma también a la
ruptura de esos prejuicios que existen en torno a la salud pública. Oncología,
ginecología y el área de cirugías del Iturraspe son de alto nivel no sólo a
nivel provincial, sino a también nacional”.
tiempo de desarrollo, las tomas realizadas en formato digital y analógico dan
cuenta del transcurrir histórico de un edificio que acabó obsoleto. Módulos
subdividiendo oficinas dentro de otras oficinas, la oscilación entre las
fachadas arquitectónicas que hablan de épocas y la indisposición de terrenos
aledaños para expandir las instalaciones por arrebatos inmobiliarios son
algunas de las variables que se cruzaron en la muestra, que hasta fin de mes
estará en exhibición en La
Redonda. Con total libertad en cuanto a plazos de trabajo y,
sobre todo, en lo que tuvo que ver con el enfoque del proyecto, se descartó la
perspectiva documental para orientarse hacia un lenguaje artístico que sea
representativo de las peculiaridades del espacio. Un rastro de colillas de
cigarrillos bajando escaleras, plegarias y horas de entrada y de salida del
quirófano apuntadas en las paredes configuran un espacio regulado por el tedio burocrático,
traccionado a emociones: “todo lo que sucede ahí adentro suma también a la
ruptura de esos prejuicios que existen en torno a la salud pública. Oncología,
ginecología y el área de cirugías del Iturraspe son de alto nivel no sólo a
nivel provincial, sino a también nacional”.
Deambulatorios
Desde la institución se dio vía libre a los fotógrafos no
sólo con la auto-imposición de plazo de finalizado (que se dio, según ellos
mismos, de manera natural en el momento en que ya sintieron que había qué mostrar)
sino que también se les abrió el paso a cada dependencia e inclusive accedieron
al archivo, todavía soporte papel, del nosocomio. La actualización de los
recursos y las condiciones de preservación son una deuda que se liquida de a
cuotas mínimas, así como sucede con la falta de galerías para exponer: “es un
momento complicado para todos los que tenemos algo para mostrar, porque en
Santa Fe todavía no existe un circuito en el que los laburos vayan rotando
sostenidamente. Llevará su tiempo, mientras tanto aprovechamos oportunidades
como ésta que tienen apoyo desde el Estado. Hasta hacen falta lugares donde
revelar las tomas analógicas en calidades óptimas”, detalla Alarcón.
sólo con la auto-imposición de plazo de finalizado (que se dio, según ellos
mismos, de manera natural en el momento en que ya sintieron que había qué mostrar)
sino que también se les abrió el paso a cada dependencia e inclusive accedieron
al archivo, todavía soporte papel, del nosocomio. La actualización de los
recursos y las condiciones de preservación son una deuda que se liquida de a
cuotas mínimas, así como sucede con la falta de galerías para exponer: “es un
momento complicado para todos los que tenemos algo para mostrar, porque en
Santa Fe todavía no existe un circuito en el que los laburos vayan rotando
sostenidamente. Llevará su tiempo, mientras tanto aprovechamos oportunidades
como ésta que tienen apoyo desde el Estado. Hasta hacen falta lugares donde
revelar las tomas analógicas en calidades óptimas”, detalla Alarcón.
Internados es el resultado de un enfoque artístico de tres fotógrafos que recorrieron minuciosamente el Iturraspe para retratarlo a fondo.
La muestra se puede visitar en La Redonda (miércoles a
viernes de 9 a 16, sábados y domingos de 16 a 21). Además, estuvo en exposición
durante el IV Congreso de Salud Pública para el que se preparó una selección de
fotografías alternativa, lo que pudo ser efectivo gracias al amplio registro
generado. Asimismo, se alza en el horizonte la intención de que todo ese
material pueda ser compilado y se plasme en cuerpo de libro.
viernes de 9 a 16, sábados y domingos de 16 a 21). Además, estuvo en exposición
durante el IV Congreso de Salud Pública para el que se preparó una selección de
fotografías alternativa, lo que pudo ser efectivo gracias al amplio registro
generado. Asimismo, se alza en el horizonte la intención de que todo ese
material pueda ser compilado y se plasme en cuerpo de libro.