Pasaron 12 años desde que la arquitecta María Eugenia Bielsa apareció en escena como compañera de fórmula de Jorge Obeid. Desde que se sentó en el sillón de la presidencia del Senado provincial, en diciembre de 2003, la hermana del ex DT de la Selección Nacional provocó un cimbronazo en el plano político provincial y no sólo por haber sido la primera mujer electa para ese cargo, sino por la compleja relación que mantuvo –y mantiene– con el PJ, partido al que adhiere aún sin estar afiliada y al que acusó de haber realizado un pacto con el socialismo.
Los dos dirigentes –Bielsa y Reutemann– tienen o tuvieron algo que en el justicialismo es sagrado: votos. Por ello, sus decisiones y sus caprichos siguen condicionando al partido que gobernó por 24 años la provincia, aunque no sean candidatos. El pase del Lole al PRO y la ruidosa negativa de Bielsa a participar del proceso electoral en la provincia dejaron al PJ casi en estado de coma. Como consecuencia, se avizora un escenario similar al de 2011, con el macrismo y el oficialismo polarizando la voluntad popular en las
generales del 14 de junio.
Grietas y parches en el PJ
Desde 2014, el escenario político provincial parecía definido. Sólo quedaban develar dos incógnitas: la posible participación de Bielsa como candidata a gobernadora y el lugar que ocuparía el ex gobernador
Reutemann durante la campaña. Los dos enigmas se resolvieron durante febrero: Bielsa no es candidata y el Lole apoyará al postulante del PRO, Miguel Torres del Sel.
En el Congreso Provincial del PJ, que sesionó el 29 de enero en Santa Fe, la mayoría de los dirigentes del partido se inclinaron por ir a elecciones con los aliados habituales –PPS, Partido Humanista, Nuevo Encuentro–y así le cerraron la puerta a cualquier tipo de acuerdo con el PRO de Mauricio Macri o el Frente Renovador de Sergio Massa. Acto seguido, Bielsa anunció que no iba a competir en los comicios provinciales, con furiosas críticas a la conducción del partido.
De urgencia, a solo cuatro días del cierre de listas, la Casa Rosada armó la lista Perotti-Ramos, de indisimulable color kirchnerista, y el diputado Leandro Busatto bajó su precandidatura a la Casa Gris,
que era auspiciada por el ministro Agustín Rossi. Aunque cuidadosos de no plantearlo en la pública, es un hecho que a Rossi le facturaron la decisión de Bielsa, quien apuntó todos sus cañones al titular de la Cámara de Diputados, Luis Rubeo. La ex vicegobernadora, en el comunicado que difundió para avisar que no sería candidata, habló de “un pacto de muchos diputados con el socialismo”.
El Lole fichó con el PRO
Entusiasmado por los buenos resultados obtenidos en 2011 y en 2013, Del Sel se encamina a disputar el gobierno de la provincia voto a voto contra el Frente Progresista. Al cómico de Midachi lo beneficia la dispersión del PJ y de la UCR: sumó en su armado a dirigentes de ambos partidos. También –a diferencia de 2011– lo favorece el hecho de que su jefe político, Macri, esta vez sí haya decidido dar pelea en las elecciones presidenciales.
porteño refuerza su estrategia de alianzas y mientras negocia con espacios conservadores de la UCR, como el que lidera Ernesto Sanz, logró que el ex piloto de Fórmula 1 –muy poco afecto a trabajar por alguien que no sea él mismo– se definiera a favor de su candidatura presidencial.
En el entorno del Lole aseguran que buscará renovar su banca en el Senado, esta vez dentro del PRO, en las elecciones nacionales de octubre. Pero Macri lo quiere de vicepresidente, convencido de que en su carrera hacia la Casa Rosada sumará más con Reutemann que con Sanz o Carrió. A cinco meses del cierre de listas, los dos dijeron que todavía no hablaron de cargos.
La batalla de los Migueles
Con el PJ fragmentado y sin liderazgos claros y el Frente Renovador muy lejos de las expectativas que generó en 2013, el escenario en la provincia parece polarizarse entre el Frente Progresista y el PRO. En busca de dar una señal de fortaleza, el candidato oficialista Miguel Lifschitz grita a los cuatro vientos que lo apoyan el socialismo, el 80% de los radicales y casi todas las fuerzas aliadas (excepto la Coalición Cívica, que acordó con el precandidato radical Mario Barletta). “Tenemos el armado político más potente de toda la provincia”, dijo el ex intendente de Rosario en referencia a las 414 listas –para las distintas categorías– que forman parte de su espacio.
Enfrente, Del Sel quiere aprovechar el desgaste del gobierno convencido de que la tercera será la vencida. Al humorista lo avalan sus propios números –superó los 600 mil votos en 2011 y volvió a ser el segundo candidato más votado en las legislativas de 2013, detrás de Hermes Binner– y ahora también el aval explícito de Reutemann: “Miguel tiene vuelo propio”, indicó el ex gobernador en declaraciones a LT9. “Anda por la provincia y la gente sabe quién es, qué está haciendo y qué quiere hacer; si lo puedo ayudar en algo, lo haría con mucho gusto, pero él tiene vuelo propio”.
Del Sel había vaticinado que el Lole esta vez lo iba a apoyar con sus palabras y no con su silencio, como ocurrió hace cuatro años. Y no se equivocó. Apenas cerrado el acuerdo Macri-Reutemann, el senador nacional
se manifestó a favor del humorista de Midachi, con el que mantiene fuertes coincidencias: por ejemplo, ambos piensan que la inundación de 2003 –bajo el segundo gobierno del Lole– fue un fenómeno de la naturaleza que no se pudo prever ni evitar.
Un programa de 2008
Bajo la presidencia de Néstor Kirchner (2003-2007), Reutemann fue aliado de bajo perfil que apoyó la gestión desde su banca sin exagerar su simpatía con el kirchnerismo. En 2008, cuando el gobierno nacional
lanzó las retenciones móviles, el Lole se fue del espacio para nunca más volver. Militó en el extinto Peronismo Federal, coqueteó con Francisco de Narváez y luego con Massa y ahora se sumó a la campaña Macri.
Al anunciar el acuerdo, Macri destacó el perfil no-político de Reutemann: “Un ídolo deportivo de mi infancia, un amigo, un campeón internacional, un luchador, un santafesino comprometido con el campo, alguien
que conoce los problemas del mediano productor, del chacarero, del tallerista, que sabe de primera mano lo que es la asfixia de los impuestos para los que trabajan en el campo”.
Pese a la intención de mostrar que el diálogo entre ambos recién comienza, tal vez para no herir susceptibilidades en el PJ santafesino, el Lole –pequeño productor con tierras en Llambi Campbell– reconoció qué fue lo que más lo sedujo del alcalde porteño: “Mauricio tiene la mejor propuesta para
el campo. Una propuesta sólida y coherente que viene trabajando hace muchos años. Quiero que trabajemos juntos en ayudar a esos pequeños productores que hoy sufren con la presión impositiva y las trabas”.
Macri y Reutemann se sacaron la primera foto el 21 de febrero, pero sus equipos técnicos vienen trabajando juntos desde hace un año para apuntalar la candidatura de Torres del Sel. Los dirigentes del Lole –Ricardo Spinozzi, Alejandra Vucasovich, Norberto Nicotra y Juan Carlos Mercier, entre otros– participan en forma activa de la vida interna del PRO santafesino, unos en el Congreso, otros en la Legislatura y otros en el think tank del macrismo: la Fundación Pensar.
El acuerdo distrital entre el PRO y Producción y Trabajo, el brazo político de UPCN, es el último eslabón de la cadena y le permitirá a Del Sel contar con un candidato competitivo para la intendencia santafesina: el actual concejal justicialista Sebastián Pignata, el último dirigente al que el Lole le levantó la mano: en 2009, cuando hizo su debut electoral.