Huésped, una obra del trío Romero-Ordiz-Etchetto.
Huésped, la obra de teatro que se la juega por su propuesta
de terror zombie, arrancó su segunda vuelta de funciones de 2015. Promediando
su tercera temporada, el trío Romero-Ordiz-Etchetto la juega de local con un
show que ya sienten redondito, terrorífico y satírico.
de terror zombie, arrancó su segunda vuelta de funciones de 2015. Promediando
su tercera temporada, el trío Romero-Ordiz-Etchetto la juega de local con un
show que ya sienten redondito, terrorífico y satírico.
Cada vez que las emociones entran en juego, las
explicaciones resultan innecesarias, acaso imposibles. Cuando estamos
inmiscuidos en situaciones en las que predominan los sentimientos, la lógica
racional acaba por someterse y no queda más que poner en primer orden de
atención aquello que nos pasa, en detrimento de aquello que pretendemos
comprender. No obstante, este tipo de vivencias no es tan extraordinario como
una reflexión al respecto puede hacernos suponer: alcanza con disfrutar una canción
en idioma desconocido.
explicaciones resultan innecesarias, acaso imposibles. Cuando estamos
inmiscuidos en situaciones en las que predominan los sentimientos, la lógica
racional acaba por someterse y no queda más que poner en primer orden de
atención aquello que nos pasa, en detrimento de aquello que pretendemos
comprender. No obstante, este tipo de vivencias no es tan extraordinario como
una reflexión al respecto puede hacernos suponer: alcanza con disfrutar una canción
en idioma desconocido.
¡Apocalipsis agrotóxico! Con Huésped el teatro santafesino se anima a incursionar en el terror.
Así funcionó para el trío de teatreros que hace tres años
fue invadido por las ganas de probar con hacer una obra distinta: “a partir de
un consumo del cine de terror que tenía como único motivo el gusto por el
mismo, fue Flor (Ordiz) la que tiró, en un momento del 2012, la idea de
experimentar en el género, algo que por acá no habíamos visto mucho”, recordó
Franco Romero, director de la puesta, en diálogo con Pausa.
fue invadido por las ganas de probar con hacer una obra distinta: “a partir de
un consumo del cine de terror que tenía como único motivo el gusto por el
mismo, fue Flor (Ordiz) la que tiró, en un momento del 2012, la idea de
experimentar en el género, algo que por acá no habíamos visto mucho”, recordó
Franco Romero, director de la puesta, en diálogo con Pausa.
Quizás a causa de los pocos antecedentes hallados, fue que
“necesitamos muchos ensayos y funciones para ir puliendo la obra hasta llegar a
convertirla en lo que pretendíamos. Actualmente, y sin renegar de lo que
habíamos hecho hasta el momento, creemos que la puesta nos satisface al
máximo”, completó.
“necesitamos muchos ensayos y funciones para ir puliendo la obra hasta llegar a
convertirla en lo que pretendíamos. Actualmente, y sin renegar de lo que
habíamos hecho hasta el momento, creemos que la puesta nos satisface al
máximo”, completó.
El recorrido no ha sido sencillo, sobre todo teniendo en
cuenta que la idea nació de películas como The evil dead o A nightmare on Elm
Street, en las que no sólo entran en la lista de recursos cuestiones como la
banda sonora o la edición, sino también salidas humorísticas al mejor estilo de
Freddy Krueger.
cuenta que la idea nació de películas como The evil dead o A nightmare on Elm
Street, en las que no sólo entran en la lista de recursos cuestiones como la
banda sonora o la edición, sino también salidas humorísticas al mejor estilo de
Freddy Krueger.
La propuesta se ha erigido a fuerza de prueba y
reformulación: “ya no hay dramas o comedias puras, sino que estamos en un
momento en el que el híbrido es necesario para que la performance quede copada,
la obra siempre está abierta y nos sentimos en una búsqueda constante”,
reflexiona Flor, la protagonista que interpreta a una mujer embarazada en medio
de una aparente infección que ha vuelto al grueso de la población en seres
mutantes a causa del abuso en la aplicación de agroquímicos.
reformulación: “ya no hay dramas o comedias puras, sino que estamos en un
momento en el que el híbrido es necesario para que la performance quede copada,
la obra siempre está abierta y nos sentimos en una búsqueda constante”,
reflexiona Flor, la protagonista que interpreta a una mujer embarazada en medio
de una aparente infección que ha vuelto al grueso de la población en seres
mutantes a causa del abuso en la aplicación de agroquímicos.
Es sábado, una cuadra de calle Saavedra debate su ambiente
entre la sepia de la luminaria pública y el rosado opaco del cielo, hay
presencia humana únicamente alrededor de una puerta verde. Estando en la
vereda, parece que todo el barrio se puso de acuerdo para hacer silencio y hay
una tensión que incomoda y que, estando ya adentro de Los Aleros de Simona, no
haya tregua.
entre la sepia de la luminaria pública y el rosado opaco del cielo, hay
presencia humana únicamente alrededor de una puerta verde. Estando en la
vereda, parece que todo el barrio se puso de acuerdo para hacer silencio y hay
una tensión que incomoda y que, estando ya adentro de Los Aleros de Simona, no
haya tregua.
La casa número tres está habitada, ya no es la Sala Marechal, ni el
Foyer del CCP Paco Urondo, tampoco El Birri, aunque cada uno de esos lugares
fue refugio necesario. La cosa ahora sucede mejor acá.
Foyer del CCP Paco Urondo, tampoco El Birri, aunque cada uno de esos lugares
fue refugio necesario. La cosa ahora sucede mejor acá.
“Si bien es una decisión que en primer lugar se corresponde
con lo estético, la presentación de la obra en este lugar que es una casa es
también una decisión política que no responde únicamente a esquivar los tedios
burocráticos, sino también con la posibilidad de habilitar, por caso, la
movilidad en conjunto de los actores y del público”, señalaron.
con lo estético, la presentación de la obra en este lugar que es una casa es
también una decisión política que no responde únicamente a esquivar los tedios
burocráticos, sino también con la posibilidad de habilitar, por caso, la
movilidad en conjunto de los actores y del público”, señalaron.
Sergio Etchetto Suárez y Florencia Ordiz componen la pareja
de actores que, entre sangre y mucho roce con los espectadores, que tienen
también un rol activo durante los casi 40 minutos que dura el apocalipsis.
de actores que, entre sangre y mucho roce con los espectadores, que tienen
también un rol activo durante los casi 40 minutos que dura el apocalipsis.
Huésped seguirá sus funciones durante todos los sábados de
agosto en Los Aleros de Simona (Saavedra 2251, departamento 3), con entradas a
la venta en puerta a 30 pesos, lo que sostiene la idea del elenco de “asegurar
el acceso a la mayor cantidad de público posible, por lo que, seguramente,
después de esta seguidilla agregaremos presentaciones para gastarla acá y
después sacarla de gira”, completó Romero.
agosto en Los Aleros de Simona (Saavedra 2251, departamento 3), con entradas a
la venta en puerta a 30 pesos, lo que sostiene la idea del elenco de “asegurar
el acceso a la mayor cantidad de público posible, por lo que, seguramente,
después de esta seguidilla agregaremos presentaciones para gastarla acá y
después sacarla de gira”, completó Romero.
Ficha técnica
Actores: Sergio Etchetto Suarez y Florencia Ordiz
Objetos Escenográficos: Marcos Fante
Dirección: Franco Romero
Dramaturgia: Florencia Ordiz
Capacidad limitada. Reservas al 154381333 o por la web
Publicada en Pausa #159, miércoles 12 de agosto de 2015
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