En sus doce años como senador nacional, el Lole produjo por sí mismo apenas 23 proyectos de ley, en los que tuvo más peso su pasión por las monedas que su defensa del campo.

 

Abrevando en el cosmos ideológico del PRO, se diría: en una empresa privada no dura ni dos meses. Es pobre el desempeño de Carlos Reutemann en los 12 años en que recibió la dieta de senador nacional (a montos presentes, cerca de 80 mil pesos mensuales, considerando viáticos y “desarraigo”). Habló poco en el recinto, presentó poquísimos proyectos de ley propios –de pueril relevancia– y dependió en todo de su par de bancada, Roxana Latorre, hasta que la relación se rompió en 2009. Luego, el Lole conformó un monobloque y se dedicó a la numismática, como se verá.

 

Falso Sarmiento

323 sesiones se efectuaron desde que Reutemann retornó al Senado, en diciembre de 2003, hasta la última registrada en las versiones taquigráficas, 7 de octubre de 2015. Técnicamente, estuvo presente en 280 sesiones (el 86%), ausentándose por diversos motivos (incluido el trabajo en comisión) en 43 ocasiones. Revisando las actas de votación –donde consta quién vota de qué modo cada ley– se encontró que en 62 oportunidades realmente el Lole no estuvo. O, más bien, se mandó a mudar. Es decir: en 62 ocasiones dio el presente, pero se ausentó en la mayoría de las votaciones.

La estrategia política ampara estos movimientos. A veces, los legisladores se sientan en sus poltronas al sólo fin de dar el quórum, para que la sesión se abra, y luego se retiran. Pasando en limpio: Reutemann asistió (y votó) en 218 sesiones, estuvo presente (pero se ausentó de la mayoría de las votaciones) en 62 y faltó 43 veces. Ahora el porcentaje sarmientino se reduce: sólo estuvo presente de cuerpo y voto el 67% de las sesiones. No llega siquiera a regularizar, alumno Reutemann.

Quizá estaba agotado, tal vez ofuscado por su ruptura con el gobierno nacional. De seguro, ocupado en hacer campaña para renovar su banca. En 2009 hubo 20 sesiones: el Lole asistió sólo a 13, en cinco de ellas faltó en la mayoría de las votaciones.

 

El mudo

La vida legislativa va mucho más allá de lo que se diga en el recinto, adonde llegan las cosas más o menos cocinadas, excepto por una inolvidable madrugada de 2008. Pero los debates de las cámaras muestran el punto al que llegan las discusiones mayores de nuestra Nación. No se interviene tanto con el objetivo de convencer al otro legislador, sino de sentar y exponer una posición que existe en la sociedad. Intervenir en esos debates es, en el fondo, una forma de testimoniar.

Bueno, esas son cosas complicadas para el Lole. En 2007, 2014 y 2015 nuestro representante en el Senado no dijo ni una sola palabra al recinto. No habló. En verdad: en 2007 dijo dos veces “Afirmativo”, porque no andaba la perilla para el voto electrónico, y en 2014 adjuntó un discurso para la versión online de la sesión en la que se votó el presupuesto vigente. En este 2015 electoral, nada de nada.

No se trata de algo excepcional. Reutemann habló sólo 15 veces en los 12 años que estuvo en el Senado.

Huyendo de la ciudad tras el estrago de la inundación de la cual fue responsable, Reutemann se acovachó en Buenos Aires y no se mostró en público en Santa Fe hasta el 22 de octubre de 2004. Tuvo su primer escrache en el Ministerio de Agricultura. El empresario José Mustafhá, cuya madre había muerto como consecuencia de la tragedia, le preguntó “¿Qué vas a hacer con los 114 muertos?”. “Sos un hijo de puta”, respondió el senador. Por ello, el 27 de octubre de 2004 el Senado hizo un acto en desagravio del Lole, que entonces habló por primera vez agradeciendo las palabras de solidaridad y de “rechazo a los agravios que recibió el Partido Justicialista”.

Sus restantes alocuciones apuntaron a temas muy diversos, aunque se distinguen las cuatro veces que versó sobre cuestiones rurales –cuota Hilton, reducción del IVA en fertilizantes, resolución 125 y propiedad nacional de la tierra rural–, lo que se supone alcanza para volverlo el gran defensor de los chacareros. Justamente, a partir de la 125 podemos agrupar otras seis veces en las que habló, jugando en el opositor Grupo A: sobre el reparto del impuesto al cheque, en contra de la Ley de Medios, dos veces en contra de los superpoderes y dos veces en contra del presupuesto (2014 y 2013).

El Lole votó a favor todos los presupuestos entre 2003 y 2009. Y en contra de 2010 en adelante. Como para que se entienda qué peso tuvo y tiene la disputa por la renta agraria en la lógica del poder.

 

K y anti K

Algunas votaciones destacadas del Lole:

• 2004: estuvo a favor de la derogación de la flexibilización laboral, de la apertura del canje de deuda y del nombramiento de Carmen Argibay en la Corte Suprema.

• 2005: a favor de la creación de Argentina Satelital y del pago al FMI con reservas.

• 2006: apoyó la institución del 24 de marzo como día de la memoria, la verdad y la justicia. Votó por la Ley de Educación Sexual y por la modificación de la composición de la Corte Suprema.

Ilustración: Fausto Botta
Ilustración: Fausto Botta

• 2007: apoyó el repudio a Estados Unidos por no haber dado lugar a la extradición de Antonini Wilson y votó en contra de la citación del Jefe de Gabinete para que informe sobre “el ingreso al país de valijas con plata”.

• 2008: votó en contra de la 125, pero estuvo a favor de la estatización de Aerolíneas Argentinas y de las AFJP. El 18 de diciembre rechaza la Ley de Blanqueo de Capitales y ahí se pasó al antikirchnerismo.

• 2009: vota en contra de la Ley de Medios y de la reapertura del canje de deuda.

• 2010: vota contra el Fondo de Desendeudamiento y apoya el proyecto de Unión Civil en contra del de Matrimonio Igualitario. Vota a favor del Servicio Cívico Voluntario y del 82% móvil (luego vetado por el Poder Ejecutivo).

• 2011: vota en contra de la declaración de interés público la fabricación, comercialización y distribución de pasta celulosa y papel para diarios (el debate por Papel Prensa).

• 2012: vota parcialmente a favor de la estatización de YPF y en contra de la declaración de gravedad institucional ante el impacto del fallo del juez Griesa.

• 2013: vota en contra del memorándum de entendimiento con Irán, de un nuevo canje de deuda y de la designación de Milani como jefe del Ejército.

• 2014: vota en contra de Argentina Digital, la nueva Ley de Telecomunicaciones.

• 2015: vota en contra de la Agencia Federal de Investigaciones y de la Agencia Nacional de Participaciones en Empresas Estatales.

Basta decir que votó (casi) todo con el gobierno, luego se peleó y voto (casi) todo en contra del gobierno. Un ejemplo de reflexión y ponderación de argumentos.

 

Pelotaris y moneditas

En sus últimos 12 años, el Lole firmó 1.235 proyectos: un promedio de casi 103 por año.

Entre 2003 y 2009, el Lole firmó 951 proyectos. Se separó (legislativamente) de Roxana Latorre y entre 2010 y 2015 firmó 284 proyectos. Sí, el muy vividor se la pasó colgado de la tarea de Latorre: junto a ella firmó un promedio de 135 proyectos por año; sin ella ese promedio bajó a 47.

Apenas 120, el 9,7%, son proyectos de ley. El resto son los 127 proyectos de comunicación (pedidos de informes o de acción al Poder Ejecutivo, no vinculantes), los 22 de resolución (concernientes al funcionamiento interno de la Cámara) y los acojonantes 996 proyectos de declaración (donde el Senado declara que siente beneplácito o reconocimiento o interés por algo. Es como un “me gusta” de Facebook del Senado, que ni siquiera se traduce en dinero). De seguro que vieron con agrado la Declaración de Interés los pelotaris que en 2008 participaron en el VII Campeonato Amateur Sub 22 en Frontón de 36 metros Pelota Vasca, realizado en Funes. El tema es que el 78% de la actividad legislativa de tu senador esté entregada a semejantes menesteres.

El Lole solo es autor de pocos proyectos de ley. De los 120 que firmó, sólo 76 son de su autoría. Y es un exceso: 51 de esos 76 los hizo con Latorre y otros dos con otros senadores. De un saque: Carlos Reutemann es autor único de 23 proyectos de ley en 12 años, menos de dos por año, a 80 mil pesos de sueldo mensual.

De los 76 proyectos de su autoría, diez son relativos a cuestiones financieras (alícuota en tarjetas de crédito y débito, fomento del microcrédito, modificación del Banco Central), diez a cuestiones numismáticas, nueve al campo (cuota Hilton, promoción de fertilizantes y declaraciones de zona de desastre) y ocho solicitando aperturas de juzgados y cámaras federales de apelaciones en la provincia.

Si ponemos la lupa en los 23 proyectos de ley de su absoluta responsabilidad, el Lole firma tres propuestas relativas a cuestiones financieras, tres referidas al campo, cuatro referidas a creaciones de juzgados y significativos ocho proyectos dedicados a la numismática: acuñación de moneda conmemorativa a la Ley Saénz Peña, a los 30 años de democracia, al bicentenario de la Asamblea del Año XIII, a Jorge Newbery, al Papa Francisco, emisión de una estampilla y emisión de un billete de 500 pesos, ingresado dos veces a la Cámara. El feroz guerrero rural es apenas un viejito que quiere jugar con moneditas.

 

Publicada en Pausa #163, miércoles 14 de octubre de 2015

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