Pocas propuestas y muchos slogans de campaña en el debate presidencial.
Los dos dijeron que escuchan, pero ninguno le respondió al otro. Te escucho pero no te doy pelota. Esa es la única conclusión concreta del debate televisivo entre Daniel Scioli y Mauricio Macri. Nada nuevo bajo el sol. Ninguno hizo aportes nuevos respecto de la campaña previa ni respondió las preguntas (y acusaciones) de su rival. Un juego de suma cero: al final, los dos estaban en el mismo punto desde el cual partieron. Si la idea era convencer a los indecisos o a los votantes del otro, ni Macri ni Scioli hicieron méritos suficientes.
En la primera mitad del debate, Macri se mostró más tranquilo, aunque no deslumbró con sus propuestas. En esa primera mitad –en la que se discutió sobre economía y educación– Scioli no pudo redondear algunas de sus intervenciones. En la segunda parte el gobernador bonaerense mejoró su performance, pero sin descollar. Si bien ninguno contestó las preguntas del otro, Macri fue el que eludió las acusaciones más serias, vinculadas a su plan económico. “¿Quién va a pagar el ajuste?”, le tiró Scioli en no menos de tres ocasiones.
Ante todo, el de anoche fue un espectáculo para la televisión: pautado, acordado y guionado. Los tiempos de exposición de ideas y proyectos fueron los tiempos de la televisión. Las frases, propuestas y opiniones de los candidatos hay que entenderlas en ese acotado marco, al que se adaptó mejor Macri que Scioli. Cada momento del debate –exposición, repreguntas y respuestas– estuvieron pautados en minutos, en forma estricta. Casi no había margen para que se salgan del libreto y no lo hicieron.
Se ha dicho que estamos ante una campaña conservadora en la que ninguno arriesga. En ese sentido, el debate fue un episodio más de la campaña, de ningún modo un momento decisivo. Por momentos, quedó muy en claro que los votos están en el Gran Buenos Aires, sobre todo cuando el jefe de Gobierno porteño y gobernador de Buenos Aires se tiraron acusaciones mutuas sobre los servicios de educación y salud en uno y otro territorio. Con picos de 50 puntos de rating, millones de argentinos que viven lejos de la Capital y el Conurbano debieron asistir impasibles a un enfrentamiento que apenas sirvió para reflejar las miserias políticas de los dos candidatos.
Definiciones y curiosidades
•Macri centró su discurso en marcarle a Scioli que forma parte de un gobierno que ha cometido errores; en lugar de defender el proyecto, el bonaerense le pidió tres veces que debate con él y no con el gobierno que se va en diciembre. Gane quien gane, es un hecho que el kirchnerismo termina el 10 de diciembre.
•Scioli hizo hincapié en los “dos caminos” que suponen su programa y el de su rival: en uno, el Estado interviene, está presente; en el otro, deja en poder del mercado las variables centrales de la economía. Para el candidato oficialista, el modelo que quiere imponer su rival de Cambiemos es “un peligro” para la sociedad.
•Macri remarcó en varias ocasiones “las mentiras” del gobierno nacional al aludir a las estadísticas del Indec sobre inflación y pobreza. Incluso le tiró a Scioli: “Vos pensás que la gente es tonta cuando vota el cambio”. Sólo una vez el gobernador bonaerense recogió el guante: fue cuando, sin admitir abiertamente la inflación, mencionó que “el salario real ha aumentado” durante los últimos doce años.
•Así como Scioli no quiso discutir sobre pobreza e inflación, Macri esquivó en forma sistemática una pregunta que su rival le hizo al menos cuatro veces durante los 90 minutos del debate: “¿Quién va a pagar los costos del ajuste y la devaluación?”.
•De las cuatro partes en que se dividió el debate, la segunda –Educación e Infancia– fue en la que más se chicanearon. Si había curiosidad en el electorado por escuchar las propuestas de los candidatos en esos temas, anoche los dos quedaron en deuda. Abundaron las chicanas sobre la calidad de los servicios de educación y salud en la provincia y en la ciudad de Buenos Aires y no hubo ni una sola mención sobre las otras regiones del país. ¿Y el federalismo? Bien, gracias.
[quote_box_left]El debate fue un espectáculo para la televisión: pautado, acordado y guionado. Los tiempos de exposición de ideas y proyectos fueron los tiempos de la televisión. Las frases, propuestas y opiniones de los candidatos hay que entenderlas en ese acotado marco. [/quote_box_left]
•Las chicanas y las acusaciones cruzadas también dominaron el tercer bloque: Seguridad y Derechos Humanos. No obstante, allí sí hubo algunas definiciones. Macri habló de “los derechos humanos del pasado y del presente”, aunque evitó un posicionamiento concreto respecto de los Juicios por la Verdad. Y Scioli, con menciones un poco forzadas al Papa Francisco, remarcó que la inclusión es un resorte central de cualquier política de seguridad.
•En la parte final del debate Scioli lo apuró a Macri por su ambivalente postura respecto de algunas políticas del kirchnerismo, como la estatización de YPF, Aerolíneas y del sistema jubilatorio: dijo que el líder del PRO “copia y pega” las propuestas del kirchnerismo porque la sociedad ya las hizo propias. En ese sentido, puso un ejemplo: “Me copió las actas compromiso que firmé con cada provincia y ahora descubre el norte argentino, que le ha dado la espalda (en las urnas) por todos los avances que hubo en la última década”.
•En materia de promesas tampoco hay mucho para rescatar. Scioli habló de una “nueva ley de coparticipación” para mejorar el financiamiento de las provincias. Y dijo también: “Me comprometo a derrotar la pobreza con recetas productivas”. Macri fue más osado: planteó un plan de empleo para jóvenes sin cargas sociales por cinco años para el empleador, prometió generar las condiciones necesarias para que suban las exportaciones (sin mencionar en forma explícita su política de retenciones cero), expuso sin entrar en detalles el Plan Belgrano (obras por 16 mil millones para el norte del país) y se comprometió a construir 3.000 jardines de infantes, 900 de ellos en la provincia de Buenos Aires.
•En el cierre, Macri habló de sus sueños, de Boca y dijo que “los argentinos llevamos demasiados años enfrentados”. También se mostró en contra de la cadena nacional y prometió dar conferencias de prensa. Allí dijo que el país “necesita un presidente que hable menos y haga más”. Scioli señaló que su participación en el debate fue “para sincerar esta situación”, en alusión al plan de ajuste que aplicaría Macri si llega a la Casa Rosada, y se mostró como un dirigente que sabe interpretar “a las familias argentinas”. Y remató con el mismo slogan que había usado al principio: “Hay que optar por dos caminos: el desarrollo o el ajuste”.
La pregunta del millón
¿Cambia algo el debate? ¿Hay electores indecisos que lo hayan tomado como una referencia? ¿Alguien lo vio con la sincera intención de definir su voto? Antes del debate, una encuesta de Poliarquía reveló que sólo el 16% de los ciudadanos estaba dispuesto a cambiar su voto de acuerdo a las incidencias del debate. Por lo visto anoche, el porcentaje será mucho menor.
Aquí la transcripción del debate completo y aquí tal como se vio por la TV: