En su batalla por “la liberación”, Macri recibió el aval de la UCR y devolvió la gentileza con una cita a Perón. Promesa de buenos tratos a municipios y comunas en un acto que reunió a Del Sel con parte del gabinete de Lifschitz.
Radicales de todo el país se congregaron este lunes en Santa Fe para compartir actos de campaña con el candidato del Frente Cambiemos, Mauricio Macri. En un clima de entusiasmo, hubo promesas mutuas de redoblar esfuerzos en la recta final hacia el balotaje del 22 de noviembre. Para Macri, en las últimas semanas, sobre todo a partir de las elecciones del 25 de octubre, en el país se vive “un clima de liberación”.
El anfitrión de la jornada fue el santafesino José Corral, presidente del Foro de Intendentes de la UCR. Los titulares del partido a nivel nacional y provincial, Ernesto Sanz y Mario Barletta, secundaron al líder del PRO y candidato de Cambiemos. También, los gobernadores electos Gerardo Morales (Jujuy), Alfredo Cornejo (Mendoza) y Ricardo Colombi (Corrientes), junto a decenas de intendentes y dirigentes de la UCR de distintos puntos del país, como el mendocino Julio Cleto Cobos.
El acto del Foro de Intendentes de la UCR tuvo a Macri como último orador; antes, habían arengado a los presentes Colombi, Morales y Sanz. Si bien el clima fue triunfalista en todo momento, a nadie se le escapó que todavía falta mucho para la segunda vuelta. Por eso Sanz instó a sus correligionarios a militar más fuerte que nunca en el tramo final de la campaña. Macri, por su parte, les prometió más recursos a los intendentes, a condición de que trabajen por su candidatura: “Cuando un intendente me muestre que sabe la diferencia entre invertir y gastar, más apoyo va a tener”.
La vista del alcalde porteño a Santa Fe, luego de una recorrida por la ciudad de Paraná, generó una fuerte expectativa política. Los medios nacionales enviaron sus móviles y la UCR movilizó todo su aparato para acompañar a Macri en el que podría ser su último paso por la capital provincial antes del balotaje. Los sectores dominantes del radicalismo santafesino –el Grupo NEO o Interior, el MAR y el Grupo Universidad– también dieron el presente.
En la curiosa reunión de dirigentes del PRO y de la UCR se percibía el mutuo recelo. Ante una pregunta sobre la legislación laboral, rodeado de radicales, Macri tiró una cita de Perón sobre “la productividad”, pidió perdón a sus acompañantes, en un gesto calculado, y hubo algunas risas incómodas. Más tarde, en el cierre del plenario de intendentes, no fueron pocos los que reconocieron como acertada la estrategia de Sanz: “Pensar que hace dos meses lo puteábamos en catorce idiomas”.
El mitin fue en un salón del Puerto de Santa Fe, escenario habitual de campaña. Pocos meses atrás, durante el proceso electoral que terminó ganado el Frente Progresista, los radicales fatigaban los mismos salones pero en apoyo al socialismo. En esta ocasión, dirigentes de las primeras líneas de la UCR como el senador Felipe Michlig (NEO), el diputado Santiago Mascheroni (MAR) y los anfitriones Corral y Barletta (Grupo Universidad) departieron con el operador de Macri, Rogelio Frigerio, y referentes locales del PRO, entre ellos los diputados Federico Angelini, Raúl Fernández y Germán Mastrocola y el fallido candidato a gobernador Miguel Torres del Sel.
Macri no dejó de remarcar ese entendimiento: “Parecía imposible hace poco tiempo. Cambiemos expresa que había una Argentina que desde el crecimiento entendió la importancia de encontrar que tenemos muchas más coincidencias que diferencias. Creíamos que éramos una Nación con problemas de fondo, pero no lo somos. Y esta construcción que hemos hecho lo demostró”.
La campaña presidencial logró algo impensado hace pocos meses: miembros del gabinete de Miguel Lifschitz –como el diputado y futuro ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro o el próximo secretario de Municipios y Comunas, Carlos Torres– trabajando junto a su reciente y acérrimo rival Del Sel. Macri y la idea de un “cambio” inminente los amontonaron.