Un histórico acuerdo mundial contra el cambio climático, que une por primera vez en esa lucha a países ricos y en desarrollo, fue aprobado por 195 países en una conferencia realizada en París.
El Acuerdo de París reemplazará a partir de 2020 al actual Protocolo de Kioto y sienta las bases para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y para empezar a soñar con un mundo sin combustibles fósiles.
Los países industrializados, responsables del problema, deberán ayudar financieramente a los países en desarrollo. Las potencias emergentes que lo deseen, como ya ha empezado China, podrán hacerlo también, de forma voluntaria.
El texto acordado vincula la suerte de las grandes potencias emisoras de gases de efecto invernadero (como Estados Unidos y China) a la de las pequeñas islas del Pacífico amenazadas por la subida del nivel de los océanos.
Todos los países se comprometen a controlar mutuamente sus planes de reducción de emisiones, bajo un nuevo mecanismo en el sistema de la ONU, con plazos quinquenales a partir de 2023.
Dos semanas de negociaciones, llevaron a un resultado que plantea enormes retos y oportunidades para los que apuesten por las energías limpias.
Publicada en Pausa #167, miércoles 16 de diciembre de 2015