El 27 de agosto, los integrantes de Proyecto Revuelta celebraban que el Concejo Municipal había aprobado parte del proyecto de obras prioritarias para la Vuelta del Paraguayo, que presentaron en diciembre de 2014 mediante la figura de iniciativa popular. Hoy, frente a la llegada de la creciente del Paraná, vecinos del antiguo barrio costero e integrantes de la organización denuncian que de las obras aprobadas por el Concejo “aún no se realizó ni una” y que “distinta suerte corrieron los emprendimientos privados, o sea, los boliches construidos en el lugar en el que barrio históricamente se evacuó en momentos de inundación, que en este año recibieron una altísima inversión y que ya cuentan con muchos de los servicios que al barrio se le niegan sistemáticamente”. A la fecha, son tres las familias evacuadas a unos módulos habitacionales que provee la ONG Techo.
Además, desde Revuelta indicaron “la falta de diálogo para con el barrio, más allá de que existe una resolución judicial vigente desde hace más de un año” que obliga a la Municipalidad a “convocar a una reunión con los vecinos para intentar acordar cómo llevar adelante los momentos de inundación como el que se aproxima”. Solamente el martes 15 pasado “vinieron a informarnos la decisión que ya habían tomado”. “El Ejecutivo Municipal está dilatando a base de recursos judiciales”, expresaron con indignación.
Por su parte, los vecinos se muestran descontentos por el nuevo lugar donde la Municipalidad espera relocalizarlos temporariamente.
En un comunicado, Revuelta le solicita al Municipio que garantice, entre otros, una serie de derechos muy elementales:
- Que, en caso de ser necesaria la evacuación, se establezca como lugar para la misma la zona ubicada entre la Ruta Nacional 168 y el Riacho Santa Fe, lugar donde históricamente los vecinos de la Vuelta del Paraguayo se han evacuado, asegurando las mismas condiciones que se les aseguran a los boliches allí instalados. Ese terreno es público, y si hay terrenos asegurados para los boliches, debe haberlo también para quienes históricamente lo han ocupado.
- Que las familias puedan decidir si evacuarse por sus propios medios o aceptar los módulos ofrecidos por el municipio.
- Que se permita realizar mejoras y ampliaciones en los módulos proporcionados por el municipio.
- Que no se haga presente la GSI (Guardia de Seguridad Institucional), puesto que inundaciones anteriores nos permiten decir que la misma corrompe la seguridad de los evacuados y de quienes se quedan en sus viviendas.
- Y que, por último, bajo ningún punto de vista se realice un cerco perimetral que impida la libre circulación de las personas que están evacuadas, quienes resisten en el barrio y las organizaciones, como Proyecto Revuelta, que trabajan en el lugar.
Los reclamos recaen en lo obvio. Sin embargo, la experiencia vivida por los vecinos en la última creciente (2013) los vuelve desafortunadamente pertinentes.