Anuario 2015 | Sin jugar por nada, excepto sacar al peronismo del poder, la UCR bajó sus banderas históricas, acompañó a Macri y decidió la elección nacional.
Y el consultor Carlos Fara, un guerrero de mil campañas que supo asesorar a boinas blancas de la región, dijo: “La UCR es como una empresa con una amplia red de sucursales, varias de las cuales son muy exitosas, pero sin casa central. Lo cual significa que la red puede convertirse en algún momento en una serie de negocios individuales. Si el “headquarters” no funciona adecuadamente, la empresa solo se salvará del desguace si 1) existe alguna conciencia sobre la conveniencia de seguir como tal, y 2) se mantiene aunque más no sea cierta mística e identidad”.
Mística e identidad tienen todos los partidos, así sea oscilante. Que la UCR haya saltado del progresismo al macrismo no quita su antiperonismo. Populismo y corrupción, los términos con los que se definen oposicionalmente. El largo período en el llano, por otro lado, los volvió ágiles, voraces, curtidos. Sobran motivos para sostener que hay un fuerte imaginario que amalgama a quienes se arrogan las banderas de la república y la honestidad.
Desde el 2001 la UCR tiene su estructura en alquiler en todas las elecciones nacionales; la Convención de Gualeguaychú puso en evidencia ese proceso como nunca. Quienes el día anterior sindicaban al macrismo como “la vuelta a los 90”, el día posterior defendían a rajatabla el acatamiento orgánico a las decisiones del partido.
Sin la UCR, el PRO jamás sería gobierno, tanto en la Nación como en Buenos Aires. ¿Cuánto ganó el partido en la movida? Corrientes, Mendoza, Jujuy y siete bancas más en Diputados. Además, los ejecutivos radicales tendrán mejor relación con la Nación. Pero, en el gabinete macrista, las fichas propias se cuentan con los dedos de una mano.
Ese saldo –y el de haber sido artífices de la derrota del peronismo– contiene una apuesta muy arriesgada. El radicalismo quedó pegado a las debacles de 1989 y 2001. Ahora, su nombre está adherido a una gestión que no domina y que recién empieza.
Publicada en Pausa #167, miércoles 16 de diciembre de 2015
Ganaron la gobernación de Mendoza (Cornejo), la de Jujuy (Morales) y el próximo gobernador de Santa Fe será Corral. En la estructura estatal provincial cada vez tienen mayor poder (obteniendo varios ministerios).
En distintos ámbitos están creciendo, recuperando mucho terreno en la universidad. Volvieron a ganar facultades que habían perdido gobierno. Caso emblemático la de Cs Economicas de la UNL. Nada despreciable, a sabiendas que de los claustros salen los funcionarios de los 3 poderes y los tecnócratas que marcan nuestra cotidiano según sus intereses.
Se puede estar o no de acuerdo con la finalidad, pero creer que esta alianza con el Pro fue solo por ser un partido antiperonista/antipopular, que "no jugo por nada", es muy liviano. Subestimarlos ha sido un grave error.