ANUARIO 2015 | La superproducción Espíritu Traidor cautivó al público de la ciudad.
Amén de las ceremonias de premiación (cada vez hay más), uno de los grandes reconocimientos que el quehacer cultural santafesino podía tener llegó con la superproducción que se llamó Espíritu Traidor: más de 40 artistas en escena, la reactivación de la usina del Teatro Municipal y enormes figuras de incansable recorrido y tradición en el under y la cultura independiente como Rubén Von der Thüsen, Luciana Tourné y Gustavo Angelini alcanzaron plenitud artística en el coliseo y la costanera santafesina en sendas noches.
Ocho funciones a sala completa en el Teatro Municipal y un show en el faro para el aniversario de la ciudad en menos de medio año fascinaron al público local, que también tuvo la oportunidad de contemplar escenografías y vestuarios made in Santa Fe. Fue gracias al aporte del Estado municipal que se pudieron solventar los costos de una producción sin precedentes, cuyo argumento consistió en una interpretación de Sueño de una noche de verano (Shakespeare), a cargo del reconocido director teatral Rubén Viani. En la versión autóctona, unos espíritus son invocados mediante el juego de la copa a los alrededores de una choza perdida en una isla aleatoria de nuestra costa, para resolver algunos destinos irresolutos.
[quote_box_right]Espíritu Traidor: más de 40 artistas en escena, la reactivación de la usina del Teatro Municipal y figuras de incansable recorrido en el under y la cultura independiente como Rubén Von der Thüsen, Luciana Tourné y Gustavo Angelini. [/quote_box_right]
Von der Thüsen (también destacado por sus actuaciones en Finlandia y Ricardo, una farsa) debutando, prácticamente, como cantante y Gustavo Angelini (consagrándose como estampita solista tras 20 años de Carneviva) haciendo lo propio con la actuación fueron de las figuras más destacadas de la escena 2015, además con el aporte imprescindible de la reconquistense Luciana Tourné, referencia tanguera que equiparó sin trabas sus dotes de intérprete en la partida doble exigida por esta ópera rock. Inmediatamente después, cabe enumerar a quien hace las veces de la imponente Tiziana en la historia: Daniela Romano, otra destacada del tango y con un linaje que se refuerza gracias a la figura de su abuelo Enrique Romano.
Lucas Ranzani y Camilo Céspedes (que actuaron también en Malversión de amor y Ricardo, una farsa, respectivamente), fueron figuras salientes en la cuestión del humor dándole carne al Oreja y al Morsa. Barby Ostrovsky por la coreografía, Francisco Martínez Castro en composición y dirección musical y Magalí Acha por haber diseñado la escenografía fueron protagonistas invisibles, pero también de primer orden.
No obstante, el elenco se alargó hasta las cuatro decenas con un cuerpo conformado por jóvenes bailarines santafesinos con intervenciones de vuelo Broadway quality, pero con nuestro calor latino y santafesino, por qué no.
Agustín Ferrero (Astro Bonzo) y Lorena Niere (Dicroico) integraron sus voces rockeras al coro completado con Mauricio Oromez, Elizabeth Schmidhalter y Luciana Braunstein.
Publicada en Pausa #167, miércoles 16 de diciembre de 2015