Unión y Colón: destinos cruzados

ANUARIO 2015 | Los dos grandes de Santa Fe no se clavaron goles en los clásicos y pasaron un año en el que, finalmente, lograron el objetivo principal: mantenerse en el fútbol de primera división.

Cuando uno iba el otro volvía. Así fue la historia de tatengues y sabaleros en 2015.

Unión supo mantener la línea ascendente con la que terminó el 2014 en la B Nacional, tuvo un gran comienzo en el campeonato de Primera División, se convirtió en un equipo sólido, con capacidad de presionar en todas las líneas y con un jugador que todavía es extrañado: Enrique Triverio. “Kike” hizo goles (muchos) y además “potenció a sus compañeros”, tal como señaló el DT e ídolo tatengue, Leonardo Carol Madelón .

Después del parate por la Copa América, Unión ganó algunos partidos, hasta superó al campeón Boca en La Bombonera (4 a 3), pero su rendimiento no volvió a ser el mismo. La presión alta que ejercía se fue pinchando, los rivales le tomaron el tiempo y aunque algunas victorias le aseguraron el ingreso a la Liguilla pre-Sudamericana, ya nada volvió a ser como antes.

Con la suma de los buenos resultados Madelón intentó concientizar a los jugadores de que “tenían que dar un salto de calidad”. Eso significaba ingresar por primera vez en la historia de Unión en un certamen internacional. Más allá del deseo del DT y sus estrategias para motivar a sus dirigidos, la ilusión duró apenas 90 minutos. Aldosivi ganó 2 a 1 en el 15 de Abril y dejó un sabor amargo en el paladar tatengue.

Ahora el desafío será volver a consolidar la idea futbolística (que tan buenos resultados le dio) para mirar el 2016 con expectativas de mejorar lo bueno que hizo este año.

Colón puede brindar tranquilo

El año para Colón había comenzado mal y hasta octubre parecía que iba a terminar peor.

La única fecha de Merlo como DT presagiaba un 2015 tormentoso. La dirigencia se mostraba débil, con renuncias constantes, con escasos pesos para administrar y con poca experiencia para conducir en momentos críticos. En ese contexto apostaron por un entrenador barato y de la casa: Javier López. Sin hacer una mala campaña desde lo matemático, el “Alemán” nunca terminó de convencer al pueblo sabalero, y la eliminación de la Copa Argentina (ante Acassuso) le dio el golpe de gracia para que le bajen el pulgar.

La llegada de Darío Franco empeoró el panorama, Colón jugaba mal y a veces peor, los resultados no llegaban y lo que sí llegó fue el susto de quedar a pocos puntos del descenso. Los sabaleros empezaron a mirar los partidos de Nueva Chicago, y el Torito ganaba y ganaba. Recién en los clásicos Colón brindó los primeros síntomas de recuperación, pero los empates sin goles no le alcanzaban para contagiarle confianza a su gente.

En los últimos tres partidos sí apareció el equipo confiable, el que trataba bien a la pelota, el que ganaba con autoridad y goles. Se salvó del descenso y en la última fecha sorprendió a todos cuando entró a la Liguilla pre-Copa Sudamericana.

El juego del equipo fue ascendente en poco tiempo, suficiente para que haya quedado a escasos minutos de forzar una definición por penales ante Belgrano. Colón terminó en la puerta de la Copa Sudamericana y jugando el fútbol que más le gusta a la gente.

El 2015 termina con cuatro candidatos a presidente que se disputan un club que vive un presente tranquilo, sin sobresaltos y con un futuro alentador. Luego de asumir una institución arrasada por Lerche y sus amigos, durante dos años con errores y aciertos la Comisión Directiva –que por estos días emprende la retirada– puede irse con la frente en alto.

Todo quedó en cero

Luego de dos años volvieron los clásicos, y para que nadie se quede con ganas, volvieron por partida doble y ambos se jugaron en menos de un mes.

El 0 a 0 fue irrompible en las dos canchas, aunque en ambas oportunidades los sabaleros dejaron una mejor imagen. En la previa Unión tenía la gran oportunidad de superar al eterno rival por el presente que cursaba el equipo de Franco, pero nada de eso sucedió y Nereo Fernández se convirtió en la figura de ambos partidos.

Para Colón fue el comienzo de un final feliz y para Unión la ratificación de ya no ser el mismo que fue.

Publicada en Pausa #167, miércoles 16 de diciembre de 2015