Esta semana que termina nos encontró al actual Ministro de Cultura de la ciudad de Buenos Aires, Darío Lopérfido, derrapando con algunas declaraciones en las que pone en tela de juicio la cantidad de desaparecidos durante la última dictadura. Literalmente dijo que “En Argentina no hubo 30 mil desaparecidos, se arregló ese número en una mesa cerrada”, desconociendo los informes de la Conadep, condensados en el ya patrimonio del pueblo argentino “Nunca Más”.
El ex funcionario de la Alianza, además, dijo que el Estado exaltó la década del 70. Tal vez, si uno compara la gestión kirchnerista con la menemista y la delarruista, tiene razón: estos dos últimos firmaron los indultos a los genocidas en un caso, y no encararon ningún tipo de juicio a represores en ambos. Visto así sí, Néstor y Cristina se zarparon, se fueron a la mierda, que son sinónimos de “exaltar”. Pero bueno, eso sería una mera cuestión semiótica.
Lopérfido, por otro lado, pone en discusión la cantidad de personas secuestradas, torturadas, asesinadas (en algunos casos tirados vivos, drogados y atados de pies y manos al Río de la Plata para que mueran ahogados –ya que todo es una cuestión semiótica, llamemos a las cosas por su nombre) y cuyos cuerpos aún permanecen desaparecidos. Discutiendo la cantidad, el reinventor de Canal 7 renuncia a una crítica de lo profundo: el terrorismo de Estado… ¿o acaso que hayan sido 20 mil o 40 mil hubiese hecho más o menos grave el hecho?
En fin, la cosa es que esta nueva versión acerca de los desaparecidos (habría que exigirle a Darío que declare frente a la Justicia lo que sabe sobre esa “mesa cerrada” y cómo lo sabe) me hizo pensar en que puede estar naciendo una nueva corriente de estudios históricos que tiene por meta el “revisionismo”. Sí, en este caso, el “revisionismo macrista”. Científicos y académicos conformarían un grupo de estudios (“Carta abierta” la tenés adentro) que sospecha de algunas verdades consagradas sobre algunos hechos nefastos de nuestra historia y propone otras explicaciones, claramente, mucho más creíbles. He aquí algunos ejemplos:
1.- Para Lopérfido, la crisis causó dos nuevas muertes.
2.- La explosión de la fábrica de armas de Río Tercero fue una protesta de cañitas voladoras que exigían subsidios.
3.- La inundación de Santa Fe, de 2003, fue una catástrofe natural inevitable.
4.- A Walter Bullacio lo mataron unos buñuelos de ricota que comió en la comisaría donde le prestaron un teléfono para que llame a los padres. Todavía no existían los celulares.
5.- Al conscripto Carrasco lo agarraron unas abejas mientras estaba de guardia en el cuartel. Desgraciadamente era alérgico y por eso quedó todo moretoneado.
6.- Los desaparecidos no son, no están, no existen…
7.- Sarmiento amaba a los gauchos y por eso escribió el Martín Fierro. Luego Hernández le robó la notebook y lo publicó como propio.
8.- Pinedo fue un gran presidente sin ninguna denuncia por corrupción en su contra… como Illia.
9.- La semana pasada hubo torneo de paintball en la Villa 1 11 14. Ganó el equipo de la Gendarmería.
10.- Según Patricia Bullrich… seguimos ganando.