La producción está que trina. El tarifazo eléctrico deja al sector industrial al borde del nocaut. Los aumentos, millonarios, se traducirán en precios más elevados o en despidos.
Mauricio Macri admitió que le duelen los aumentos. Cuatro meses debieron pasar para que el presidente reconozca que la quita de subsidios, que provocó el tarifazo eléctrico y del gas, y la política de retenciones cero, que encareció los alimentos en el mercado interno, son un problema severo para los argentinos.
El martes 12 de abril el presidente reconoció el impacto de los ajustes: “Me duelen, me desesperan los aumentos porque sé que hay mucha gente al límite”. En una jugada de manual, le echó la culpa al gobierno anterior por las medidas de ajuste que empezó a aplicar ni bien llegado a la Casa Rosada. Y, prometió, además que el país va a ingresar a “una etapa maravillosa de crecimiento”.
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Pero, ¿cuál es el crecimiento que promueve Cambiemos con sus medidas económicas? Según el director del Centro Interdisciplinario para el Estudio de Políticas Públicas, Rubén Lo Vuolo, cuando pase el temblor ingresarán al país capitales especulativos al sector financiero, pero no inversiones productivas.
Las medidas macroeconómicas del gobierno nacional llevaron las tasas de interés al 40%, algo que favorece las inversiones especulativas pero desalienta las inversiones en el sector productivo, que es el que genera empleo. Para Lo Vuolo, “en este momento nadie está dispuesto a invertir en la Argentina. En el contexto actual, en el sector productivo, la situación sigue siendo de inestabilidad y desconfianza”.
“La inversión –explicó el economista– normalmente se mide en función a que la persona que está dispuesta a comprar una máquina, a incorporar nuevos métodos de producción, etc, pueda recuperar en un plazo determinado el gasto que hace. Ese agente económico necesita tener en claro cuál va a ser el comportamiento de muchas variables en cinco años o diez años, depende el tipo de inversión”.
Tanto en campaña como en la gestión, Macri ha prometido que llegarán inversiones una vez efectuadas las “correcciones” de las medidas “irresponsables” del kirchnerismo. Pero eso no parece que sea tan sencillo. “Las inversiones productivas van a llegar cuando el horizonte esté lo suficientemente despejado como para que los agentes económicos puedan tomar decisiones”, indicó Lo Vuolo. “Si no, lo que van a llegar son capitales especulativos al sector financiero; se va a expandir el crédito, algo bastante parecido a lo que pasó en la época de la Convertibilidad”.
Un sablazo a la producción
Con tasas de interés por las nubes y un tarifazo energético que impactó de lleno en la industria, el mercado local ha quedado desprotegido y eso ya empieza a traducirse en cifras: 100 mil despidos en el primer bimestre del año (de los cuales 11 mil corresponden al Estado, según datos del ministro de Modernización Andrés Ibarra) y una inflación que se disparó a más del doble del período 2013-2015.
Para 2016 el gobierno de Macri proyectaba un tope de inflación del 25%, pero todas las mediciones privadas hablan de entre un 35% y un 50% en todo el año. Una buena parte se explica en el aumento de los servicios públicos producto de la quita de subsidios de parte del Estado nacional. Para el sector industrial santafesino, las subas han sido del 300% aunque en algunos casos se superó ese porcentaje (ver aparte).
La Mesa de Entidades Productivas de Santa Fe indicó que en los últimos ocho años, cuando estaban vigentes los subsidios nacionales, la Empresa Provincial de la Energía (EPE) aplicó once aumentos tarifarios que acumularon una suba del 300%. Con una sola medida, el gobierno nacional logró lo mismo de un bimestre a otro.
La resolución 6 del Ministerio de Energía de la Nación (eliminación de subsidios) provocó que la empresa mayorista del servicio eléctrico, Cammesa, suba entre 700% y 1000% en el costo del megawatt, sea para la industria o los usuarios residenciales. Para la EPE, implica pasar de pagar 1.000 millones de pesos en el año a 4.800 millones. La diferencia (¿hace falta repetirlo?) se trasladó a las tarifas, con aumentos de hasta el 400% en las empresas de la región, según un relevamiento de la Unión Industrial de Santa Fe.
El titular de la entidad, Alejandro Taborda, señaló al periódico El Santafesino: “Hay formas de ahorro de energía y esto requiere inversiones, pero no son posibles porque los créditos productivos han desaparecido. Hay una línea del gobierno provincial que se pueden enfocar a proyectos de esa índole. Pero es un momento complicado para que una industria con una baja demanda y altos costos haga inversiones para modernizar sus instalaciones”.
Empleo en peligro
El lunes 28 de marzo, el gobernador Miguel Lifschitz se reunió en Buenos Aires con el ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren, para proponerle medidas de financiación desde la proveedora Cammesa hacia la EPE. El funcionario nacional prometió responder en una semana, pero pasados 20 días aún no había novedades.
Las industrias locales ya habían sido afectadas por la eliminación de las trabas a las importaciones. Con el tarifazo eléctrico, quedaron al borde del nocaut. La Unión Industrial Argentina le advirtió al ministro de la Producción de la Nación, Francisco Cabrera, que si no se atenúa la medida están en riesgo 39 mil empleos directos en fábricas de todo el país y 95 mil si se incluyen los de empresas de servicios asociados.
[quote_box_right]Lo Vuolo: “Lo que van a llegar son capitales especulativos al sector financiero, algo bastante parecido a la época de la Convertibilidad”.[/quote_box_right]
El gobierno de Cambiemos demora las respuestas a los sectores productivos y pone en riesgo el empleo y el nivel de la actividad económica, que hasta el tercer trimestre de 2015 exhibía indicadores positivos. La única señal –que es más un rumor que un anuncio– la dio Cabrera en una reunión con los ministros provinciales, a quienes les dijo que el gobierno central estudia eliminar cargos fijos y otros rubros que hacen a la estructura de costos de la energía.
Mientras tanto, 300 industrias electro intensivas que operan en la provincia de Santa Fe corren serio peligro. El Ministerio de la Producción de la provincia las tiene censadas; si no pueden hacer frente a las facturas de la EPE, se les ofrecerá un plan de pago de entre seis y ocho cuotas. No es una solución de fondo, más bien un paliativo que hará más larga la agonía.
En la ciudad la situación es similar. Por eso, la Mesa de Entidades Productivas de Santa Fe le pidió a la provincia “que se estudien mecanismos de reducción del impacto derivado de los valores tarifarios establecidos recientemente, habida cuenta el contexto de estancamiento de la actividad económica provincial”.
Según las entidades que conforman la mesa (Asociación Dirigentes de Empresa, Bolsa de Comercio, Cámara Argentina de la Construcción, Cámara de Comercio Exterior, Centro Comercial, Sociedad Rural y Unión Industrial), los aumentos de la energía eléctrica verificados entre diciembre de 2015 y febrero de 2016 “están obligando a muchos empresarios de nuestra ciudad a rever la planificación de su actividad para este año”.
Un salto al vacío
Tras el tarifazo que la EPE trasladó a sus usuarios, las boletas se multiplicaron por tres y hasta por cuatro de un bimestre a otro:
• Milkaut pasó de pagar 1,8 millón a 5,1 millones de pesos.
• Bahco pasó de pagar 228 mil a 612 mil pesos.
Alejandro Bercovich: “El problema de Macri y su doctrina del shock: la crisis que no fue”. Diario BAE, 1º de abril de 2016.
• Una empresa ubicada en el parque industrial de Sauce Viejo con un consumo de 1.887.301 kwh pagó en su factura de diciembre (de 2015) 783.918 pesos. En enero de 2016, con un consumo muy similar, pagó 835.362 pesos. En febrero, incluso con un consumo menor (1.823.273 kwh), pagó 3.164.858 pesos. Entre diciembre y febrero, esta empresa tuvo que abonar –con niveles de consumo similares– casi 2 millones de pesos de aumento (1.876.402 pesos): un 403% más.
• En el otro extremo, una empresa de mucho menor consumo, 29.694 kwh, también dentro del parque industrial de Sauce Viejo, pagó en diciembre 37.051 pesos. En enero, con 30.840 kwh de consumo, 37.136 pesos. En febrero, con 25.588 kwh, trepó a 52.859 pesos. Un incremento del 142%.
• Un frigorífico del departamento La Capital con consumos de 597.600 kwh (diciembre), 638.400 (enero) y 574.560 (febrero) pasó de pagar 287.790 pesos en diciembre a 944.802 pesos en febrero. Esto es: 657.012 pesos más, un 328% de aumento.
Exequiel Kay: “Energía: aumentos de más del 400 % en empresas de la región”. El Santafesino Nº 127, abril de 2016.
Publicada en Pausa 170, jueves 14 de abril de 2016