Una santafesina fue parte del consorcio de periodistas que trabajó con los Panamá Papers. Analizó en Pausa en el Aire cómo funcionan las empresas offshore y los paraísos fiscales.
"Yo estoy muy contenta porque se haya dado a conocer y se haya puesto en debate el sistema financiero internacional y la función que cumplen los paraísos fiscales. Yo ya investigaba estos temas en Panamá, y siempre les tuve una aberracción importante". Quien habla es la periodista santafesina Sol Lauría, que vive y trabaja en el país centroamericano y que participó desde adentro en el tratamiento y publicación de las bases de datos de Mossack Fonseca, la filtración de información conocida como Panamá Papers, en la que se revelaron direcciones y nombres de accionistas de empresas offshore, junto a sus intermediarios. En Santa Fe, tras la liberación de todos los registros el lunes 9, aparecieron empresas offshore en nuestra ciudad y en nuestra provincia.
En diálogo con Pausa en el Aire, Sol explicó en qué consiste un paraíso fiscal: "Son países que en los que su ley nacional permite que extranjeros abran empresas muy rápida y fácilmente, con un trámite que puede durar tres días. En Panamá es sólo contratar un abogado. Venís a Mossack Fonseca, tocás la puerta y decís 'Mirá, tengo un montón de ganancias que no quiero declarar en el fisco de mi país y necesito colocarlas en algún lugar y me dicen que Panamá es una buena plaza”. Y Mossack Fonseca te dice 'Sí claro, cómo no'.".
“Y es plata que nunca nadie va a tocar, salvo que haya una denuncia pública”, agregó Lauría. “Incluso si la Justicia del país de origen pedía información, en Panamá la negaban”, precisó.
Respecto de cómo identificar si una empresa offshore está realizando actividades ilegales, o al menos sospechosas, la periodista demostró la sencillez con la que puede realizarse la investigación: “El empresario fulano de tal tiene una empresa en Panamá. Declara un domicilio en el Registro Público panameño. Si vas a esa oficina y hay una oficina y gente que te atiende, está el nombre de la empresa en la puerta, entonces está funcionando como empresa. Pero, en la gran mayoría de los casos, la dirección es la del mismo estudio de abogados que la abre a la empresa. Entonces, es una empresa que existe sólo en los papeles”.
Según Lauría, la mayoría de los empresarios que abren offshores “Lo hacen para evadir impuestos, o como pasaba en Argentina con muchas cerealeras o gente que hace negocios agroindustriales: lo hacían para triangular la exportación y no pagar retenciones o los impuestos que el gobierno exigía”.