Pedro Brieger analiza la situación política del país vecino y su impacto a nivel regional.
El periodista y sociólogo Pedro Brieger llegó hasta la ciudad la semana pasada para disertar acerca del estado de situación política de Brasil y su impacto en el resto de América Latina. Con una lectura acerca de cómo influyen los medios en el desarrollo de esos escenarios, expuso cuestiones acerca de la fundación de su portal informativo llamado Nodal como ejemplo acerca de maniobras para ser menos susceptibles de consumir pasivamente información sesgada.
Reciente incorporación del canal de noticias C5N, Brieger desandó varios acontecimientos políticos de la historia reciente de los países de América Latina en contraste con lo que está pasando actualmente en la política brasileña con una presidenta “alejada” y una oposición articulando una estrategia a la que no se anima a llamar de “golpe”: “mi formación académica me hacer ser quizás muy cuidadoso con las palabras que para mí tienen mucho significado; yo puedo entender que en un discurso político sí pueda decirse abiertamente ‘esto es un golpe de Estado’, lo que lo vuelve más un manifiesto político que un análisis político”, introdujo presidiendo la oratoria en un salón de Festram llenísimo.
Distinguió este proceso al de las dictaduras setentistas en el que los militares asumen de facto estableciendo tiempos y condiciones. La promoción de manifestaciones públicas y la divulgación de encuestas de opinión que alegaban disconformidad con Dilma fueron solo algunas aristas de la estrategia de la oposición para imponer sentido en pro de derrocar al gobierno: “entonces es cuando vuelve Lula (Da Silva) a la escena, que confirma que en 2018 se va a volver a postular; eso encendió la alerta de los sectores conservadores que empezaron un ataque en contra de él, porque saben que sigue siendo el político más importante del Brasil”.
Pero así como los objetivos cambian de personas, resulta reconocible que el verdadero temor de los sectores opositores no radica puntualmente en nombres o partidos, sino en la posibilidad real de que una fuerza popular sea la que esté al mando del Estado. Una potencial victoria de Lula en 2018 estiraría a 20 los años de movimientos populares al frente del poder y, para entender cómo está pensando y operando la derecha en el Brasil, Brieger aseguró que no hacen falta análisis sesudos, alcanza simplemente con leer lo que dicen.
En este punto citó un editorial de Folha de San Pablo (uno de los periódicos de mayor influencia, además de ser opositor) que exponía la maniobra empleada al explicar: el impeachment es un juicio jurídico político y, de este término, fue el último aspecto el que prevaleció acusando “descalabro económico, profusión de escándalos comandados por el PT, sobre todo por la pérdida de su capacidad para gobernar, el apartamiento de Dilma Rousseff surgía como pre-requisito de una urgente recuperación”. Entonces, un juicio político, sin mayor fundamento que acusaciones imprecisas y valoraciones ideológicas.
Más allá de esta lectura, el periodista destacó que “cuando la derecha está cebada dice, por lo general, muy abiertamente cómo piensa. Y, como la derecha brasileña está muy cebada, y eso se lee en otro periódico de San Pablo (O Estado), horas después de destituir a Dilma, publicaba otro editorial en el que instaban el rescate del país “de la nefasta hegemonía del populismo (…) pidiendo coraje para adoptar medidas de emergencia impopulares sin las cuales sería imposible el saneamiento de las cuentas públicas”.
Lecturas prestadas
Sin esfuerzos mayores que el de la persistencia discursiva se instauró la creencia de que las acusaciones contra Dilma son por causas de corrupción, cuando en verdad de esas imputaciones no se detalla ni se expone la información completa. El ex conductor de Visión 7 Internacional explicó, exponiendo un artículo de El Litoral, que este tipo de cuestiones radica en que muchos medios recogen cables de agencias de noticias internacionales (obviamente, con la impronta de su procedencia europea, por caso) y no de la mano de la prensa misma del país: “lo que hacemos en Nodal, por ejemplo, es leer todos los matices que se presentan en los medios brasileños y después lo traducimos con nuestra impronta para informarlo a los demás países de latinoamérica.”
Con una expectación fervientemente atenta, el periodista charló con el público y ensayó ejercicios de interacción para introducir algunos casos como el que dio pie a la metodología de trabajo de su portal propio como también para traer a colación a otros ardides de la política latinoamericana.
En 2013, el presidente de República Dominicana, Danilo Medina, logró una victoria política sobre la Barrick Gold que no se divulgó desde ninguna agencia europea ni tampoco por los medios hegemónicos de la región. Si se conocía en los otros países que se podía protestar y ganarle a una multinacional como pasó en República Dominicana: “los otros podían empezar a rebelarse”, señaló Brieger. “Pero para darse cuenta de esto no hay que ser ni peronista, ni marxista, ni socialista, ni de izquierda de ninguna calaña. En los 50 los reyes árabes ya negociaron fity-fifty con las multinacionales, porque no eran marxistas, pero tampoco boludos”, calificó el periodista.
Impacto regional
El caso Lugo en Paraguay (que para el analista fue una derrota en el sentido de que no se logró la unión entre las gestiones latinoamericanas para resistir el golpe de Estado) y lo sucedido en Honduras (conflicto en el que, en su momento, mediaron en conjunto Evo Morales y Cristina Fernández) fueron algunos de los preludios a una crisis de los gobiernos de impronta popular que se agudizó en los últimos años: el cambio de gestión en Argentina, el triunfo de la oposición en Venezuela en la Asamblea Nacional, la derrota de Morales en Bolivia en el referéndum y la destitución de Rousseff son casos testigo de que América Latina es un continente en disputa.
“Si bien las derechas han aprendido mucho y han sabido interpelar a las poblaciones de manera muy inteligente, no es menos importante que lo sembrado en estos últimos quince años de manera diversa y heterogénea, en Venezuela, Brasil y Argentina, para mencionar países donde hubo cambios importantes, no es algo que desaparece de la noche a la mañana. Menem pudo hacer lo que quiso porque recibió un país devastado y con los militares respirando en la nuca. Hoy las situaciones son totalmente diferentes. Hoy la política es mucho más versátil, más compleja, hoy Ecuador está más cerca nuestro que hace 20 años y esa unidad va a persistir aunque los sectores de derecha intenten congelarla, porque no la van a poder quebrar”.
Un portal web que cuenta a América desde América
A partir de la recurrencia de los cables de agencias internacionales (con predominancia europea y estadounidense) que replican la información que circula en toda América Latina y el Caribe con sus perspectivas ideológicas e históricas particulares, el 1 de agosto de 2013 nació, por iniciativa de Pedro Brieger, el portal Nodal (www.nodal.am): su originalidad hace pie en que los artículos publicados tienen en cuenta las distintas líneas editoriales de diversos medios para reconstruir así una lectura más enriquecida acerca de los procesos y sucesos que se dan en temáticas como integración regional, el devenir de los movimientos sociales y los pueblos originarios, medio ambiente, género.
Asimismo, la propuesta vio desarrollar afluentes propios que profundizan el foco en áreas como la tecnología (del agro, la ligada a energías renovables, ya sea de iniciativa estatal o privada), la Universidad (en donde se difunden, entre otras cosas, integraciones y discusiones sobre la enseñanza y los proyectos académicos de los países en cuestión), economía (problematización de la deuda externa, de la industrialización, de la importancia de las materias primas…) y la cultura (apostando a la circulación de producciones artísticas populares que conforman una gran cuota del proceso de formación de la propia identidad).