Segunda en el Mundial 2014. Segunda en la Copa América 2015. Finalista de la Copa América Centenario 2016. Tercera en las Eliminatorias Sudamericanas. Primera en el ranking FIFA. Esa estadística es de la Selección Argentina.
Cuarta en el Mundial que jugó de local. Eliminada en cuartos de final en la Copa América. Eliminada en la primera fase de la Copa América Centenario 2016. Sexta en las Eliminatorias Sudamericanas (no ingresa al Mundial de Rusia 2018). Séptima en el ranking FIFA. Estos números le pertenecen a la Selección de Brasil.
Nosotros, los argentinos, campeones mundiales de las comparaciones, podríamos hacer foco en estos datos para saber dónde estamos parados. Y si la estadística no alcanza, vayamos a la pregunta que más importa para llegar a los buenos números: ¿Cómo se juega? La respuesta está en la actual Copa América. Se juega bien, muy bien y por momentos excelente.
Lamentablemente, si el ejemplo que nos tratan de imponer es el del Cholo Simeone, de no ganarles a los chilenos esta noche, caeremos nuevamente en el pozo negro del “gran fracaso”. Lo de “gran” vale la pena escribirlo porque el director técnico del Atlético Madrid se encargó de decir que perder dos finales es un “fracaso”, imagínense tres. Y el propio Martino, después de semifinales, apoyó esa teoría:
A pocas horas de la final continental, por el estilo de juego, por el enorme talento de casi todos los futbolistas de la Selección, por el convencimiento inclaudicable del Tata Martino y por el sucesor del mejor futbolista de todos los tiempos, deseo fervientemente que esta noche sean una aplanadora de corazón y pases cortos. Con ese fútbol nos aproximaremos al título esquivo. De no ser así, seguiré disfrutando de ese elevado nivel de fracaso de los últimos tres años (consecutivos).
No me importa si hay varios lesionados, si la AFA es un quilombo o si Messi está con la barba al plato. Yo me preparo el vinito para esta noche, me espera un cómodo sillón para gozar y sufrir el fútbol de este grupo de fracasados que ni siquiera saben lo que es perder una final en noventa minutos (en el Mundial perdieron en tiempo de alargue y en la Copa América de Chile en los penales).
Así que Messi, vinito y que sea un ¡good show!