Según publicó el Ministerio de Trabajo de la Nación, a partir de diciembre de 2015 –cuyos primeros nueve días tuvieron a Macri como presidente electo, luego en funciones– el empleo privado en blanco cayó estrepitosamente.
No es mejora de la metodología ni sinceramiento de la realidad. Las cifras que da el Ministerio de Trabajo sobre los registros de empleo privado en blanco dan cuenta de que el aumento de la desocupación que muestra el Indec (de 5,9% en el tercer trimestre de 2015 a 9,3% en el segundo trimestre de 2016) coincide con la destrucción de los puestos de mayor calidad, según la perspectiva del presidente Mauricio Macri. Entre diciembre de 2015 y junio de 2016 se destruyeron -136.456 puestos de trabajo en blanco. Por sí misma, esa cifra equivale a más de un punto de desocupación. Y no contabiliza la destrucción del trabajo en negro ni del trabajo público (tanto en blanco como en negro).
El desempleo de dos dígitos parece ser el horizonte próximo. Si bien la caída del empleo registrado aminoró su velocidad (en junio se perdieron -12.567 puestos de trabajo, mientras que en mayo la ola alcanzó a -38.927 personas), no hay nada que indique que haya creación de trabajo en el horizonte próximo.
Los datos son un registro que proviene del Sistema Integrado Previsional Argentino (Sipa), dependiente de la Anses. El Sipa es la base de datos de todos los aportes que hacen los trabajadores al sistema previsional, los dependientes privados y públicos, los autónomos y los monotributistas también. Por lo tanto, es exactamente la nómina del “empleo de calidad” y ofrece una aproximación mucho más dura que la Encuesta Permanente de Hogares, a partir de la cual se producen las cifras sobre empleo del Indec.
Malaria y derrame
Desde que cambió el gobierno, en la Construcción se perdieron -50.559 puestos registrados. Es todo un indicador, si se tiene en cuenta la altísima tasa de trabajo en negro que tiene el sector, que es el más perjudicado. Luego viene la Industria Manufacturera, donde se destruyeron -36.468 puestos. Después, las Actividades Inmobiliarias, Empresariales y de Alquiler, con -34.010 puestos perdidos.
Dos de los sectores más beneficiados por la macroeconomía macrista, el agropecuario y el minero, no parecen derramar lo suficiente de todo lo que están devorando. Tras la quita de retenciones a las exportaciones de cada sector, en el agro se perdieron, desde diciembre, -3.562 puestos de trabajo en blanco (siendo el sector con la menor tasa de trabajo registrado). En las minas y canteras, hay -4.333 puestos en blanco destruidos en los últimos siete meses.