El silencioso récord histórico del dengue en 2016

La epidemia de dengue de este año superó en un 53% al antiguo récord, de 2009. Los muertos pasaron de cinco a once. En la comparación, el desempeño de las provincias fue muy dispar. 

Nunca el azote del dengue fue tan duro como en 2009. La epidemia se llevó repetidas veces los titulares de tapa de los medios nacionales, que reseñaron al detalle la evolución de los estragos provocados por el Aedes Aegypti, el mosquito que tanto gusta de reproducirse en la agüita estancada de ruedas viejas, macetitas o zanjas. Pues bien: hasta el 31 de julio, la epidemia de dengue de 2016 fue un 53,04% más virulenta en la difusión del dengue autóctono y se cobró el doble de vidas, pero el viejo batifondo periodístico apenas fue un leve susurro.

De los 76.803 casos de dengue notificados, 41.207 fueron confirmados o probables. Esa cifra, que da cuenta de los enfermos de dengue, subió 53,04% respecto del pico histórico de 2009 (26.923 casos). Los muertos subieron de cinco a once. Todos los datos son oficiales y están provistos por el Ministerio de Salud de la Nación, en sus boletines epidemiológicos de 2009 y 2016.

La epidemia tuvo un solo pico en 2009, en la semana 16 del año (fines de abril, principios de mayo). En 2016, hubo tres oleadas de dengue: en la semana 4 (fines de enero, principios de febrero), durante las semanas 8 a 11 (fines de febrero a mediados de marzo) y en la semana 14 (mediados de abril). O las fumigaciones no obraron debidamente o bien habrán habido demasiados cacharros llenos.

En cada provincia el abordaje de la epidemia tuvo diferentes resultados. Misiones no pudo contra el mosquito y entre 2009 y 2016 tuvo 21.633 casos autóctonos más, pasó de 63 casos a 21.696. Un desastre sanitario. Todo lo opuesto a Catamarca, que redujo el impacto del Aedes autóctono en -9.830 casos, entre 2009 y 2015. Capital Federal dio la nota: en 2009 tuvo apenas 336 casos y en 2016, 4.771. Si Misiones está primera en este ranking de crecimiento del dengue, luego sigue Capital Federal, con sus 4.435 casos nuevos y, después, la provincia de Buenos Aires: en 2009 tuvo 259 casos y en 2016, 3.971. Son 3.712 casos de diferencia. En el otro ranking, el de los que mejoraron en su tratamiento del mosquito, a Catamarca le sigue Chaco, que redujo en -9.502 la cantidad de casos, pasando de los 12.635 de 2009 a los 3.133 de 2016, y luego Salta, que bajó en -2.691 los casos, pasando de 4.543 en 2009 a 1.852 en 2016.

 

Esta publicación hubiera sido imposible sin el trabajo en conjunto con los asistentes a Mediapolis 2016

2 Comentarios

  1. Hace poco que descubrí esta publicación y me puse contento pensando que son periodistas serios y comprometidos, pero lamentablemente como dicen que para muestra basta un botón, veo la poca seriedad con que han escrito esta nota sobre un problema muy grave para nuestra sociedad, en el que practicamente todos los gobiernos de america son responsables pero también tienen enorme responsabilidad los medios en informar correctamente sobre una epidemia que solo se puede controlar con información veraz y cierta para que la población actúe correctamente. Error grave es afirmar que fallaron las fumigaciones, cuando éstas son la última opción y cuando hay un caso concreto, otro es decir que el Aa se cría en zanjas cuando todo periodista serio debería saber que no es así, y gravísimo es ilustrar la nota con un marciano fumigando un parque cuando la ilustración educativa es el viejo poster de la OMS que muestra una casa con patio y todos los lugares donde puede haber microcriaderos.

    O las fumigaciones no obraron debidamente o bien habrán habido demasiados cacharros llenos.Aedes Aegypti, el mosquito que tanto gusta de reproducirse en la agüita estancada de ruedas viejas, macetitas o zanjas. Según el Dr. biólogo del conicet y UBA Nicolas Schweigmann en esta página pueden encontrar material serio para escribir, http://www.ege.fcen.uba.ar/investigacion/grupo-de-estudio-de-mosquitos- gem/. Me gustaría recibir respuesta a este comentario, Gracias

  2. Gracias por el comentario Jorge. Sabemos cuáles son las recomendaciones sobre dengue y las efectuamos en el momento en que se produce el brote epidémico, que no es el actual. Las expresiones que criticas son en realidad sarcasmos, lamentamos que su efecto no se haya producido. El eje del informe es cómo el año que pasó hubo un record que, práticamente, no tuvo reflejo en ningún lado. Por eso la mayor parte del texto está dedicada a esos datos, que son oficiales, del ministerio de Salud

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