Analizamos en datos duros cómo es la oferta salarial para los periodistas, cuánto poder adquisitivo pierden y cómo se crispó la actitud de las empresas con el cambio de gobierno.
La Asociación de Prensa de Santa Fe (Apsf) sostiene que es inadmisible el aumento del 27% que le proponen las principales empresas periodísticas de la zona: su objetivo es ir por el 35%. En la discusión paritarias se estableció, además, que ese aumento del 27% terminaría de sustanciarse en diciembre.
Van tres meses de negociaciones entre el gremio y las empresas. Desde diciembre, los trabajadores de los medios no reciben aumentos. La consigna del sindicato es clara: la pérdida del poder adquisitivo es notoria y la propuesta de salarial es, en los hechos, una baja del salario. ¿Es cierto esto?
Según el último acuerdo, un redactor en blanco cobra $9.840 de bolsillo. Desde diciembre de 2015 tiene congelado su sueldo. Si la Apsf acepta el acuerdo en 27%, que llevaría el salario $12.496 en diciembre de 2016, ya con los aumentos de precios al mes de julio los periodistas estarían teniendo una suba salarial que, en términos reales, es una verdadera baja.
El salario real
Hay una cantinela que estampó en los sesos un lema: la inflación es el peor de los impuestos. No sólo es una ignorante imprecisión, sino que además la cifra de la inflación, por sí misma, significa nada. Sólo se puede comprender en su comparación con los aumentos de los salarios, u otros indicadores. La diferencia entre inflación y aumentos de salarios se llama salario real. Si la inflación es de, supongamos, 30% anual, y el salario sube en la paritaria un 35%, podrás quejarte con altisonancia delante de la góndola, pero lo cierto es que en el año tu capacidad de compra subió un 5%.
De acuerdo al último dato del Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (IPC Caba), la inflación acumulada a julio de 2016 es de 32%. Considérese que ya llevamos 12 días de agosto, y que luego faltan tres meses más para llegar al 1° de diciembre. Es decir, con la propuesta salarial de 27% ya se está -5 puntos por debajo de ese indicador. Si se utiliza el IPC Congreso, la diferencia es menor: el acumulado de diciembre de 2015 a julio de 2016 es de 30,2%, por lo que la pérdida de poder adquisitivo ya está en -3,2 puntos.
Mucho más dura es la diferencia si se considera el valor de la inflación interanual, que vale como proyección del porcentaje que irá de diciembre de 2015 a diciembre de 2016, fecha en la que se terminarían de efectivizar los aumentos salariales. Según el IPC Caba, la inflación interanual es de 47,2%; según el IPC Congreso llega al 46%. Así, en el año el salario real de los trabajadores de prensa caería en -20,2 puntos en un caso y en -19 según el otro indicador.
En pesos quizá se entienda mejor. Si la patronal aumentase los salarios de acuerdo a la inflación, tendría que pagar cerca de $2000 más a cada redactor en blanco. El tema es que tampoco el gremio pide tanto: la diferencia de un aumento de 35% y uno de 27%, para un redactor en blanco, es apenas de $788. Pero no es una cifra insignificante para el trabajador. Más o menos, según la situación, equivale a poder enfrentar (o no) las subas de los tarifazos.
El cambio de época
Más significativa se vuelve la oferta patronal de 27% si se considera que en la anterior paritaria, la del año 2015, el acuerdo llegó antes (29 de julio) y fue de un 29%. Cosas del salario real: en 2015, la inflación del Congreso midió, en el año, un 27,7% (estaba en el 26% antes de que asuma Macri). Para la Ciudad de Buenos Aires, en 2015 los precios subieron 26,9%.
En 2015, con un aumento del 29%, el salario real de los trabajadores de prensa subió muy poquito, pero subió. El cambio de aire vigorizó a las patronales, tanto que fueron capaces de ofrecer aún menos que el año pasado, en un proceso de inflación rampante.