Por Jorge Hoffmann
Hay un modelo económico neoliberal, de derecha, de concentración de la riqueza, de achicamiento de la producción nacional, de deterioro del salario. Esto está absolutamente claro.
Ante este panorama, l@s argentin@s que no estamos de acuerdo tenemos todo el derecho a resistir las medidas que se están tomando desde el 10 de diciembre pasado. Resistir no es otra cosa que defender los derechos conquistados. Ahora impugnan esa palabra sosteniendo que es antidemocrática. ¿También se quieren quedar con nuestro silencio?
Ahora, yo me pregunto: ¿por qué no podemos resistir? ¿O lo que quieren en realidad es que nos dobleguemos, que agachemos la cabeza, que aceptemos sin más los caminos que llevan a la pérdida del poder adquisitivo, deterioro del salario, achicamiento del Estado, caída de las pymes, el bastardeo a los Derechos Humanos frente a los despidos, a la transferencia de ingresos? Tenemos derecho a resistir porque esa política deja afuera a millones de argentinos.
Por eso nosotros decimos: el pueblo tiene derecho a movilizarse, como las manifestaciones que ya se han concretado. De hecho, la Marcha Federal fue parte y producto de la gran movilización del pueblo argentino, que tuvo su prólogo en las marchas contra los despidos de l@s estatales, la del 24 de marzo, la que llevaron a cabo las organizaciones sociales para el día de San Cayetano, y la de las cinco centrales sindicales en abril.
En el marco de la acción, se realizaron cientos de actos en cada uno de los trayectos por los que transitó la Marcha. En la ciudad de Santa Fe fue impresionante la participación, sorprendió a propios y extraños, lo mismo que en Rosario, Córdoba, Tucumán, Bariloche, Bahía Blanca, Mar del Plata, confluyendo tod@s en Plaza de Mayo el viernes 2 de septiembre, en un gran acto que expresó la necesidad de los trabajadores de poner fin al deterioro del salario, a la desocupación, para salvaguardar a las pequeñas y medianas industrias y reafirmar la política de derechos humanos que hemos conquistado a través de los años. En definitiva fue una marcha histórica que manifiesta un mensaje claro y contundente para el gobierno nacional que tiene que cambiar de rumbo, que no puede seguir adelante con estas medidas que perjudican a gran parte del pueblo.
También es cierto que de esa Plaza salió un clamor insoslayable de los más de 200 mil trabajadores presentes, sumados a decenas de miles que participaron en los actos en distintas ciudades del país de que debemos ir a un paro general de todas las centrales sindicales para demostrarle a Macri que así la Argentina no avanza sino todo lo contrario, se consolida como una Nación para poc@s y con la consecuente mayor exclusión, y que tenemos derecho a resistir, a manifestar nuestro desacuerdo.
(*) Secretario general de ATE Santa Fe y secretario general adjunto de la CTA de los Trabajadores.