El Plan Nacional de Lectura es, o era, un programa del ministerio de Educación de la Nación que trabaja para fomentar en todo el país la lectura de niños, niñas y adolescente, además de ofrecer trayectos de formación y perfeccionamiento para docentes.
Talleres, cursos, provisión de libros y textos a bibliotecas - editados en excelente calidad - apoyo a proyectos institucionales de lectura, eran algunas de las líneas de acción que desarrollaba en pos de promover el encuentro de docentes, estudiantes de todos los niveles y la comunidad con el libro y la literatura.
Si se ingresa a la web del programa, se puede acceder a gran cantidad de recursos literarios, pedagógicos y audiovisuales para descargar y usar en las aulas o en cualquier otro ámbito en el cual se desee trabajar la lectoescritura. También en esa web, en la sección “Noticias”, se pueden rastrear charlas de escritores e ilustradores con alumnos y docentes de y por todo el país, el lanzamiento de diferentes colecciones y la presencia del programa en diversos espacios. La última de esas “noticias” cargada en la web, tiene fecha de enero de este año.
Desde ese momento, cientos de trabajadores del ministerio de Educación comenzaron a enfrentarse a una serie de decisiones y políticas que afectaron el desarrollo de éste y otros programas, como los de Memoria, Coordinación de Publicaciones, Educación Sexual Integral, Educación y Prevención de Adicciones, Comunidad y convivencia escolar. Finalmente, a partir del 1º de julio, unos 200 trabajadores y trabajadoras fueron despedidos de la cartera educativa a cargo de Esteban Bullrich, tras la decisión de no renovar sus contratos.
Todos estos programas, que tras los despidos fueron vaciados y desmantelados, están nucleados en la subsecretaría de Gestión y Políticas Socioeducativas, al frente de la cual está Ezequiel Christie Newbery, un ingeniero industrial que vivió los últimos siete años entre New York y Suiza, país este último donde fue gerente de Desarrollo de Productos de la tabacalera Phillip Morris Internacional.
Jornada de protesta
En el día de hoy, docentes e integrantes de organismos de derechos humanos realizaron una manifestación frente a la sede del ministerio de Educación, en rechazo a una nueva ola de despidos.
Según consigna Página/12, “desde la junta interna de ATE señalaron que los cesanteados se desempeñaban en el Instituto Nacional de Formación Docente, el Plan Nacional de Lectura y la Dirección Nacional de Políticas Socioeducativas. Esta última es la encargada de implementar programas como el Plan Fines, el plan de Educación Sexual Integral y las Orquestas Infantiles y Juveniles, entre otros. ATE viene denunciando que en los últimos ocho meses estos programas vieron recortadas sus funciones y sufrieron subejecución presupuestaria, lo que afectó además el cobro en tiempo y forma de los salarios. Los despidos recientes coronaron ese panorama de desguace”.
Silvia Paglieta, una de las trabajadoras despedida que formaba parte del equipo del Plan Nacional de Lectura, hizo circular ayer una carta en donde hacía expresa la situación que están viviendo los trabajadores de la cartera educativa: “Estimados compañeros: con mucho dolor les cuento que, a pesar de todo lo que intentamos a lo largo de estos diez meses, no hemos podido vencer la máquina de estructura que se implementó bajo esta gestión. Mañana es nuestro último día de trabajo. A las dos de la tarde haremos un gran abrazo al ministerio. Somos aproximadamente doscientos compañeros despedidos. Esperamos su apoyo o la resistencia en el lugar donde cada uno esté”.
El Plan Nacional de Lectura en números
Desde que se creó y comenzó a trabajar en el año 2009, el Plan llegó a 2.254.721 personas en 11.041 acciones.
En seis años se publicaron y distribuyeron gratuitamente 40.000.000 de ejemplares de cuentos y poemas y más de 15.000.000 de libros en todas las escuelas del país y en espacios no convencionales.
Más de un centenar de autores colaboraron con el Plan Nacional de Lectura y participaron del ciclo “Autores en Escuelas”, visitando instituciones para llevar historias, cuentos, lecturas y compartir sus propias experiencias como lectores.
También, a través de la firma de convenios, con organizaciones no gubernamentales, universidades, empresas, editoriales, y otros organismos estatales, llevó adelante concursos, ediciones de libros y campañas de promoción de lectura y difusión.