En el peor año para los viciosos desde que hay registro, agosto fue el mejor momento desde el bajón histórico de mayo, el mes con las ventas más bajas de cigarrillos desde 2005. Aun cuando las ventas siguen por debajo de 2015, mes contra mes y en el acumulado desde enero, los fumadores le encontraron la vuelta: se pasaron en masa a los puchos más baratos.
En agosto de 2016 se fumó un -4.39% menos que en agosto de 2015. En el acumulado desde enero, la merma es de -10,53. Sin embargo, las ventas de cigarrillos aumentaron entre julio y agosto de este año un 21,98%. Y desde el abismo de mayo, el aumento es de 57,21%. Los datos son del Ministerio de Agroindustria de la Nación.
Tras la feroz caída de -44% en las ventas de cigarrillos entre abril y mayo de este año, producto un contundente aumento en el precio de los atados, la vida de los fumadores entró en su peor año. Las ventas acumuladas en lo que va del año son las menores desde que hay registro: hasta ahora, el año más bajo fue 2005, pero 2016 lo supera para peor (o mejor, desde una perspectiva sanitaria).
Desde el aumento, los amantes de la nicotina apelaron a varias estrategias. La primera, tal como se expresó en mayo, fue dejar el pucho. Sin embargo, en junio ya se vio el rebote de los adictos que volvieron –algunos– a sus habituales prácticas de consumo. Agosto demostró que la estrategia de actuar como si nada hubiera pasado fue insostenible, tal como se evidencia en las variaciones de las ventas según la franja de precios.
El consumo creció, pero está lejos de saciar las ansias como en años anteriores. Para aplacar el monstruo interior, los amantes del humo que no dejaron de entregarse al gozo tabacal se pasaron a las segundas, terceras y cuartas marcas. En la comparación entre junio (el mes posterior a la ola de abstinencia de mayo, cuando los fumadores decidieron volver a fumar) y agosto, el consumo de primeras marcas cayó un -53,11%, mientras que el de segundas marcas aumentó ¡2987,12%!, el terceras marcas creció 50,80% y el cuartas marcas un 10,30%. Todo el mundo se pasó del Marlboro al Rodeo, y del Rodeo a cosas que no sabemos en qué kioscos se consiguen: los precios de puchos de primeras marcas están entre los $40 y los $50, mientras que en la otra punta, los de cuartas marcas, rondan entre los $13 y los $22.