Pese a que en agosto hubo una significativa suba –fue el mejor mes del año– el invierno que se fue tuvo el consumo más bajo desde que el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) lleva registros (2009). En el acumulado de enero a agosto, la cantidad de litros vendidos estuvo un -8,4% por debajo del mismo período de 2015. En comparación con el año de menor consumo (2010), las ventas mermaron un -1%.
El INV difundió los datos de ventas de vinos para consumo interno del mes de agosto. La cantidad de litros del delicioso néctar que bebemos los argentinos suele subir durante los meses fríos, en razón de que cuando hace calor nos volcamos a la fresca chela, la sidrita o el champucito. Entre junio y agosto de 2016 se bebieron unos 2.447.055 litros de espíritu de Baco, el año pasado esa cifra fue de 2.750.324. En el invierno con menor consumo de vino (2011) nos bebimos unos 2.571.476.
Como sucedió en muchos rubros de la economía –a escala y doméstica– las cifras mejoraron en agosto. Sin embargo, en septiembre cayeron nuevamente, o se estancaron. Falta para saber si esa tendencia se repite en el consumo de vino. En lo que respecta al último dato, agosto de 2016 fue un 5,4% mejor que agosto de 2015 y un 13,6% mejor que su mes anterior, julio de 2016, siendo el mejor mes en lo que va del año, para alegría de vinateros y vinotecas.