Con 55,2 kilos per cápita comidos por los argentinos, 2016 es el peor año en toda la historia nacional en lo que refiere al consumo de vaca. Los datos son del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina. En septiembre, la cifra fue de 53,8 kilos per cápita: el resultado más bajo desde 2002.
El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA) difundió sus estadísticas de consumo de carne vacuna en Argentina. En su página web ofrecen datos desde 1958, aquí ofrecemos un seguimiento desde 2001, en los dos casos el resultado es el mismo: 2016 será el año en el que menos carne comimos los argentinos en toda nuestra historia, al menos desde que hay registro. Algo bastante parecido a lo que sucede con la leche, por ejemplo.
El promedio de consumo de carne per cápita en lo que va de 2016 es de 55,2 kilos por habitante, contra los 59,7 kilos de 2015 y 2014. Se trata de una caída de -7,5%. Previamente, el peor año fue 2011, con 56,6 kilos per cápita de consumo anual: más de un kilo de diferencia por habitante.
El último dato proporcionado corresponde a septiembre pasado –el IPCVA difunde sus datos trimestralmente– y sitúa el consumo de carne vacuna en 53,8 kilos per cápita, poco más de dos kilos por debajo del promedio anual de 2016. Cabe destacar que los datos mensuales son una proyección en la que se toma el consumo per cápita del mes y se lo multiplica por 12, como si fuera que todo el año se consume esa misma cantidad de carne.
En la comparativa con los septiembres anteriores, 2016 está en el mismo magro nivel que 2002 y completamente por debajo del período 2003-2015, donde el promedio de septiembre, tomando esos 12 años, llegó a 63,2 kilos. Específicamente en comparación con septiembre de 2015, la caída internanual en 2016 fue del -15,1%, ya que en ese mes del año pasado se consumieron 63,4 kilos per cápita.
Para el IPCVA el tema es otro
El IPCVA dista de ser una institución crítica del gobierno. Su director es el ruralista Ulises Forte, un activo dirigente en el conflicto por la 125, allá en 2008, que acompaña al presidente Mauricio Macri en sus giras. Dentro de su comisión están representadas las Confederaciones Rurales Argentinas, la Sociedad Rural, Coninagro, cámaras de frigoríficos y hasta el Ministerio de Agroindustria mismo.
En recientes declaraciones, Forte se mostró de acuerdo con Luis Etchevere, el líder de la Sociedad Rural, respecto de cómo se tiene que distribuir la carne en Argentina: por cortes según la capacidad de consumo. Es decir, de pago. Recordemos que Etchevere consideró en julio de este año que “Saliendo de la General Paz, la gente no come lomo, porque es un corte magro, y los que vivimos en el campo, nos gusta la carne gorda, con grasa, que es lo que le da sabor. A 100 kilómetros de la Capital, el lomo vale igual que la pulpa”.
Muy crítico de la gestión anterior, y sobre todo del ex secretario de Comercio Guillermo Moreno, Forte señaló a Télam que en 2006 el 75% de la producción se destinaba al mercado interno y que hoy se destina el 92%, y que ello provocó una brutal caída del stock ganadero, con la consecuente suba de precios. "En números, antes de la crisis se exportaban 760 mil toneladas y el argentino promedio comía 70 kilos de carne por año, mientras que hoy se comen 53 kilos y exportamos 250 mil toneladas destinando más del 90% a nuestro consumo, lo que muestra la destrucción del stock ganadero", dijo Forte.
El dato ausente es que tomando en cuenta el año de referencia que provee Forte (2006) y el último año del gobierno anterior (2015), en promedio se consumieron durante esos 9 años 62,9 kilos de carne per cápita. Como sea, está la gráfica más arriba y los propios datos del IPCVA para poder visualizar que, si bien es cierto el dato sobre la caída del stock, mucho más efecto en la mesa de los argentinos tuvo la devaluación, su efecto inflacionario y el ajuste. O, como dijo el dirigente del MTL local, Rubén Sala: “No hay más olor a asado en Santa Rosa de Lima los domingos”