Cumplieron una década en el ruedo y llenaron el Molino Marconetti, repasaron su historia musical, reversionaron, tocaron con amigos y hasta presentaron nuevo disco: Imaginatelo. Todo esto pasó en el show de Skamas, donde se bailó como en ningún otro lugar de Santa Fe la noche del sábado 29.
A eso de las 23.00 un rumor de guitarras y canciones entre susurradas y sugestivas empezaba a dibujar algo en el humor de la noche: José Giuranacci y Juan Pachuco sintetizados en el nombre Meibel subieron con cuerdas de acero, crudo y directo, un show de taberna. Clásicos como “Tu vuò fà l’americano” de Renato Carosone y “Ring of fire”, dedicado al “hombre de negro” (Johnny Cash), sirvieron como una picada de esas que te llenan antes de que llegue el asado.
Desde la puerta se le nota la magnitud a Skamas. No hizo falta estar mirando para saber cuándo subieron al escenario para empezar igual que como en el disco nuevo: “Yembere selah” e “Imaginatelo”, la canción que nombra al sucesor de Vivo de lo bueno (2012). Para “Mil millones” llegó el primer invitado: Pipo Licheri, que unos días antes presentó lo nuevo de Gol de chancho.
El noveno de los 17 temas elegidos para el show fue una reversión, a modo de chacarera/candombe, de “Vas a entender”, con Raffi Cocco como vocalista invitado para acompañar a su hijo Javier, vocalista principal.
Diez años después de su primer recital en San Javier, la banda suena como una bigband (bueno, son ocho) aceitada en todas las líneas e instrumentos.
Boyi Procchietto de Victorina Sanada, Lisandro Moyano de Poder Natural, Delfino Flow y Luky Castelo de Santa Fe Ska también saludaron desde arriba a la banda de festejo y al público que completó la capacidad del salón bailando con latitas de porrón blancas y amarillas en mano. Todo terminó de explotar con la última de las canciones, “Sube la moral”, corte del disco que salió en septiembre.