Un estudio del Inta sobre verduras de hoja provenientes del cinturón hortícola de La Plata y a la venta en el Mercado Central de Buenos Aires arroja datos desoladores: hay muestras excedidas de agroquímicos que alcanzan niveles de 47% en la lechuga, 21% en el apio, 15% en la espinaca, 7% en el pimiento y 6% en la acelga.
El estudio fue dirigido por Carlos Pineda y se enmarca en el proyecto “Contribución al desarrollo del territorio sur del AMBA desde un enfoque agroecológico, orientado a la agricultura familiar y PyMES”. Según el especialista, con las hortalizas “muchas veces no se respetan los 'días de espera hasta cosecha' generando residuos tóxicos para la salud” en los productos que llegan a consumo humano. Entre otros activos tóxicos encontrados hay Clorpirifos –cuya exposición crónica se ha relacionado con efectos neurológicos, trastornos del desarrollo y trastornos autoinmunes–, Profenofos –de mediana toxicidad, todavía no aprobado por la Unión Europea–, Metamidofos –sin uso en Estados Unidos desde 2009, clasificado como muy peligroso por la Organización Mundial de Salud–, Dimetoato –también clasificado como altamente tóxico– y Carbofuran – prohibido en Canadá y la Unión Europea.
Por su parte, la Jefa del Departamento Laboratorios del Mercado Central de Buenos Aires, la Ing. Agr. María Gabriela Sánchez, posee datos relevados en laboratorio que son coincidentes: se aprecia un aumento de los “análisis de residuos excedidos” de un 5% en dos años, con tendencia a subir.