Este año, más de 200 escuelas del departamento La Capital dieron servicio alimentario. Las partidas no alcanzan para atender las carencias de los sectores más vulnerables.
En 2016, 232 escuelas prestaron servicio alimentario en el departamento La Capital. Ya en junio, la ración de comida alcanzó los $9,44 y la copa de leche $3,30, gracias al incremento del 60% que estipuló el gobierno provincial. Sin embargo, las carencias de los sectores más vulnerables se reflejan en la mesa de las escuelas
Las penurias de cientos de chicos de los barrios más carenciados de la ciudad se ven reflejadas en el comedor escolar. Allí se pone de manifiesto no sólo la falta de trabajo de padres y madres, sino también la dura realidad que implica que ese plato de comida sea el único que reciben por día. Durante este año –y en el departamento La Capital–, 232 escuelas prestan servicio alimentario, 226 establecimientos brindan copa de leche y 103 cuentan con comedor escolar.
Hacia mayo de 2016, cada comedor recibía $7,24, de los cuales $6 fueron un aporte de la provincia y $1,24 de la Nación. Ya en junio, la ración de comida alcanzó los $9,44 y la copa de leche $3,30, gracias al incremento del 60% que estipuló el gobierno provincial.
Cabe considerar que “aplicar el menú correspondiente, elaborado por el Ministerio de Educación, estaría arriba de los $17. La copa de leche debería estar en $3,85”, sostuvo en su ocasión Juan Villafañe, presidente de la Federación de Asociaciones de Cooperadoras Escolares del departamento La Capital.
Tanto para la entidad como para los propios directivos de las escuelas, la problemática del comedor no se reduce a números. Para poder brindar un plato nutritivo y de calidad, los ecónomos se ven obligados a “hacer magia”.
Según comentó Paola Messim, vicedirectora de la Escuela de Educación Técnica Particular Incorporada N°2028 San Lorenzo –sita en el barrio homónimo–, “se observa la desesperación del hambre. Tenemos un margen muy vulnerable de la población escolar que viene por el plato de comida. Hoy los comedores son fundamentales en la ciudad. Si no hubiera comedores no vivirían”.
En el barrio Acería, la Escuela Secundaria N° 382 Santa Fe de la Vera Cruz es uno de los establecimientos que brinda copa de leche y dieta seca ya que no dispone de cocina. Es decir, los alumnos reciben empanadas y un alfajor, por ejemplo. Si se tiene en cuenta que puede ser esa la única comida del día, la calidad nutricional no es la recomendada.
En el mismo barrio se encuentra la escuela N°1321 Dr. Agustín Zapata Gollán. Su vicedirectora, Claudia Sunair, aseveró que “los chiquitos –de cuatro a 13 años– integran familias que no están bien conformadas. Las mamás son empleadas domésticas, algunas no tienen trabajo, otras reciben un plan. Son familias numerosas, sin estabilidad laboral y hay días que no les entra dinero a la casa. Como todo barrio periférico, tiene necesidades y se van notando cada vez más”.
Oportunamente, Carolina Piedrabuena, subsecretaria de Administración de la cartera educativa, indicó sobre la realidad ya expuesta que “las acciones que se desarrollan desde el Ministerio de Educación están pensadas en el marco de la organización escolar y se complementan con los planes que el Ministerio de Desarrollo Social tiene en este sentido. Para el departamento La Capital, desde Desarrollo se asiste con el programa ProSoNut por intermedio de municipios, comunas e instituciones que cuentan con comedores y copas de leche. También por el Programa de Comedores Comunitarios que asiste por medio de Tarjeta Institucional, lo que se suma a la Tarjeta de Ciudadanía que reciben las familias. Los días sábado se han articulado desde las escuelas en donde asisten niños en vulnerabilidad social un servicio adicional”.
La funcionaria también remarcó que “Educación celebró un convenio con la Universidad Nacional del Litoral a fin de articular políticas en torno a los programas alimentarios. La UNL, a través de la Planta de Alimentos, elabora productos nutricionalmente completos (entre 14/16 proteínas, enriquecidos con hierro y vitamina C), siguen las recomendaciones de la FAO y son de bajo costo. Actualmente el costo de la ración es de $5. La variedad de estos productos se complementan con otros alimentos en las escuelas”, definió.