EL AÑO DE MACRI | Semblanzas de sus esfuerzos en política exterior.
Todas las fichas a Hillary quedaron con el croupier: Trump ganó y suma un escollo a la accidentada política exterior y de comercio internacional de Cambiemos. Cualquier candidato de Estados Unidos hubiera subido la tasa de interés y con ello dificultado el acceso al maná del crédito exterior. Trump suma la caída de los acuerdos de libre comercio a los que el gobierno aspiraba a sumarse y la promesa de un mayor control de importaciones.
Ventas y compras al exterior cayeron. Si bien la balanza da positivo, la relación con Brasil creció en su déficit. El ajuste a 20 años que programa Michel Temer no ayuda a que el mayor mercado de nuestras exportaciones repunte.
Algunas gaffes fueron inverosímiles, como el affaire con Malvinas y la primer ministra Theresa May. Más preocupante es la apertura de una offshore en Qatar vinculada al Fondo de Garantía de Sustentabilidad (¡la plata de los jubilados!). El empresariado multinacional se muestra esquivo, pese a las abundantes gracias que el propio Macri florea, en Davos o en Buenos Aires o al recuperado beneplácito de los jefes financieros globales: el Fondo Monetario Internacional.