El Indec publicó hoy los datos correspondientes al crecimiento (o la recesión) de Argentina: va un año completo de caída del producto bruto interno. La merma acumulada entre enero y septiembre de 2016, respecto de 2015, es de -2,4%.
Hasta junio, la economía había caído un -1,7%. Ahora, con los datos de septiembre, se ve que el pozo es más hondo: -2,4%. Va un año entero de caída continua del PBI y no hay ningún signo de que la cosa repunte en ninguna dirección. Puntualmente, en el tercer trimestre de 2016 la actividad estuvo un -3,8% por debajo de igual período de 2015.
De acuerdo a lo que informa el Indec, la formación bruta de capital fijo –lo que vulgarmente se conoce como "lasinvershiones, lasinvershiones"– cayó en el tercer trimestre un -8,3% respecto de igual período de 2015. Por otro lado, el consumo privado –el gran sustento del PBI– cayó un -3,1%. En castellano: vos consumís menos y los empresarios invierten muchísimo menos que en en 2015.
Los orates del FMI habían previsto en abril que la caída del PBI en 2016 iba a ser del -1%. Luego ajustaron al -1,8%. Pues bien, la caída acumulada ya llega a -2,4%. Sólo un extraordinario cuarto trimestre podría mejorar ese número de acuerdo al vaticinio de esos graciosos. ¿Cómo te fue desde septiembre a la fecha? Bueno, eso.
Por cierto: la economía en 2015, según el Indec, había crecido 2,6%, la inversión había subido un 3,8% y el consumo privado un 3,5%. Desde que asumió Cambiemos, las caídas se sucedieron en todos los trimestres en lo referente a inversión y los últimos dos en lo relativo al consumo privado.
Las cifras de la actividad están apenas por encima de las de 2014 y muy por debajo de las de 2015 y las de 2013. Si el cuarto trimestre sigue para atrás, el gobierno habrá obtenido el inusitado logró económico de retroceder cuatro años en apenas un solo e inolvidable año de gestión.