Anuario 2016 | Las inundaciones en Santa Fe y la región.
Una crecida extraordinaria de los ríos Paraná y Salado a fines de 2015 y principios de 2016, napas muy altas debido a la sojización y la falta de rotación de cultivos y 20 días de lluvias incesantes durante abril fueron un cóctel fatal: media provincia quedó bajo agua y el gobierno de Miguel Lifschitz debió decretar la emergencia hídrica en 18 de los 19 departamentos.
Por el monocultivo: “La napa subió de 14 metros a 50 centímetros”
La falta de ayuda de la Nación provocó más de un cortocircuito político. En medio de la crisis, el ministro de la Producción de la provincia, Luis Contigiani, descerrajó a quemarropa contra el presidente Mauricio Macri: “No alcanza con venir a la provincia a teorizar sobre el cambio climático; se necesitan ayudas concretas”. Las ayudas llegaron, pero fueron escasas: el ministro de Agroindustria Ricardo Buryaile anunció un fondo de 41 millones de pesos para productores afectados (el 80% de la cosecha no había sido levantada) y hubo además una partida de 25 millones para atender el momento más crítico de la inundación. Según la Sociedad Rural de Santa Fe, se perdieron casi 4 millones de toneladas de soja y hubo 7 millones de hectáreas comprometidas por las lluvias: más del 50% de la provincia.