Ni un solo mes de 2016 pudo ser festejado por los comercios minoristas. En todos y cada uno de los meses las ventas fueron para atrás. Diciembre no fue la excepción, con una caída del -5,4%.
Siempre para atrás. La contracción feroz del consumo, resultante de las políticas de ajuste, dejó un año horrible para los pequeños comerciantes, aquellos que más empleo generan en el sector. Todos los meses de 2016 estuvieron por abajo de 2015, también todas las fechas cruciales, como el Día de la Madre o Navidad. Además, se suma el fenómeno de las peregrinaciones de compras a Paraguay, Brasil y Chile, que impactan con fuerza en las provincias limítrofes.
Once meses para atrás: en noviembre caen -8,5% las ventas minoristas
Para tomar dimensión de la caída de diciembre, basta decir que en 2013, respecto de 2012, las ventas habían subido un 1,6%. Luego, en 2014 respecto de 2013, subieron un 2%. En diciembre de 2015 respecto de igual mes de 2014 las ventas aumentaron 3,1%. Las cosas cambiaron y en diciembre de 2016 respecto de 2015 las ventas bajaron -5,4%. Así, las ventas quedaron por debajo del volumen 2013: hubo al menos un salto de tres años para atrás.
En el promedio anual, las ventas de todo 2016 están -7% por abajo de las de 2015. Hubo meses críticos como junio y noviembre. En los meses en los que impactó el aguinaldo se notó una mejora (como en agosto y diciembre), pero la inyección extra no alcanzó siquiera para igualar las ventas respecto del año pasado. Tampoco las agresivas promociones que los comerciantes comenzaron a desarrollar ante la malaria, ni las medidas que el mismo gobierno promovió: la exención de ganancias en el aguinaldo, el bono compensatorio a jubilados, el plus salarial asignado por el sector privado, el Ahora 18 y el Ahora 12.
Nada alcanzó en todo el año para igualar nunca al 2015.
Algunos rubros quedaron en una situación muy comprometida: Electrodomésticos y Electrónicos tuvieron una baja anual global de -14,1%, Ferretería del -9,6%, Materiales para la construcción -9%, Golosinas -8,7%, Bijouterie -8,2%. Son los rubros de gasto más fuerte y significativo –cambiar la heladera o hacer una pieza para la nena, que se puso grande–, o menor y superfluo. Esto no quita que también los rubros más esenciales hayan bajando en el total de 2016 respecto de 2015: Alimentos y bebidas cayó -2,6%, Farmacia -2,8%. Y no se trata de que la población haya seguido las recomendaciones de campañas en favor de la delgadez, o que se encuentren muchísimo más sana.
Quizás a partir de enero de 2017 la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) informe que las ventas minoristas tienen una mejora, o que mermaron las caídas internanuales. Por supuesto: en enero de 2016 habían caído un -2,3% respecto de enero de 2015. La comparación arranca desde un punto bajo. Si en enero de 2017 las ventas minoristas siguen yendo para atrás respecto de 2016, significa que la recesión no sólo continúa, sino que se profundiza.
Sin embargo, como también sucedió en casi todos los meses, Came se muestra optimista. "La demanda del último mes del año superó las expectativas de los empresarios del sector", dicen. "El derrumbe parece encontrar un piso", agregan. Es el fin de año, hay que comprender la expresión de buenos deseos.