Uno de los temas que logró mayor visibilidad en 2016 fue el uso medicinal del aceite de marihuana. Asociaciones civiles y especialistas lograron instalarlo en la agenda política y el Congreso Nacional aprobó una ley que autoriza al Estado a investigar la planta, importar y distribuir el aceite. La iniciativa no despenalizó el autocultivo, práctica que actualmente llevan adelante cientos de familias y que el gobierno nacional insiste en perseguir. Sin embargo, la postura de los legisladores es que se importe el producto hasta que el Inta pueda producirlo.
Santa Fe y Neuquén incorporaron recientemente el uso del cannabis medicinal a su sistema público de salud. En nuestro caso, Iapos está autorizado a incluir estos medicamentos en su cobertura obligatoria, sin costo alguno.
En nuestra ciudad, en mayo de este año se constituyó la Asociación para Usuarios de Cannabis Medicinal, conformada por un grupo de padres cuyos hijos padecen enfermedades complejas. Plantean que se modifique la ley de estupefacientes para que sea posible comercializar y cultivar la planta en pos del tratamiento.
La nueva ley contempla el uso del aceite de marihuana para síndromes, trastornos, enfermedades poco frecuentes y patologías tales como epilepsias, cáncer, dolores crónicos, fibromialgia, glaucoma y esclerosis múltiple.