Desde enero de 2016 se lanzaron más de 50 discos de producción santafesina, y sólo hablando de rock y aledaños. El número es sin dudas importante. También lo es la forma en la que la mayoría de los artistas decidieron producirlos: la autogestión y el trabajo independiente (sea desde las mismas bandas o por los sellos que eligen, como Repelente Discos o los rosarinos de Polvo Bureau) no sólo que gana legitimidad en el ámbito, sino que casi que es una característica constitutiva de cualquier músico emergente.
La promesa de Thamar (Sig Ragga), Álbum plateado (Los Gastro), Freak show (Nitroplan), Imaginátelo de Skamas y Sangre, de Arcángel, salen de bandas que reafirmaron, pulieron y cumplieron con discos lo que vienen sosteniendo desde hace bastantes años. Distintas propuestas, con resultados parecidos: planos sonoros brillantes pero equilibrados, letras sin vacilaciones ni rellenos innecesarios. Chino Mansutti y sus arreglos de cuerdas para Frenesí, los doce temas de Frente al espejo de Enigmattica y la puesta conceptual de Infusión Kamachuí para Espesura, flashes de un año en el que los músicos trabajaron, mucho.
Simple (Coda), Sábado feriado (Obvio), La libertad es cualquier cosa (Pacho y Los Limones) y Alguien mató algo con su homónimo se anotaron entre los lanzamientos poperos, mientras que hubo mucho de fusión en el ska cumbiero de Victorina Sanada en Para matar, el tango groovero en Aires de tango de Eterna siesta y el indie electro disco de Galindez, que este año sacó a pasear dos discos por cuanto escenario pudo montar: Cantina Bailable y Cangrejo.
El punk de Jedy debutó con buenas críticas gracias a Tres, lo mismo que el postrock industrial exótico de Projekto Sendecida con su quinto disco desde 2012 hasta ahora: Projekto de Bombas. Exilio con El tridente en vivo y Sesión en vivo, de Nada más y nada menos, fueron los únicos registros en directo que se publicaron. Cosmudus también con su homónimo, EP1 por The Experience, Pedazos de honor de Éxodo y Reinventate, de Patada, son discos que apuestan por el stoner y el hard rock, mucha presencia instrumental y letras sintéticas.