Anuario 2016 | Espacios como Cinema La Calor, Cineliminal y la Bienal de la UNL y los dos estrenos con gusto local.
Si Santa Fe tiene algún peso en la historia del cine es gracias a Fernando Birri, persona fundamental en los primeros años del Nuevo Cine Latinoamericano. El 30 de septiembre se estrenó Birrilata, una vuelta en tren, documental que reconstruye un recorrido por las distintas incursiones de Birri desde su formación, obra e influencia. También se van reponiendo contextos: la ciudad hace 60 años y ahora, la época del intento fallido de la Municipalidad por cerrar el centro cultural, la dictadura, Cuba.
Gustavo Fontán también se inspiró en un santafesino para uno de los estrenos del año: El limonero real, historia original de Juan José Saer, planta el ojo en San José del Rincón para contar un 31 de diciembre en la vida de Wenceslao. Poniendo el acento en lo fotográfico, Fontán clausuró con esta película una trilogía de films acerca del río Paraná que se completa con El rostro (2013) y La orilla que se abisma (2008).
Además de los nombres grandes del cine nuestro, algunos circuitos también se hicieron fuertes. El calor fue (y seguramente volverá a ser) clima para Cineliminal. Ámbito de comunión entre cinéfilos, la muestra que arrancó entre patios y terrazas el verano pasado ya se ganó algunas noches en el ex Mercado Progreso. La Bienal de la UNL también fue una buena oportunidad para promover y mostrar producciones de artistas jóvenes. Se proyectaron 22 audiovisuales entre documentales y ficciones, todos hechas por santafesinos y estrenados entre 2015 y 2016.
También el colectivo Cinema La calor, sigue enseriando cosas: además de la organización de las jams de cine con cierta frecuencia en Ochava Roma, recibieron más de 195 cortos en la convocatoria para el Festival Internacional de Cine de Animación El Ventilador; además de Santa Fe y el país, se proyectaron obras de Brasil, Ecuador, México, Portugal, Moldavia, Noruega y la lista no termina ahí.